miércoles, diciembre 4, 2024

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Dr. Serafín Romero: “El PAIME debe unir la atención clínica y social para adquirir un carácter integral”

El Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME) de los Colegios de Médicos de España “debe tener en cuenta no sólo el ámbito clínico, sino el entorno social, profesional y personal del paciente para lograr una verdadera atención integral” según puso de manifiesto el Dr. Serafín Romero, vicepresidente de la Fundación de Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC), durante la inauguración de las III Jornadas Clínicas del PAIME celebradas este fin de semana en Madrid

En la inauguración estuvo acompañado además por el Dr. Juan Manuel Garrote, secretario general de la FPSOMC; el Dr. Jerónimo Fernández Torrente, vicesecretario general de la FPSOMC; y Nina Mielgo, directora técnica de la FPSOMC.

 
Cerca de 65 clínicos participaron en estas Jornadas para intercambiar conocimientos y experiencias. En ellas, se han analizado diversos aspectos relacionados con este programa que nació hace 18 años y que ha atendido a más de 3.800 médicos en toda España, de los cuales, cerca del 90% han podido reincorporarse a su trabajo habitual.
 
El PAIME, es un programa de los colegios de médicos y gestionado por la FPSOMC, orientado al tratamiento y la recuperación de facultativos que padecen problemas psíquicos y/o conductas adictivas al alcohol y/o a otras drogas, incluidos psicofármacos, que pueden interferir en su práctica profesional, con el objetivo de asegurar su retorno al ejercicio de la medicina en óptimas condiciones y garantizar una asistencia de calidad y segura a los pacientes. 
 
La intervención con el médico enfermo como paciente difícil y las estrategias para la detección, captación, tratamiento y reinserción profesional; la sistematización y registro de datos del paciente PAIME; la atención al médico jubilado e incapacitado después del PAIME; la consolidación de la atención Integral al médico enfermo; la incorporación de la perspectiva de género al PAIME, y las habilidades personales del clínico en su intervención con el médico enfermo, fueron los temas que centraron estas Jornadas.
 
En ellas, ha participado además Toni Calvo, director del Programa de Protección Social del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB); y clínicos y coordinadores del PAIME en diversas autonomías: Dr. Bartolomé de la Fuente (Andalucía); Juan J. Aliende (Castilla y León); Dr. Angel Alayo (País Vasco); Dra. Mar Sánchez (Castilla La Mancha); Dra. Marisa Celorrio (Albacete); Dres. Carmen Bule, Miguel Casas y Eugeni Bruguera (Fundación Galatea); Dr. Dayro Gutiérrez, médico especialista en epidemiología; Dr. José Molina Cabildo, presidente del Colegio de Médicos de Ciudad Real; Natalia Ragué, trabajadora social del COMB; Dra. Dolores Braquehais (Clínica Galatea); y Dra. Pilar Arrizabalaga (Hospital Clinic de Barcelona).
 
En la inauguración de las mismas, el Dr. Serafín Romero agradeció a todos los clínicos que atienden a médicos su labor “porque sin ellos el PAIME no existiría”. También quiso destacar el apoyo y el compromiso firme recibido por parte de las Comunidades Autónomas y por las distintas conserjerías.
 
El PAIME actualmente plantea, para el Dr. Romero, unas líneas estratégicas por las que son necesario avanzar. En primer lugar, se refirió a la línea de expansión, “se trata de un programa que puede exportarse a la profesión médica de otros países y a su vez a otras profesiones”, dijo. En este sentido, explicó que países como Costa Rica y Uruguay lo están implantando y recordó los proyectos avanzados con otras profesiones no sanitarias.    
 
También, como segunda línea estratégica, incidió en la investigación como algo “esencial” en el avance del programa. “Podemos aprovechar los nuevos datos que obtenemos para interpretar las distintas realidades y compararlas con el resto de la población, basándonos siempre en el método científico”, señaló.
 
En tercer lugar, la formación fue otra de las vías donde puso especial énfasis el vicepresidente de la Fundación. En esta línea, explicó la importancia de formar en competencias y habilidades no sólo a los clínicos sino a los técnicos y a las nuevas juntas directivas de los Colegios de Médicos para que al renovarse, “los conocimientos sean transmitidos mediante un plan de acogida y el valor que representa el PAIME no se pierda”, puntualizó.
 
