El Dr. Guillermo Vázquez, colaborador de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en África, institución que hoy recibe el Premio Princesa de Asturias de la Concordia, ha manifestado a Médicos y Pacientes que este galardón es un “reconocimiento de su actividad basada en valores” y a su “apoyo a las poblaciones más vulnerables”.
Madrid, 23 de octubre de 2015 (medicosypacientes.com/T.A.)
El Dr. Guillermo Vázquez, uno de los referentes más autorizados en cooperación internacional de España, será una de las personas que acompañará al hermano Jesús Etayo Arrondo, superior general de la Orden de San Juan de Dios, a recoger el Premio Princesa de Asturias que hoy se entregarán en el Teatro Campoamor de Oviedo bajo la presidencia de los Reyes de España.
Este médico, especialista en Medicina Interna y Medicina Intensiva, ha compaginado su trabajo en esta especialidad con la cooperación internacional desde hace 22 años: con la Orden de San Juan de Dios desde hace más de 7 años, y también con Cruz Roja Internacional, con la ONG Juan Ciudad y fundador de la ONG Medicina Andaluza Solidaria.
A sus 72 años, sigue trabajando en cooperación, especialmente en África, donde ha participado activamente en la última epidemia de Ebola, enfermedad de la que es un experto y de la que resalta, en esta entrevista como una de las lecciones aprendidas, la “dificultad de implementar medidas eficaces sin contar con el apoyo y complicidad de las poblaciones locales”.
Su trabajo en cooperación, una labor que, en su opinión, “debe de visualizarse como una nueva forma de desempeño profesional”, le ha valido numerosos reconocimientos, entre ellos, el Premio de Humanidades y Cooperación que la OMC le entregó en 2014. Es Director de cooperación del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos y del Colegio de Médicos de Granada y miembro de la Comisión Técnica de la Fundación de los Colegios de Médicos para la Cooperación Internacional (FCOMCI) de la OMC.
Entrevista:
¿Qué supone para la Orden el reconocimiento de este premio?
El reconocimiento de su actividad basada en valores y que se traduce en su apoyo a las poblaciones vulnerables, indistintamente de credos, creencias o culturas.
Como médico cooperante y experto en Ébola. ¿Cómo ha sido, en su opinión, la respuesta a este problema de salud pública?
Esta epidemia, tiene muchas vertientes, y en general se puede considerar positiva. Una de las lecciones aprendidas es que sin contar con el apoyo y complicidad de las poblaciones locales, sus valores y cultura es difícil llegar a implementar medidas eficaces. Otra aportación ha sido el desarrollo de nuevos métodos para comprobar la eficacia de vacunas y nuevos tratamientos, cumpliendo con las normas de seguridad, ética y respeto de los voluntarios participantes.
¿Cómo ha visto el papel de los organismos internacionales?
Ha sido correcto. Solo ha quedado un punto a mejorar que es la protección de la población vulnerable como niños y mujeres embarazadas durante este tipo de epidemias.
¿Y la labor de los profesionales sanitarios?
Ha sido correcta y entusiasta.
¿Qué lecciones se pueden aprender en la respuesta sanitaria a esta epidemia?
En los países africanos afectados, la necesidad de reforzar sus estructuras sanitarias para evitar su colapso inicial, y en los países desarrollados como el nuestro el haber puesto a punto sus recursos para afrontar esta crisis y otras futuras.
¿Cuáles han sido las consecuencias del deterioro de las estructuras sanitarias en los lugares de origen?
Ha repercutido negativamente en la asistencia de las poblaciones vulnerables tales como embarazadas, niños, o bien se ha perdido el control de pacientes VIH positivos, Tuberculosis o diabéticos.
¿Cómo es la situación actual del Ébola?
Liberia no presenta casos desde hace meses mientras que Sierra Leona y Guinea presentan casos esporádicos que gracias al conocimiento y entrenamiento adquirido se controlan evitando su extensión. Actualmente, la recaída de una cooperante inglesa varios meses después de haberse recuperado completamente de su infección por Ébola, plantea nuevos interrogantes y retos en la fisiopatología de la enfermedad y en seguimiento de los supervivientes.
En base a su experiencia ¿cómo ha evolucionado la cooperación sanitaria en España? Y ¿Cómo la ve actualmente?
España demostró una capacidad organizativa excelente poniendo a un punto un sistema de respuesta global antes que cualquier otro país europeo.
La cooperación debe de visualizarse como una nueva forma desempeño profesional y como tal debe aceptarse por las autoridades de ministerio y consejerías competentes.
¿Qué aspectos deberían mejorar?
Creo que más que hablar de aspecto a mejorar es más operativo hablar de crear grupos de trabajo interdisciplinarios entre autoridades competentes, políticos y ONG´s para dar respuesta a esta necesidad del siglo XXI.
