El 30%, un tercio, de las muertes por enfermedades transmitidas por alimentos se producen en niños menores de cinco años, siendo África y el sureste de Asia las regiones más afectadas según ha asegurado la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un informe sobre el impacto de los alimentos contaminados en la salud y el bienestar y donde también se pone de manifiesto que el 10% de la población enferma una vez al año por ingerir alimentos en mal estado
El 30%, un tercio, de las muertes por enfermedades transmitidas por alimentos se producen en niños menores de cinco años, siendo África y el sureste de Asia las regiones más afectadas según ha asegurado la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un informe que mide el impacto de los alimentos contaminados en la salud y el bienestar.
El informe, que estima que la contaminación de los alimentos es causada por 31 agentes entre bacterias, virus, parásitos, toxinas y productos químicos; establece que cada año enferman por esta causa alrededor de 600 millones de personas, de las que acaban muriendo 420.000, 1 de cada 10. La contaminación alimentaria se da, sin embargo, en los niños menores de cinco años, ya que mueren 125.000 cada año por ingerir alimentos en mal estado.
Este estudio que presentó la OMS es el primero que mide el impacto de la comida contaminada. De hecho, la directora general de esta organización, la doctora Margaret Chan, señaló que “hasta ahora, las estimaciones sobre muertes por contaminación de alimentos eran escasas e imprecisas” y, en este sentido, destacó la importancia de saber qué patógenos, transmitidos por alimentos, “están causando los mayores problemas”
Los resultados del estudio, que según señalaron son el fruto de una década de trabajo por parte de más de un centenar de investigadores, arrojan que la diarrea supone más de la mitad de las patologías relacionadas con la contaminación alimentaria, dándose cada año 550.000 casos y 230.000 muertes.
“Gracias a este estudio sabemos ahora que la carga mundial de enfermedades transmitidas por los alimentos es considerable, lo que afecta a personas de todo el mundo – especialmente los niños menores de 5 años de edad y a las personas en zonas de bajos ingresos “, expuso el Dr. Kazuaki Miyagishima, Director del Departamento de Seguridad Alimentaria y Zoonosis de la OMS.
Las enfermedades que producen diarrea son responsables de más de la mitad de la carga mundial de enfermedades transmitidas por los alimentos, de forma que produce 550 millones de personas enfermas y 230 000 muertes cada año, de las cuales 96.000 son niños, según el informe se debe en la mayoría de los casos, a ingerir carne cruda o poco cocinada, huevos o productos frescos, así como por alimentarse a base de productos contaminados por las bacterias “campylobacter”, por E. Coli o salmonela no tifoidea. Otras enfermedades relacionadas con alimentos contaminados son la hepatitis A, la tenía o la fiebre tifoidea, según informó la OMS.
Los países con menos recursos son más proclives a sufrir casos de fiebre tifoidea y de cólera producida por alimentos en mal estado, ya que el riesgo de sufrir contaminación alimentaria aumenta en el momento en que se ven obligados a cocinar con agua no procesada o insegura, así como por producir y almacenar los alimentos en lugares poco propicios y con poca higiene.
En los países desarrollados, la contaminación por las bacterias “campylobacter” es la más común, sin embargo las muertes por ingerir alimentos en mal estado apenas son representativas. Por ejemplo, Europa es la región con menos incidencia de la contaminación alimentaria, siendo 23 millones las personas que caen enfermas por comida insegura o en mal estado, que causan 5.000 muertes.
Por el contrario, África es el continente con más casos y, también, muertes por contaminación de alimentos. Alrededor de 91 millones las personas enferman por esta causa y mueren cada año 137.000.
La OMS informó de que una alimentación poco adecuada durante la niñez puede afectar gravemente al desarrollo físico e intelectual de los menores, por lo que la organización internacional alerta del elevado impacto de la malnutrición de los niños.