Reducir los cambios bruscos de temperatura; cuidar la alimentación, aumentando el consumo de vitamina C y antioxidantes; beber entre litro y medio y dos litros de agua al día; así como evitar el tabaco y el alcohol, son algunos de los consejos que la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) ha elaborado para cuidar y mantener sana la piel durante el invierno y las bajas temperaturas
Madrid, 7 de enero de 2015 (medicosypacientes.com)
El invierno afecta a todo nuestro organismo, y también a la piel. Esta se encuentra expuesta a las inclemencias climatológicas, siendo las zonas más sensibles a las bajas temperaturas las mejillas, los labios, el cuello, el escote y las manos. Por todo ello, la dermatóloga de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) la Dra. Nayra Merino ha elaborado una serie de consejos para cuidar la piel en invierno.
En primer lugar, sugiere hidratar a diario y varias veces al día la piel. “Esto es especialmente importante en aquellas personas que padecen algún tipo de dermatosis (dermatitis atópica, psoriasis, etc.)”. Un emoliente adecuado (a base de lanolina, urea, etc.) ayudará a mantener una piel sana durante el invierno.
La doctora aconseja evitar lavar excesivamente las manos. “Las dermatitis de desgaste que afectan al dorso de las manos son un motivo frecuente de consulta en esta época del año, especialmente en personas que por razones laborales se las lavan de forma repetida”, señala. Para evitarlo, se debe promover el uso de guantes y las cremas con efecto barrera.
Asimismo recomienda no utilizar productos agresivos para el lavado de cara y cuerpo. “Hay que escoger productos suaves y testados dermatológicamente”. Además, es mejor evitar ducharse con agua muy caliente o muy fría. Lo ideal es el agua tibia y no ducharse más de una vez al día, ya que “esto aumentaría la deshidratación de la piel”.
Según la experta, los labios no deben ser olvidados y sugiere hidratar los labios y protegerlos de la luz ultravioleta. “Los labios sufren mucho en invierno, más aún si se tiene alguna alteración de base (queilitis atópica, actínica, etc.)”.
Por otro parte, destaca que no hay que olvidar las gafas de sol y la protección solar diaria también en invierno, especialmente en zonas donde haya nieve, ya que “ésta refleja el 80 por ciento de la radiación solar”.
También destaca que es importante usar guantes y prendas de abrigo. “Sobre todo aquellos pacientes con sensibilidad al frío y que suelan padecer de perniosis (sabañones) o fenómenos de Raynaud (dedos de las manos fríos y que tornan en color blanco, azulado y rojo)”, concreta. Asimismo, hay que huir de los cambios bruscos de temperatura, ya que esto “aumenta la posibilidad de aparición de capilares dilatados (telangiectasias o arañas vasculares) en la cara (especialmente mejillas)”.
A este respecto, la especialista expone que los principios activos más recomendados para pieles no sensibles son la vitamina C, el ácido retinoico, el ácido glicólico y los hidroxiácidos (con importante función antiedad). Sin embargo, hay pieles intolerantes que deben utilizar sustancias calmantes, vasoconstrictoras y descongestivas, como el dexpantenol, alfabisobolol, rusco, ácido glicirrético, etc. Además, tienen que evitarse productos que contengan alcohol, conservantes o perfumes. Por ello, “es fundamental la valoración individual dermatológica de cada tipo de piel”.
En cuanto a la textura de la crema, la ideal dependerá del tipo de piel y de si se padece alguna afección de base. “En general, el fluido será mejor para las pieles mixtas o grasas y la crema para las maduras y secas”. Existen novedosas mascarillas y tratamientos de consulta, como la mesoterapia con ácido hialurónico, que ayudan a una hidratación en profundidad, apunta Merin
Finalmente, la expecialista hace hincapié en cuidar la alimentación, aumentando el consumo de vitamina C y antioxidantes; no olvidar beber entre litro y medio y dos litros de agua al día; así como evitar el tabaco y el alcohol, ya que “repercuten de forma negativa en la salud de la piel, generando radicales libres. Además, “el alcohol empeora la dilatación capilar facial”, resalta.