La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, destacó el compromiso del Gobierno en la eliminación de todas las barreras para la prevención del VIH y la proximidad de España de alcanzar los objetivos planteados por ONUSIDA para el año 2020 en este terreno, durante su participación ayer en el acto de homenaje a profesionales sanitarios que a lo largo de casi cuatro décadas han trabajado en el abordaje del virus del VIH y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida)
Carcedo destaca el compromiso del Gobierno en la eliminación de barreras para prevenir el VIH
Carcedo se refirió a dicho compromiso del Gobierno en la eliminación de todas las barreras para la prevención del VIH, su diagnóstico precoz y la no discriminación de las personas. Compromisos recogidos en el Pacto Social por la No Discriminación y la Igualdad de Trato asociada al VIH.
En los años 80 la esperanza de vida no superaba los dos años. Hoy el sida ha dejado de ser una enfermedad mortal para convertirse en una enfermedad crónica “que precisa de la adaptación de las estrategias de prevención de las comorbilidades, del manejo clínico y del abordaje de la cronicidad”, recordó Carcedo.
A 31 de diciembre de 2016 se estimó que había 146.500 personas con el virus del VIH en España. Y según el último informe epidemiológico, en 2017 se notificaron 3.381 nuevos casos.
España se encuentra muy cerca de alcanzar los objetivos planteados por ONUSIDA para el año 2020 de 90-90-90 (90% personas con VIH diagnosticadas; 90% en tratamiento antirretroviral y 90% con carga viral suprimida).
Se estima que en nuestro país un 86,2% de las personas con infección por VIH conoce su diagnóstico, un 93,4% de las personas diagnosticadas reciben tratamiento antirretroviral y un 90,4% de esas personas habrían alcanzado supresión viral.
“Desde el Ministerio sabemos que es necesario reforzar los esfuerzos para incrementar esos porcentajes”, ha señalado la Ministra. “Y para poder lograrlo el papel de los y las profesionales sanitarios es clave”.
La salud, el bienestar y la calidad de vida de las personas con infección por VIH “es una tarea obligada para la administración sanitaria”, ha destacado Carcedo. “Y para ello es importante realizar un abordaje integral y multidisciplinar, abarcando todas las especialidades que puedan intervenir en la atención del paciente con infección por VIH”.
La situación actual de la infección por VIH sitúa a los y las profesionales sanitarios ante nuevos retos como la importancia de incidir en aspectos relacionados con hábitos de vida saludables para prevenir la comorbilidad asociada a la infección y al envejecimiento prematuro, promover el diagnóstico y el tratamiento precoz, la detección precoz de los efectos adversos de los tratamientos y reforzar la adherencia al tratamiento de los pacientes con VIH.
Más de tres décadas de lucha
“Hoy conocemos perfectamente las vías de transmisión del VIH, contamos con tratamientos efectivos basados en fármacos antirretrovirales que combaten el virus. Pero esto es hoy”, señaló Carcedo.
Los profesionales sanitarios que han participado en el homenaje han relatado las dificultades a las que se enfrentaron hace casi cuatro décadas cuando el sida era una enfermedad desconocida, contagiosa y mortal. Un desconocimiento que provocaba rechazo, miedo y estigma en las personas que padecían sida. “Fueron tiempos difíciles en los que la labor de los profesionales que atendían a estos pacientes fue clave”, reconoció la ministra.
El primer caso de sida en España se diagnosticó en octubre de 1981 en el Hospital Vall d´Hebron de Barcelona. “Fue una época marcada por el desconocimiento de esta nueva enfermedad que pronto se convirtió en pandemia”, recordó la ministra que, indicó, que en los años 80 la esperanza de vida no superaba los dos años. Hoy el sida ha dejado de ser una enfermedad mortal para convertirse en una enfermedad crónica “que precisa de la adaptación de las estrategias de prevención de las comorbilidades, del manejo clínico y del abordaje de la cronicidad”.
A 31 de diciembre de 2016 se estimó que había 146.500 personas con el virus del VIH en España. Y según el último informe epidemiológico, en 2017 se notificaron 3.381 nuevos casos.
España se encuentra muy cerca de alcanzar los objetivos planteados por ONUSIDA para el año 2020 de 90-90-90 (90% personas con VIH diagnosticadas; 90% en tratamiento antirretroviral y 90% con carga viral suprimida).
Se estima que en nuestro país un 86,2% de las personas con infección por VIH conoce su diagnóstico, un 93,4% de las personas diagnosticadas reciben tratamiento antirretroviral y un 90,4% de esas personas habrían alcanzado supresión viral.
“Desde el Ministerio sabemos que es necesario reforzar los esfuerzos para incrementar esos porcentajes”, ha señalado la Ministra. “Y para poder lograrlo el papel de los y las profesionales sanitarios es clave”.
La salud, el bienestar y la calidad de vida de las personas con infección por VIH “es una tarea obligada para la administración sanitaria”, ha destacado Carcedo. “Y para ello es importante realizar un abordaje integral y multidisciplinar, abarcando todas las especialidades que puedan intervenir en la atención del paciente con infección por VIH”.
La situación actual de la infección por VIH sitúa a los y las profesionales sanitarios ante nuevos retos como la importancia de incidir en aspectos relacionados con hábitos de vida saludables para prevenir la comorbilidad asociada a la infección y al envejecimiento prematuro, promover el diagnóstico y el tratamiento precoz, la detección precoz de los efectos adversos de los tratamientos y reforzar la adherencia al tratamiento de los pacientes con VIH.
Fármaco preventivo del sida
A preguntas de medios de comunicación previas al acto, la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, se mostró partidaria de financiar en el sistema sanitario público la pastilla preventiva del sida, conocida como profilaxis pre exposición (PrEP), pero ha matizado que “no es la panacea”.
“Solo previene de la transmisión en ese acto sexual, no de todas las enfermedades de transmisión sexual ni en todas las prácticas. Siendo eficaz, tiene limitaciones”, argumentó.
Según explicó Carcedo, su financiación pública “se está estudiando”, tanto en la Comisión de Farmacia como en la de Salud Pública junto con las comunidades autónomas, para saber con exactitud qué indicaciones dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS) se puede hacer del fármaco.
“Que se sepa para qué sirve y qué indicaciones concretas debe tener. En eso se está trabajando”, añadió. Preguntada sobre si, en cualquier caso, estaría a favor de su implementación, ha defendido que “todo lo que consiga prevenir hay que utilizarlo”.
Tal y como recordó en su intervención, al día se detectan unos 10 nuevos casos de sida en España, lo que supone alrededor de 3.400 al año. “Hemos conseguido que la enfermedad sea crónica, ha habido incluso algún caso de curación, pero hay que avanzar en la investigación y los tratamientos para lograr la curación”.