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Diez años de contribución del PAIME a la salud comunitaria

El Programa Integral de Atención al Médico Enfermo (PAIME) nace en Barcelona en 1998, con objetivos bien claros: poder ayudar al mayor número posible de médicos enfermos; asegurar que reciban la asistencia especializada necesaria; favorecer su rehabilitación como profesionales; y procurar que la práctica de la Medicina se haga en las mejores condiciones posibles para la salud de los ciudadanos. A su consolidación, tras diez años de funcionamiento, han contribuido decisivamente los Colegios de Médicos. En este sentido, y gracias al empuje dado, a su vez, por la Organización Médica Colegial al programa, éste ha logrado extenderse por otros Colegios de Médicos y gobiernos autonómicos de todo el territorio español

Madrid 29 de noviembre 2008 (medicosypacientes.com)

El Programa Integral de Atención al Médico Enfermo (PAIME) nace en Barcelona en 1998, tras dos años de maduración, mediante un acuerdo entre el Colegio de Médicos de Barcelona y la Generalitat de Cataluña. Como recuerda uno de los promotores de este programa, el secretario del Colegio de Médicos de Barcelona, el doctor Jaume Padrós, ?en 1997, cuando se planteó su creación, nos dimos cuenta que necesitábamos la complicidad de la profesión, complicidad necesaria para hacer entender que teníamos que cambiar el ?chip?, y reconocer que los médicos también podemos sufrir enfermedades de tipo mental o adiciones, que no deben ocultarse cuando se manifiestan, que necesitan ser tratadas y que hay que ser conscientes de que pueden afectar a las relaciones con el paciente?. ?Sabemos que cuando la conspiración del silencio se perpetúa en el tiempo, la solución del problema que puede padecer cualquier médico se torna más difícil?, según Padrós.

Es por ello, que los objetivos que se marcaron ya en su momento los responsables de esta pionera iniciativa son bien claros: poder ayudar al mayor número posible de médicos enfermos; asegurar que reciban la asistencia especializada necesaria; favorecer su rehabilitación como profesionales; y procurar que la práctica de la Medicina se haga en las mejores condiciones posibles para la salud de los ciudadanos.

De ahí que, como modelo de atención integral al médico enfermo, el PAIME cumple una doble finalidad, por una parte conseguir que el facultativo se sienta respaldado y por otra parte dar una garantía de protección a los pacientes. Como subrayan sus responsables, al respecto, ?no se trata de un programa de lujo, ni de una intervención puramente asistencial, sino un elemento de control de garantía del ejercicio profesional, con una importante participación de los Colegios de Médicos».

De noviembre de 1998 hasta septiembre de 2008, han sido tratados a través de este programa 1.375 médicos, según datos procedentes de la Fundación Galatea, principal instrumento del que dispone el PAIME para su gestión. De ellos, el 93 por ciento lo han hecho de forma voluntaria, y más de 700, en la unidad asistencial de Cataluña.

Para el tratamiento de estos profesionales se dispone de unidades ambulatorias repartidas por todo el país, junto a una unidad de internamiento en Barcelona, en la que se admiten aquellos casos que ha precisado ser derivados para su correcta atención.

Uno de los primeros méritos cosechados por el programa es que se erige como pionero en el conjunto de las profesiones en España. Como ha comentado al respecto el presidente de la Organización Médica Colegial, el doctor Isacio Siguero, ?después de 10 años de experiencia podemos afirmar que los médicos han sido la primera profesión que ha abordado con valentía esta realidad que se da en todos los colectivos y que han puesto los medios para su prevención y corrección, porque asumen su responsabilidad social y reconocen que si bien la salud de los médicos es muy importante, más aún lo es la de los ciudadanos a los que atienden?.

Precisamente, la consolidación del papel de los Colegios de Médicos en este programa ha sido decisiva, se puede decir que, a lo largo de sus 10 años de existencia, ha sido uno de sus logros más importantes. En este sentido, y gracias al empuje dado por la Organización Médica Colegial al programa, éste se extendió por otros Colegios de Médicos y gobiernos autonómicos de todo el territorio español. Según palabras del secretario general del Consejo General de Médicos, el doctor Juan José Rodríguez Sendín. «sin los Colegios de Médicos, este programa no podría existir, ya que está construido sobre la base misma de los Colegios, sobre su capacidad de ordenar y regular la profesión médica. Si no hubiera Colegios, sencillamente, el PAIME no sería posible».

Es evidente que, a medida que el programa avanza, existen nuevos escenarios para este programa, como es la expansión de su utilidad y que este programa se incluya dentro de las herramientas del propio sistema sanitario para garantizar una buena asistencia.

