Aunar Medicina, Historia y Literatura fue el objetivo del Dr. Juan Martínez, director de la Fundación para la Formación de la OMC (FFOMC) durante su intervención en la Conferencia Inaugural del I Congreso de la Medicina, organizado por el Colegio de Médicos de Málaga (Commálaga). Según expuso en su discurso, “de la mano de la literatura y de la historia los médicos podemos ser mejores médicos, entender más a las personas y a nosotros mismos y por tanto, ser mejores para los pacientes, el único fin honesto de todo cuanto hacemos en nuestra vida profesional”
Dr. Juan Martínez: Medicina, Historia y Literatura
El Dr. Juan Martínez, especialista en Medicina Preventiva, se valió de dos historias para ejemplificar el vínculo que entrañan las tres ciencias.
En la primera, sobre Medicina e Historia, para él es importante ahondar y conocer esta rama, ya que, a su juicio, la “Historia nos reconcilia con nosotros mismos, nos permite profundizar intensamente en los por qué de las cosas que hacemos y nos da a conocer el intrincado árbol de la ciencia hasta sus orígenes, hasta las raíces”.
Por ello, hizo un repaso sobre la vida del Dr. Juan Planelles, “un nombre sepultado en la historia de España en general y en la historia de la Medicina en particular”, dijo. Panelles fue un médico español fallecido en el exilio en la extinta Unión Soviética.
Este profesional al que mostró su admiración y al que define como “un clínico sensible a los problemas de la gente”, es considerado el “microbiólogo-farmacólogo más importante de la Unión Soviética” por sus investigaciones y como descubridor de numerosos antibióticos y sus efectos nocivos.
“Gracias al trabajo de Planelles, por ejemplo, se estandarizó por aquel entonces la potencia de las insulinas”, explicó el Dr. Juan Martínez quien añadió que este médico “aportó interesantes hallazgos en endocrinología y ginecología, incorporando incluso a Madrid el primer test de embarazo”.
Recibió la medalla de Oro de la Academia con el trabajo “Valoración biológica de los medicamentos complejos”, según aclaró el Dr. Martínez.
En 1937, este médico –según contó el Dr. Martínez- fue nombrado Subsecretario de Sanidad en el Gobierno de la República. En los meses que duró su único cargo político reforzó las medidas de prevención, de vacunación, de control de medicamentos. “Ordenó por primera vez en España, la gratuidad de toda la asistencia hospitalaria, primer antecedente del Sistema Nacional de Salud que hoy conocemos”, aseguró.
La Medicina en la obra de Gabriel García Márquez
En la segunda parte de su discurso centró su atención en la Literatura vinculada a la Medicina. Para ahondar en este tema se valió de uno de los narradores “más importantes” de la lengua castellana, Gabriel García Márquez. Por ello, detalló la “relación profunda” entre la Medicina y la obra de este Premio Nobel.
“Al buen médico, la literatura le sirve de reflexión además de, por supuesto, entretenimiento. Y este es el caso notable de la obra del genial autor colombiano”, aseguró el Dr. Martínez.
Gabriel García Márquez estaba vinculado con la Medicina, ya que su padre ejerció de profesional paramédico, tenía un consultorio dedicado a tratamientos con plantas medicinales, con permiso de las autoridades.
“El propio García Márquez fue en su juventud vendedor de enciclopedias y de libros de medicina y alguno que otro debió leer sin ninguna duda, por el detalle y la riqueza de la documentación médica y científica de sus cuentos y novelas”, afirmó en su conferencia.
En sus primeros años de ejercicio profesional como periodista, por ejemplo, relata de un modo magistral la conmoción por un caso de rabia en un pueblo colombiano y la denodada lucha por la búsqueda del antídoto, del cual el país entero estaba desabastecido.
“Este ejemplo de la literatura es, ni más ni menos, un caso real de cualquier país del mundo en vías de desarrollo”, detalló.
Para el Dr. Juan Martínez “leer nos permite vivir de prestado la experiencia de otros; y el médico sensible a los problemas de las personas no puede ser ajeno a las catástrofes humanitarias como no lo es de hecho, pues hay pocas profesiones con mayor compromiso en cooperación”.
Comprender la naturaleza del síntoma, habiéndolo vivido, confiere un matiz al clínico maduro que , tal y como explica, raramente puede tener el médico joven que, para su fortuna, aún no ha padecido ni visto padecer en sus seres queridos ni tampoco tiene la suficiente experiencia profesional. “La profunda comprensión y cercanía con el doliente solo puede adquirirse por vivencia propia o cercana, y a veces, gracias a la gran literatura, de la mano de sus personajes”, matizó.
Pero hablar de la Medicina en la obra de Gabriel García Márquez es para el Dr. Juan Martínez necesario hablar de El amor en los tiempos del cólera, una de sus obras preferidas.
“La presencia de la enfermedad, el accidente y la muerte son constantes. Se citan en esta novela un total de (según mi recuento personal) 129 problemas médicos, síntomas, signos y cuestiones relevantes tanto clínicas, como preventivas e incluso éticas, perfectamente enlazadas con el argumento” enfatizó.
El amor en los tiempos del cólera incluye también llamadas al núcleo de la profesión médica. “El Dr. Urbino acostumbraba a decirles a sus alumnos que <>, y esto es algo que deberíamos recitar todas las mañanas, en nuestro interior, cada uno de nosotros, si estamos en la asistencia sanitaria”, recalcó.
Asimismo, en otro pasaje, se aborda un tema nuclear de la profesión médica, aunque solo sea de soslayo, el secreto profesional. Hildebranda, la cuñada del Dr. Urbino, le confiesa el amor platónico que sufría por su mujer un tal Florentino Ariza.
En definitiva, el Dr. Juan Martínez, expuso que los interminables los ejemplos, los guiños a la ciencia y al arte médicos en esta obra y en otras tantas del escritor colombiano. “Baste añadir ahora que, sin prisa, el tema merece un estudio más en profundidad y que pienso ha quedado demostrado que, una mirada a la historia en general y a la historia de la Medicina en particular, junto a la lectura de alguna de las grandes obras de la literatura universal, nos permite reflexionar sobre lo que hacemos y como lo hacemos, con idea de mejorarlo. Es decir, nos hace ser mejores médicos”, concluyó en la conferencia inaugural.