Finalmente, en cuarto lugar, incidió en la necesidad de unir la atención sanitaria y social en el PAIME. Para ello abocó a seguir impulsando la necesaria colaboración de todos los agentes implicados (administraciones sanitarias, gabinetes de salud laboral e IT y clínicos) “en una atención integral no pueden faltar datos del ámbito familiar y laboral del médico enfermo”, aseguró y quiso recalcar que el objetivo del PAIME es que “ningún médico de España se quede desatendido por falta de recursos”.
Por su parte, Toni Calvo, director del Programa de Protección Social del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB), señaló que, en los inicios, el PAIME se basaba en una atención muy centrada en aspectos del tipo psiquiátrico y psicológico, y aunque “hoy seguimos con este modelo”, está mucho más evolucionado y con una visión más holística de lo que es la persona, “es decir teniendo en cuenta todas sus dimensiones de su salud mental, de salud física, su salud relacional, su salud profesional, su situación económica”. Y esto es, a su juicio, lo que va consolidando el carácter integral de la atención.
 
 “Pensamos que esa es la forma adecuada de poder cubrir las necesidades de estas personas”, señaló. Por ello, para la implantación del carácter integral, hay que ir más allá de la visión estrictamente psiquiátrica, “darnos cuenta de que no solo hay que trabajar con el trastorno clasificado del enfermo sino trabajar con su entorno relacional familiar, profesional, la exigencia de la propia profesión” algo que nos dé un buen pronóstico de cara al retorno de ese profesional a su lugar de trabajo.
 
En la misma, Nina Mielgo, directora técnica de la FPSOMC, explicó a los clínicos presentes los diferentes modelos de atención PAIME que existen. “En la actualidad hay 52 modelos de atención PAIME correspondientes a los 52 colegios de médicos. Cada colegio lleva a cabo este programa desde su realidad”, aclaró la directora técnica, quien añadió que “hay que unificar la acción de todos para ir avanzando en la misma dirección”.
 
Pero para ella, coincidiendo con los doctores Romero y Calvo, el mayor reto del PAIME es lograr un atención integral basada en una visión holística, visión general y multidimensional de la persona; personalizada, adaptándose a las circunstancias de cada paciente; multidisciplinar, con muchos profesionales implicados en este proceso de atención integral y finalmente interdisciplinar, desde un trabajo en equipo, compartiendo  protocolos, lenguajes comunes o confidencialidad compartida, entre otros.
 
Tras dar a conocer algunos ejemplos de modelos de atención clínica y social del PAIME, donde la atención clínica y la Protección Social van por separado, explicó como es un modelo de atención integral y personalizada del PAIME.  “En este modelo se hace una valoración integral del paciente. Conjuntamente se hace una valoración clínica del médico enfermo y se detectan las necesidades de Protección Social y después de ello se inicia el tratamiento clínico y se hace una propuesta de valoración y orientación social desde el colegio y la fundación”, compartió con los allí presentes.
 
Sobre la intervención con el médico enfermo como paciente difícil, habló la Dra. Carmen Bule, coordinadora del PAIME de la Fundación Galatea, que definió al “paciente difícil” como un “compañero” con problemas mentales y/o adictivos que niega o minimiza su enfermedad y por tanto acude al PAIME forzado por terceros: “superior jerárquico, colega, familiar” y que presenta una mala evolución terapéutica con recaídas frecuentes” señaló. Un caso difícil “es especialmente si se considera que su trastorno puede comportar riesgo de mala praxis”, añadió.
 
Para la intervención, según dijo, es necesaria la implicación de todos, “superiores y compañeros, y la participación de los Servicios de Salud Laboral para tratar de dirigir al médico enfermo (ME) a los servicios del PAIME”.
 
Lo primero es hablar con el paciente e instarlo a recibir tratamiento, haciendo conjuntamente con él la llamada al PAIME para solicitar día y hora. Si pese a ello el médico sigue negándose a recibir tratamiento y existen evidencias de las repercusiones que tiene su trastorno sobre los pacientes, para la Dra. Bule, “se deberá poner en marcha los mecanismos oportunos que logren dirigir al paciente a recibir el tratamiento adecuado y poder reincorporarse en óptimas condiciones a su puesto de trabajo”.
 