A juicio del presidente del Colegio de Médicos de Córdoba, el doctor Serafín Romero, ?El PAIME debe consolidarse con una mentalidad añadida de promoción y prevención integral, muy en conexión con las Administraciones, a través de los equipos de salud laboral y de incapacidad temporal?. De lo que se trata, además ?prosigue el doctor Romero- es que ?todos vayamos por el mismo camino, innovando, a la vez, en otros aspectos como el de la investigación sobre la salud del médico. Hay que incidir en estudios sobre las causas de enfermar del profesional y también desde el punto de vista de la salud de género?.

La filosofía del PAIME

Como explican los responsables de este programa, ?la filosofía que impregna el PAIME ?no es persecutoria, no punitiva, sino que promueve el acceso voluntario y la prevención de riesgos, a la vez que promociona la recuperación del profesional que recibe los cuidados?.

Al respecto, y como ha explicado el doctor Padrós, en el Código Deontológico del Consejo de Colegios Médicos de Cataluña, introducimos dos artículos que justifican la existencia del PAIME?. De igual forma se procedió, a continuación en el Código de Ética y Deontología de la Organización Médica Colegial, aprobado en septiembre de 1999, en cuyo capítulo 5º, artículo 19 dice textualmente:

  1. «El médico debe abstenerse de actuaciones que sobrepasen su capacidad. En tal caso, propondrá que se recurra a otro compañero competente en la materia.
  2. Si un médico observara que por razón de edad, enfermedad u otras causas, se deteriora su capacidad de juicio o su habilidad técnica, deberá pedir inmediatamente consejo a algún compañero de su absoluta confianza para que le ayude a decidir si debe suspender o modificar temporal o definitivamente su actividad profesional.
  3. Si el médico no fuera consciente de tales deficiencias y éstas fueran advertidas por otro compañero, éste está obligado a comunicárselo y, en caso necesario, lo pondrá en conocimiento del Colegio de Médicos, de forma objetiva y con la debida discreción. No supone esta actuación faltar al deber de confraternidad, porque el bien de los pacientes ha de ser siempre prioritario.»

«No es un programa de lujo»

El PAIME, como advierte el doctor Padrós, ?no es un programa de lujo ni una intervención puramente asistencial, sino un elemento de control de garantía del ejercicio profesional y, en base a ello, los Colegios de Médicos han de hacerse responsables de una parte, de lo contrario nunca se sentirá como propio?.

Precisamente, uno de los principales requisitos para poder acceder a este programa asistencial es que el solicita adscribirse al mismo sea un médico colegiado en activo. El PAIME es un programa gratuito dirigido únicamente a los médicos colegiados y en activo, esto quiere decir, que no estén en situación de invalidez o de jubilación, dirigido a los médicos tanto de de Cataluña como a todos aquellos que pertenecen al resto de Colegios médicos de otras Comunidades Autónomas u otras instituciones que se hacen cargo de los gastos des sus tratamientos y con los que el PAIME ha establecido acuerdos de colaboración.

Entre los requisitos para poder beneficiarse de este programa figuran: estar en posesión del título de Medicina; estar registrado en su respectivo colegio oficial; estar ejerciendo o, como mínimo, haberlo estado en los últimos tres años y tener la posibilidad de volver a estar activo laboralmente; sufrir un trastorno mental o adictivo que pueda disminuir la calidad del ejercicio profesional y perjudicar a los pacientes; acceder a través del programa PAIME de los colegios de médicos; tener cubierta la financiación de los servicios. En el caso de Cataluña y otras comunidades autónomas que han alcanzado un acuerdo entre las respectivas Consejerías de Salud y los Colegios de Médicos, los servicios del PAIME pueden estar total o parcialmente cubiertos.

Para recibir los servicios del PAIME se han tipificado varios tipos de demandas, entre ellas, la demanda Voluntaria (DV) entendida como la que se produce por voluntad del médico enfermo (ME) cuando solicita la ayuda del programa. Además, la DV puede ser: espontánea (DVE), que es cuando el ME ha pedido el tratamiento básicamente por su propia voluntad; o inducida (DVI), que se produce cuando el ME acude básicamente por la presión de alguien de su entorno familiar o laboral, con mucho ascendiente y/o autoridad sobre él.

También se contempla la Comunicación Confidencial (CC) cuando una tercera persona informa al Colegio de Médicos y/o al PAIME de un posible ME. En este supuesto se pide toda la información del caso y la Unidad de Acogida y Seguimiento de Procesos (UASP) junto con el informante establecen una estrategia para conseguir que el ME pida él mismo, voluntariamente, la ayuda del PAIME.

Si la información pone de manifiesto una situación de grave riesgo, entonces se pone en conocimiento del correspondiente secretario de la entidad colegial correspondiente para que valore el tipo de intervención a seguir y se solicita al informante el máximo de información del caso por escrito.

