Ricardo José Pineda, médico nicaragüense, se ha visto obligado a exiliarse de Nicaragua ante la crisis política y humanitaria que vive el país latinoamericano, donde “los médicos estamos siendo perseguidos, nos torturan y nos están matando balazos por atender a la población” -denuncia
Así lo expresa en una entrevista para este medio el tesorero de la Asociación Médica Nicaragüense quién, tras seis meses en Costa Rica, recala ahora en España para dar voz a los cientos y miles de personas que cada día están viendo vulnerados sus derechos a través de torturas, secuestros, encarcelamientos, violaciones y asesinatos. “Estamos escribiendo la página más horrible de la historia de Nicaragua” – asegura.
El estallido de esta crisis comenzó el 18 de abril del año pasado cuando los estudiantes salieron a la calle para oponerse a la reforma de las pensiones, unas protestas a la que se sumaron campesinos y otros sectores de la sociedad y que ha derivado en un movimiento contra el ejecutivo de aquel país.
El Dr. Ricardo José Pineda, directivo de la Asociación Médica Nicaragüense, vive en primera persona la represión del régimen de Daniel Ortega. “En mi caso particular estoy siendo perseguido por atender durante la protesta a la gente que fue herida, especialmente estudiantes”- comenta. Esta situación le ha llevado a refugiarse durante seis meses en Costa Rica hasta su reciente llegada a España, donde ha participado en el III Congreso de Cooperación Internacional de la OMC para exponer la crisis humanitaria en Nicaragua y el grave conflicto que existe en el país.
El Dr. Pineda recibió el 13 de julio una llamada de un compañero que le avisaba que estaban atacando la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) y que no había médicos. Acudió a la Universidad junto a otros compañeros para atender a los heridos, y horas más tarde fueron desalojados para refugiarse en la Iglesia Jesús de la Divina Misericordia. Allí y contra todo pronóstico, los paramilitares con artillería pesada entre ellas metralletas PKM, M16 y AKA47 asediaron durante 20 horas el centro religioso donde estaban refugiadas unas cien personas, en su mayoría estudiantes. El Gobierno emitió un “Se Busca” en el que se ofrecía una recompensa por la captura o asesinato de este doctor, “no tuve otra opción que salir del país”.
En Nicaragua entrar a un hospital puede provocar que te secuestren o te disparen
Respecto a la situación sanitaria en su país el Dr. Pineda explica que se encuentra en momento crítico porque se ha despedido a mucha gente, han utilizado a los sindicalistas como paramilitares y usan los hospitales como unidades militares. Hoy en Nicaragua no solamente se niega una atención sanitaria correcta a la población, sino que se les dispara si se trata de manifestantes o personas que están señaladas por formar parte de las protestas contra esta situación.
Estos acontecimientos han generado en la población general una desconfianza terrible en el ámbito sanitario, puesto que algunas personas que acuden a los hospitales a buscar ayuda son secuestradas o están desaparecidas. Fruto de esta situación, los profesionales que desarrollan trabajos de terreno, de control de enfermedades como la malaria o el dengue por distintos centros sanitarios o municipios son percibidos como personas al servicio del régimen que pueden secuestrar o torturar a la población, por tanto -manifiesta – “el sistema está severamente cuestionado, con muy poca capacidad de acción, a lo que hay que sumar las carencias de suministros y material en los hospitales”.
Para el Dr. Pineda este temor ha originado que los nicaragüenses busquen ayuda médica fuera de las instituciones, pero – señala –“no toda la gente tiene el poder adquisitivo para poder ser atendido o acceder a los medicamentos de esta manera y esto acarreará a medio plazo problemas de salud a la población”.
Apoyo de las organizaciones médicas internacional como la AMM y Confemel
El facultativo destaca el apoyo que su país y el colectivo médico en particular ha recibido por parte de instituciones como la Asociación Médica Mundial (AMM) y CONFEMEL. Estos apoyos han llegado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se ha manifestado en contra de una crisis sanitaria en la que el Estado, garante de atender a la población sin importar su filiación política, ha hecho dejación de sus funciones y se ha dedicado a perseguir a los profesionales que ejercen la Medicina, según denuncia el Dr. Pineda.
Por otra parte, resalta el paso dado por el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, puesto que “ese llamamiento desde la poderosa Europa puede ayudar a promover una solución a esta crisis que no pase por una guerra civil que implicaría derramar mucha sangre” – asegura.
Invita a tomar medidas para acabar con el régimen de Ortega que define como “un gobierno sultanista en el que su mujer es la vicepresidenta y seis de sus hijos son ministros. Esto – añade – carece de sentido y legalidad puesto que se han vulnerado los derechos de los nicaragüenses y se han dinamitado las instituciones del país provocando una absoluta violación de la Constitución”.
Un silencio informativo que comienza a romperse
Sobre el silencio informativo en torno a esta crisis en Nicaragua, lo atribuyó a varios motivos, entre ellos, la crisis en Venezuela que opaca la situación del resto de Latinoamérica porque “lleva años bajo el foco de los medios de comunicación- asegura. En este país confluyen muchos intereses de potencias como Rusia, China o Estados Unidos y eso hace muy mediático el conflicto”.
Otra serie de hechos que han provocado esta opacidad son, en su opinión, las concesiones que Daniel Ortega ha hecho al gran capital y que ha permitido que los bancos doblen su beneficio desde que el mandatario está en el poder, así como haberse convertido el gran distribuidor de petróleo de Centroamérica y mantener una estrecha colaboración con grupos de narcotraficantes y de blanqueo de capitales.
Todos esos intereses son los que han mantenido silenciadas las protestas, sobre todo por parte de los actores más influyentes y con más capacidad de incidir en la vida política, económica y social en un país.
La voz de todo el mundo tiene que levantarse contra las torturas en Nicaragua
Más de 600 muertes, 4000 heridos, 1500 desaparecidos o secuestrados y 29 niños asesinados son algunas de las terribles cifras que arroja esta situación en Nicaragua. El Dr. Pineda asegura que en su país hay una gran cantidad de presos políticos acusados de cosas absurdas e infundadas “tenemos más de mil personas acusadas de terrorismo, más que en todo el medio oriente” -comenta. Explica que cada día los presos políticos sufren vejaciones y torturas porque el régimen de Daniel Ortega está utilizando la violación sexual como arma de guerra. En muchas ocasiones – añade – “sufren penetraciones con fusiles, bayonetas y cuchillos, torturas que están acreditaditas por los organismos internacionales competentes”.
Ante esta situación hace un llamamiento a la comunidad internacional para que “la tortura en el siglo XXI no pueda ser algo tolerable por la sociedad. Los Derechos Humanos no tienen fronteras y son de aplicación universal y la voz de toda la humanidad tiene que levantarse para defender estos derechos” – exclama.