La sistematización y registro de datos del paciente PAIME fue otro de los temas que recibió gran importancia durante las jornadas, ya que según dijo el Dr. Bartolomé de la Fuente, coordinador del PAIME en Andalucía, “es fundamental que la actividad que se lleva a cabo en este programa quede registrada para que sepamos que realizamos y como lo estamos haciendo”. Por lo que es importante tener una sistematización en el registro de datos, tanto a nivel del paciente PAIME atendido como de actividades administrativas.
 
Actualmente, según explicó, hay un grupo de trabajo dentro del Comité Nacional PAIME en el que se está elaborando una herramienta en un entorno web que permita tener datos individuales de los casos tratados, lo que, a su juicio, “supondrá una mayor posibilidad de unificar criterios y desarrollar unos informes más ricos en sus matices, con datos de prevalencia e incidencia, análisis comparativos y que nos permita realizar estudios de interés clínico”.
 
El Dr. Ángel Alayo, coordinador del PAIME en el País Vasco, intervino en las jornadas para hablar de la atención al médico jubilado. “Los médicos que ingresan en el PAIME son médicos en activo, los que estaban ya previamente jubilados o discapacitados no tienen disponible su acceso”, puntualizó.
 
El problema, para el Dr. Alayo, viene cuando un médico que está siendo atendido en el PAIME se jubila, o cuando es el propio PAIME el que indica su incapacitación permanente para desarrollar la profesión de médico, al considerar que su estado de afectación mental crónico no es el adecuado para trabajar como médico y que además no tiene posibilidades reales de recuperación. 
 
“Según la normativa actual, con la que no todo el mundo está de acuerdo, este médico jubilado o incapacitado debiera salir del programa”, señaló.
 
Este tema es un debate abierto, por lo que, según dijo, no hay una propuesta cerrada, pero a su juicio, es “importante cuantificar el problema a corto, medio y largo plazo”.
 
La Dra. Mar Sánchez, coordinadora del PAIME en Castilla la Mancha, se centró en la incorporación de la perspectiva de género al PAIME algo, a su juicio, importante “porque estamos presenciando un incremento de mujeres en la profesión médica”, dijo.
 
“Pienso que, si no incorporamos la perspectiva de género a nuestros PAIME, no daremos una respuesta idónea a la demanda de médicas enfermas que nos llegue, con lo cual el pronóstico será peor”, señaló la Dra. Sánchez quien añadió, que “tampoco podremos hacer una prevención adecuada, intervención importantísima en este tipo de Programas”.
 
Sobre las habilidades personales que un clínico debe tener en su intervención con el médico enfermo, la Dra. Marisa Celorrio, coordinadora del PAIME en Albacete, resaltó “expresar empatía, evitar una confrontación, desarrollar las discrepancias con habilidad, rodear las resistencias, apoyar y fomentar la autoeficacia”. En resumen, el objetivo, para la Dra. Celorrio, es facilitar que el paciente médico se posicione hacia el deseo del cambio tratando de ayudarle a reconocer sus problemas presentes y futuros potenciando su percepción de eficacia.
 
“Si estamos bien formados vamos a saber manejar bien nuestras propias emociones y vamos a saber bien situarnos en el roll del clínico del PAIME para poder ayudar a un compañero que en ese momento es un paciente médico enfermo”, concretó.
 
En cuanto, a la preparación de los clínicos la Dra. Celorrio aseguró que “deben estar formados en el manejo del paciente difícil, donde resulta más complicado trabajar”, Y para ella la mejor manera de trabajar esto es “estar bien entrenado en la revista motivacional”.
 
Cuidar la salud del médico es cuidar la salud de todos 
 
El PAIME es un programa sustentado en la confidencialidad, en la confianza, y en su diseño específico para los profesionales médicos que se instrumenta desde los Colegios, además de su función como un elemento de cohesión profesional, por cuanto ayuda al médico con problemas, posibilita su rehabilitación, y ofrece garantías de la capacidad del afectado para volver a ejercer. 
 
El PAIME se financia a través de los Colegios de Médicos, la Fundación para la Protección Social de la OMC y las Administraciones sanitarias. A lo largo de los más de 15 años que lleva implantado el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), más de 3.100 médicos han sido atendidos y de ellos un porcentaje cercano al 90% se han recuperado incorporándose al ejercicio de la medicina. Balance que demuestra que una intervención a tiempo puede facilitar que el médico afectado por estas patologías pueda recuperarse y reintegrarse en su vida laboral con todas las garantías.
 
 
 
 
 
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