Además, existe la denuncia Formal (DF) que es aquélla que informa al Colegio de Médicos y/o al PAIME de un posible ME mediante un escrito formal dirigido al COM en el que además de constar las circunstancias principales del caso denunciado figuran los datos de identificación, tanto del denunciado como del denunciante, así como la firma de este último.

La importancia del Contrato Terapéutico

Otro de los elementos que mayor garantía otorgan al PAIME es el Contrato Terapéutico (CT), ?reflejo documental de un compromiso adquirido entre las partes que lo firman, que tiene un gran valor moral aunque no jurídico?. El compromiso común es la rehabilitación del médico enfermo para que este pueda volver a trabajar en las debidas condiciones.

Como explica al respecto el gerente de la Fundación Galatea, el doctor Antoni Arteman, el contrato terapéutico actúa cuando se detecta que un médico puede comportar un riesgo para la praxis profesional?. Es por tanto que este tipo de contrato se utiliza en casos difíciles, en los que el médico enfermo ha negado o niega tener un problema, o bien lo minimiza, cuando hay evidencias claras de que lo sufre y necesita seguir un tratamiento especializado bajo control.

Este contrato también es útil cuando el terapeuta detecta una recaída, sobre todo en una tendencia negativa del proceso, y es del todo imprescindible cuando hay riesgo para la praxis y el ME quiere seguir trabajando. Tal como insiste, en este sentido el doctor Arteman, ?cuando hay riesgo para la praxis, los Colegios de Médicos han de involucrarse obligatoriamente?.

La participación de la entidad colegial radica, para este caso en concreto, radica en firmar los contratos terapéuticos ante una variedad de casos: a) cuando el caso ha accedido a través de una Comunicación Confidencial (CC) o una Demanda Voluntaria Inducida (DVI), en la que un tercero se ha implicado claramente en la notificación del caso al PAIME y/o al Colegio de Médicos; y b) cuando el terapeuta observa un grave incumplimiento de las pautas terapéuticas prescritas al ME, con riesgo para el propio proceso de rehabilitación del ME o para la praxis.

El contrato se firma, por regla general, en el propio COM siguiendo una cierta ?liturgia de corporación profesional? que quiere autorregular su ejercicio profesional de acuerdo con el Código Ético propio. Entre los firmantes básicos del Contrato deberían figurar, además del propio médico enfermo; el secretario de la Junta del COM, o alguien delegado por la misma para estos efectos; y el médico (psiquiatra) que está tratando paciente, que acepta ser el terapeuta del caso.

Además, es aconsejable que también lo firmen un tutor, que puede ser un colega o un familiar y que esté cerca de él casi a diario; un responsable asistencial de la entidad en la que trabaje el médico enfermo, con la finalidad de si el paciente está estable y/o abstinente, la de favorecer su reingreso laboral y facilitarle que pueda acudir a las consultas, terapias y controles en el caso que así lo disponga su psiquiatra.

Retos del PAIME

En el recién celebrado III Congreso del PAIME, a mediados de noviembre en Barcelona, se establecieron 10 retos por los que ha de atravesar este Programa en el futuro:

  • Desarrollar desde la OMC los criterios que permitan una estandarización consensuada de la actividad- y de la calidad de la misma- de los diferentes Programas existentes, y estableciendo de forma transparente unos criterios comunes de homologación y registro sistemático de los datos de todos los PAIME.
  • Los Colegios a través de sus PAIMES deberían promover un mayor acceso de médicos enfermos que en la actualidad no se benefician del Programa.
  • Intensificar el abordaje integral y personalizado de los casos para una mejor identificación y tratamiento de los problemas así como garantizar un registro confidencial de los datos más relevantes.
  • Debería existir una relación de trabajo más intensa entre los terapeutas del PAIME y los responsables colegiales en las situaciones más complejas en las que se detecte un posible riesgo para la praxis.
  • Hace falta una mayor implicación por parte de los Colegios en el desarrollo de instrumentos colegiales para la limitación y/o tutela de los casos de riesgo de mala praxis.
  • Se deben intensificar aquellas iniciativas que permitan una rehabilitación y reinserción laboral más efectiva.
  • Hace falta una mayor implicación en los PAIMES de los responsables médicos de servicios de prevención y de riesgos, de salud laboral de los centros sanitarios.
  • Necesidad de estimular y promover la redacción y publicación de estudios para el mejor conocimiento de la realidad y consolidar el liderazgo internacional del PAIME en España.
  • Hacer más accesible y comprensible el punto de acceso informativo del PAIME en los portales colegiales, centrándolo también en la promoción de la salud y el bienestar.
  • Continuar desarrollando programas de prevención y de promoción de salud de los médicos y otros profesionales sanitarios.
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