La Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña está elaborando un protocolo pionero en España para reducir en los niños las radiaciones ionizantes, principalmente radiografías y TAC, después de que dos estudios internacionales hayan comprobado su relación con el desarrollo de cáncer a largo plazo
Barcelona, 7 de enero 2015 (medicosypacientes.com/E.P.)
La Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña está elaborando un protocolo pionero en España para reducir en los niños las radiaciones ionizantes -principalmente radiografías y TAC-después de que dos estudios internacionales hayan comprobado su relación con el desarrollo de cáncer a largo plazo.
Según la directora de Ordenación y Regulación Sanitarias, Roser Vallès, “a nivel europeo se ha comprobado que el exceso de radiaciones ionizantes causan efectos indeseados en los niños”, aunque las consecuencias no se perciben hasta 15 años después.
Dichos estudios publicados en The Lancet y British Medical Journal sostienen que exponer un niño a la radiación de dos o tres TAC de la cabeza triplica el riesgo de desarrollar cáncer cerebral, y que un menor expuesto a entre cinco y diez pruebas de este tipo es tres veces más propenso a desarrollar leucemia que un chico sin esa exposición.
Vallès destacó que la elaboración del protocolo, el primero de estas características en España, se hará en colaboración con las sociedades científicas, y persigue que este tipo de pruebas “se hagan sólo en casos estrictamente necesarios y con las dosis de radiación exactas”.
Señaló que hasta ahora “quizás se hacían más radiaciones de lo debido sin un estricto criterio clínico, a menudo a petición del propio paciente, que se queda más tranquilo cuando le hacen una prueba para descartar cualquier cosa”.
Por eso, la intención de Salud es “que los profesionales sigan protocolos basados en la evidencia clínica y que los pacientes estén bien formados e informados” de los efectos de las radiaciones ionizantes.
Además, concretó que reducir las radiaciones en niños responde a dos proyectos de Salud: el Programa de Seguridad de Pacientes y el Programa Esencial de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Catalunya (Aquas, por sus siglas en catalán).
Para elaborar el protocolo, Salud ha contactado con la experta en radiaciones pediátricas Goya Enriquez, que liderará la redacción del documento y analizará las prácticas de los centros catalanes en este ámbito.
Enriquez explicó, al respecto, que la prueba que afecta más al organismo es el TAC -“a pesar de que en los últimos años ha mejorado mucho”-, por lo que se pedirá a los profesionales que sólo la prescriban a niños si es imprescindible.
“Los niños están en fase de crecimiento y sus células no son maduras, lo que les hace mucho más sensibles a la radiación que los adultos”, según Enriquez, que destaca la importancia de que los técnicos que realizan las pruebas apliquen las dosis de radiación adecuadas.
Ha destacado que las radiaciones “también afectan a los adultos, pero, como los efectos no se ven hasta 15 ó 20 años más tarde, algunos ni viven lo suficiente para desarrollar problemas”.
“Siempre que esté indicado es mejor hacer ecografías. Si se puede llegar al diagnóstico de un paciente con una prueba que no sea radiación ionizante, debe recurrirse a ella”, ha manifestado.
También se refirió a la posibilidad de que en Cataluña se entregue una tarjeta de radiación a cada paciente para controlar sus exposiciones, algo que ya se hace en otros territorios europeos: “Para hacerlo, la gente debe estar muy preparada porque, si no, se cae en el alarmismo y alguien se puede negar a hacerse pruebas necesarias”.