Tras ganar el primer premio de la categoría de Escultura en el último Certamen Médico de las Artes de la Fundación para la Protección Social de la OMC (FPSOMC), el Dr. Pablo José Molina García, médico de familia de Toledo, vio como su dedicación a esta especialidad daba un giro de 180 grados y le motivaba para crear su propia colección de esculturas que expondrá en Madrid este otoño, según cuenta en una entrevista a Médicos y Pacientes
Madrid, 5 de junio de 2015 (medicosypacientes.com/S.G.)
Con motivo de la celebración del VII Certamen Médico de las Artes de la Fundación para la Protección de la OMC, que este año contempla cinco disciplinas: Pintura, Relato Corto, Fotografía, Novela y Cortometrajes y que cuyas obras podrán presentarse hasta el próximo 16 de junio; Médicos y Pacientes ha entrevistado al especialista en Medicina de Familia en Toledo, el Dr. Pablo José Molina García, que logró el primer premio en la categoría de Escultura con la obra “Ecos de porta” el año pasado.
En la entrevista asegura que recibir el galardón supuso para él un giro de 180 grados en su dedicación a la escultura. “He pasado de ser un aficionado en la sombra a poderme embarcar en nuevos proyectos y compartir con escultores y artistas que de otro modo no hubiera conocido”, expresa el Dr. Molina.
También se muestra agradecido por la labor de la Fundación, que a su juicio presta una ayuda “tan necesaria”. “El ambiente que se respira en la Fundación es limpio y honesto, así lo percibí en el acto de entrega de la pasada edición donde éramos la mayoría desconocidos y nos sentíamos en familia”, explica.
¿Qué supuso para usted haber recibido este reconocimiento? ¿De qué forma cree que le ha animado a continuar con su faceta artística?
Un giro de 180 en mi dedicación a la escultura. Siempre quise expresar en el modo 3D escultórico la belleza y el mundo figurativo de las imágenes bidimensionales de la ecografía clínica. Cada día que coges un transductor esculpes órganos vivos en un mundo de sombras. Y he pasado de ser un aficionado en la sombra a poderme embarcar en nuevos proyectos y compartir con escultores y artistas que de otro modo no hubiera conocido. Exponer en el Ateneo de Madrid y recibir el galardón han sido las bases para una colección de esculturas que bajo el nombre “Artefactos y Reverberaciones” estoy ultimando para exponer en Madrid el próximo otoño junto con mi maestro Francisco López de la Escuela de Artes de Toledo. Francisco, escultor de oficio, tiene mucha experiencia y siempre apostó por las “ecoesculturas” pero el Certamen fue el espaldarazo definitivo. Además dentro de la OMC, el Dr. Antonio Fernández Pro Ledesma, con el que comparto ecógrafo en el Centro de Salud, me ha apoyado mucho a seguir aprendiendo en el mundo de la Ecografía Clínica y de su relación con el arte. Y, no voy a negarlo, el dinero: gracias a la dotación económica viajé a Berlín para documentarme en varios museos y he invertido en barro, piedra y bronce.
¿Qué le animó a presentarse al Certamen? ¿Volverá a participar?
Sentirme arropado bajo un colectivo con el que me siento identificado: el médico humanista. De otro modo hubiera sentido cierto pudor al ser mi primera obra en bronce. Volveré a participar en ésta y próximas ediciones porque me encantó la propuesta y la puesta en común con otros compañeros. Aunque no pueda concurrir a ningún premio en algunos años. Me ha enriquecido humana y artísticamente.
¿Cómo valora esta iniciativa de la Fundación para la Protección Social de la OMC (FPSOMC)?
Es una iniciativa muy necesaria. Conozco a muchos médicos que entienden y “sufren” la íntima relación de la Medicina con el Arte. Somos unos espectadores privilegiados de la expresión humana y tenemos que contarlo. Cada uno en su lenguaje: la pintura, la fotografía, el cine, la escultura, la música y la palabra. La Fundación nos brinda una oportunidad maravillosa para expresarnos y darnos a conocer a la sociedad.
Este año se ha incorporado la categoría de “Cortometraje” y en la categoría de novela pueden participar todo tipo de escritores, ¿qué le parecen estas novedades?
Enriquecen la propuesta. En el último curso de Ecografía nos dio clases un profesor estupendo que además de llevar la Medicina Solidaria por el mundo hace cine con mayúsculas. Seguro que muchos le conocéis. La película MIR de José Manuel Solla. La participación de más escritores en novela nos abre más a la sociedad. Y compartir siempre es bueno.
A su juicio, ¿considera que faltan otras categorías? ¿Cuáles?
La música: es la expresión más directa y cotidiana del sentimiento humano. Y hay muchos médicos rockeros, clásicos, virtuosos…Mi tío Ángel Simón, durante muchos años profesor de Dermatología en la Autónoma de Madrid, era un tenor fabuloso.
¿En qué medida cree que el ejercicio de la medicina está íntimamente ligado con el humanismo y las artes?
La medicina es una disciplina donde el conocimiento biológico, filosófico, antropológico y social del ser humano lo impregna todo. Y el arte es la expresión necesaria para no volvernos locos. Donde la genética y la filosofía se quedan cortas llega la poesía.
¿Qué le diría a otros médicos y profesionales para que se animen a participar en el siguiente Certamen?
Yo siempre fui muy escéptico con los certámenes y premios. Los tópicos que siempre circulan que si ya está concedido de antemano que si esto y aquello. Nada más lejos. Al menos en nuestro colectivo. A mí me ha abierto muchas puertas y entré con mucho pudor y de puntillas. El ambiente que se respira en la Fundación es limpio y honesto. Y el acto de entrega de la pasada edición lo dice todo: éramos la mayoría desconocidos y nos sentíamos en familia.
¿Qué conocimiento o información tiene sobre la Fundación y su actividad de Protección Social?
Mi conocimiento es a través de los desgraciados casos personales que por discapacidad o fallecimiento han recibido la ayuda tan necesaria que ofrece. Hasta que no te toca cerca no lo ves. El sentirse vinculado a una Fundación con inversiones tan nobles te reconcilia con el gremio y con la sociedad tan competitiva que a veces nos quiere envenenar a unos contra otros.
La Fundación, aunque lleva cerca de un siglo atendiendo a los médicos y sus familias que por distinto motivos se encuentran en situaciones de necesidad, es una gran desconocida entre el colectivo médico. ¿Qué vías de comunicación considera actualmente las más eficaces para esta labor de comunicación y divulgación de la Fundación?
Es una lástima pero es cierto. Hacen falta más voces en la publicidad como el excelente vídeo de la experiencia de Don Carlos Herrera como médico y huérfano de médico. Más presencia en las redes sociales, los medios de comunicación en general y los espacios culturales. Llevar con orgullo ser de la Fundación y colaborar con ella. Nos interesa a todos sin excepción.