La doctora en Derecho, Ángela Escribano, asesora en Igualdad y Violencia de Género de la Delegación de Gobierno de la Comunitat Valenciana, habla con Médicos y Pacientes acerca de la legislación de la maternidad subrogada. La Dra. Escribano participará esta semana en una mesa de debate del Encuentro hispano-brasileño que se celebrará en la sede del Consejo General de Médicos los días 2 y 3 de noviembre
En esta entrevista, la experta aborda las diferentes modalidades de normas alrededor del mundo, así como la alternativa legal que existe a la maternidad subrogada, la adopción.
¿Cuál es la situación de la legislación de la maternidad subrogada alrededor del mundo?
Según un estudio de Ana Trejo Pulido, con datos actualizados de este 2022, la situación es bastante diversa. De los 115 países incluídos en este estudio, 69 de ellos tienen prohibida la maternidad subrogada. Luego también hay algunos en los que no está regulado. En función de cuánto de pobre sea el país tiene una regulación u otra.
Además, hay países como Estados Unidos en los que hay estados que la tienen totalmente permitida, otros en los que solo está permitida para las parejas heterosexuales o a parejas casadas, etc.
Entonces el mapa es muy diverso y es difícil de concretar porque no hay una legislación mayoritaria más allá de aquellos países en los que está prohibida.
¿Es posible conseguir una maternidad subrogada que sea altruista y justificada?
Cuando hablamos de maternidad subrogada tenemos que pensar que los sentimientos juegan un papel importante. En los poquitos países en los que está regulada la maternidad subrogada altruista, casi no hay mujeres que lo hacen, salvo que tengan un vínculo muy directo con las personas que quieren ser padre o madre. Entonces, es difícil poder argumentarlo. Además, en estos países, también tiene un coste; ya sea por las necesidades médicas, las ausencias al trabajo, …, pero siempre tiene un precio, aunque no sea un precio comercial.
También hay algunos países que tienen permitidas las dos formas: altruista y comercial. Pero abrir el paso a la altruista, que es muy poco y es muy difícil que no tenga un precio, implica abrir indirectamente el paso a la comercial. La maternidad subrogada ya existe, se llama adopción.
Viendo el estudio al que me refería al inicio de esta conversación (Ana Trejo), se refuerza el argumento de que se trata de un tráfico del criaturas. En aquellos casos en los que el bebé no tiene ninguna carga genética con la madre de alquiler, se le implanta el óvulo fecundado y luego se vende al bebé, es directamente un negocio.
Pongamos como ejemplo una mujer que adopta a su sobrino, siempre puede existir la duda de si se trata de una maternidad subrogada encubierta. Si regulamos esta pequeña grieta, damos paso a la prima hermana de la prostitución, que es un mercado reproductivo: contaba una mujer de la India que nunca habría imaginado dar a luz a un bebé blanco de ojos azules. Además, es imposible poder separarse de los sentimientos que se generan hacia una criatura a la que le das la vida y llevas en tu vientre durante nueve meses.
¿Cuáles deberían ser los límites para proteger a estas mujeres en los casos en los que el país permita la maternidad subrogada?
Habría que ver cómo están estas mujeres atendidas, porque en muchas ocasiones están en granjas prácticamente desatendidas y una vez que dan a luz son desechadas.
Por otra parte, darles la opción de quedarse con la criatura si así lo desean finalmente, o de interrumpir el embarazo si no se ven capaces de seguir adelante.
Cuando estudias el tema, la mayoría del dinero se lo quedan las empresas intermediarias, y la mujer que accede a ello, económicamente es la que menos recibe, la menos indemnizada.
¿La maternidad subrogada está considerada una forma de violencia sobre las mujeres? Si es así, ¿por qué?
El convenio de Estambul recoge que cuando un embarazo es obligado, cuando es un tráfico de mujeres, las mujeres son pobres o los grupos de personas que tienen acceso a ello económicamente están bien posicionados, se considera un tipo de violencia sobre la mujer.
También hay que decir que si las adopciones estuvieran mejor controladas, no fueran tan complicadas ni hubiera tanto dinero de por medio, muchas de las personas que quieren ser padres o madres, recurrirían a la adopción antes que al vientre de alquiler. Se considera que las mujeres pobres que se prestan a este mercado reproductivo es porque no tienen otra opción y están consideradas como una mercancía.
La nueva regulación de la interrupción del embarazo, lleva en su articulado la prohibición de los anuncios y el comercio de los vientres de alquiler. Es como si dulcificaran o maquillaran este tráfico, ya que aquí en España, si buscas te ofrecen el niño que quieres, del color que quieres, en qué país, …, y te explican el coste y el proceso que deberías seguir.
La ley española de adopciones y de trasplantes es muy garantista, es anónima, etc.; sin embargo, en España cualquiera puede comprar un niño por catálogo. Además, como solo son las mujeres que se pueden prestar a esto, se trata de una violencia sobre el género femenino.
Otro problema es el descenso de nacimientos en España, que es el país europeo con la tasa de natalidad más baja. Esperemos que con las ayudas a la maternidad, y cuando las empresas entiendan que da igual contratar a un hombre que a una mujer, esta tendencia cambie.
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