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Medicamentos dispensados en farmacia hospitalaria a pacientes sin hospitalización estarán sujetos a copago en octubre


El BOE de ayer publicó una resolución de la Dirección General de Cartera Básica de Servicios del SNS y Farmacia por la que medicamentos de dispensación ambulatoria en el hospital quedarán sometidos a partir del 1 de octubre al copago farmacéutico, con un límite de aportación reducida, fijado en un máximo de 4,20 euros

 

Madrid, 20 de septiembre 2013 (medicosypacientes.com)

El BOE de ayer, jueves 19 de septiembre, publica una resolución de la Dirección General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia por la que medicamentos de dispensación ambulatoria en el hospital, es decir aquellos que «sin tener la calificación de uso hospitalario» solo se dispensan a pacientes no hospitalizados en los servicios de farmacia de los hospitales, quedarán sometidos a partir del 1 de octubre para su dispensación al copago farmacéutico, con un límite de aportación reducida.

Desde Sanidad se ha explicado a Europa Press, que la resolución del 10 de septiembre de 2013, de la Dirección General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, publicada este jueves en el BOE «es una medida ya se anunció hace unos meses y que viene motivada por la necesidad de que todas las CCAA, que son las que lo tienen que ponerla en vigor, utilicen la asignación de aportación reducida para estos fármacos». «Sanidad lo que hace es asegurarse que todos los medicamentos serán de aportación reducida», han añadido.

La aportación del usuario a dichos medicamentos, que estaban exentos del copago, será, según la resolución, de un 10 por ciento del PVP del medicamento, con un máximo actualmente fijado en 4,20 euros, de acuerdo a la Resolución de 21 de enero de 2013, de la Dirección General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia.

«Esto significa que si el medicamento cuesta 30 euros la aportación será de 3 euros, pero si el medicamento cuesta 100 euros la aportación no será más de 4,20 euros porque ese es el tope», según han explicado desde Sanidad.

En el caso excepcional de que no ajuste al envase comercial, el cálculo de la aportación se realizará de forma proporcional a la medicación dispensada. De esta forma, el cálculo de la aportación reducida en estos supuestos será el 10% del PVP del medicamento dispensado hasta un máximo de 4,20 euros por envase, y sobre la aportación que corresponda a la dispensación del envase completo, se calculará la proporción que corresponda a la medicación dispensada.

La resolución del BOE recoge 157 presentaciones farmacológicas de  poco más de 50 medicamentos que, según señala, «cumplen con las condiciones para ser considerados de aportación reducida, al tratarse de medicamentos de elección en el tratamiento de enfermedades graves o crónicas, y estando limitada su dispensación, en el ámbito del SNS, a los pacientes no hospitalizados en los servicios de farmacia de los hospitales».

Entre los fármacos incluidos se encuentra medicamentos para retrasar la progresión en cáncer de mama avanzado como el Afinitor o el Tyverb, para tratar el cáncer de riñón avanzado o extendido a otros órganos como el Votrient; o para en el tratamiento de tumores cerebrales como el Temodal; además de otros tantos fármacos prescritos para la leucemia mieloide crónica (LMC), el tratamiento de tumores malignos no resecables y/o metastásicos del estroma gastrointestinal (GIST), para reprodución asistida, la artritis reumatoide, la degeneración macular o la hepatitis C crónica, entre otros.

Además, se incluye dentro de la lista el sistema intrauterino liberador de levonorgestrel (SIU-LNG) Mirena, que es un sistema anticoncpetivo; y, por otro lado, Lactest indicado para diagnóstico de la intolerancia a la lactosa.

En el motivo de la resolución, recuerda que «las características de gravedad y cronicidad de las patologías en que están indicados los medicamentos», que ahora serán incluidos el en la aportación farmacéutica, «aconsejan que la aportación por parte del beneficiario sea reducida pues de otro modo se producirían situaciones de inequidad por comparación a los medicamentos de aportación reducida que se dispensan habitualmente en las oficinas de farmacia».

De este modo se cumple el Real Decreto-ley 28/2012, de 30 de noviembre, de medidas de consolidación y garantía del sistema de la Seguridad Social, con el objeto de equiparar las dispensaciones mediante receta médica y orden de dispensación hospitalaria a efectos de la aportación de los usuarios y sus beneficiarios en la prestación farmacéutica ambulatoria.

En su gran mayoría, se trata de medicamentos que sin tener la calificación de uso hospitalario tienen establecidas reservas singulares en el ámbito del SNS consistentes en limitar su dispensación a los pacientes no hospitalizados en los servicios de farmacia de los hospitales, pero pertenecen a grupos terapéuticos considerados de aportación reducida.

No obstante, añade la disposición, «algunos de ellos pertenecen a grupos terapéuticos que no la tienen asignada. En estos casos, aunque sean medicamentos que cumplían las condiciones para ser considerados de aportación reducida, no había resultado necesario su reconocimiento expreso dado que estos tratamientos estaban exentos de aportación».

Se adjunta enlace a la resolución publicada en el BOE http://www.boe.es/boe/dias/2013/09/19/pdfs/BOE-A-2013-9709.pdf


«Rechazo frontal» del PSOE

El Partido Socialista «ha rechazado frontalmente» dicho copago hospitalario y ha criticado ?en palabras de la secretaria de Política Social, Trinidad Jiménez-, que «el Gobierno se cebe con los enfermos, castigando y empobreciendo a los más vulnerables»; por lo que ha pedido la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato.

«No hay explicación alguna para esta decisión que ha tomado del ministerio y solo por lo inhumana que es y por lo que puede afectar a los pacientes de enfermedades graves y de larga duración, es razón suficiente para que Ana Mato se vaya de una vez por todas, porque se está cargando el sistema público de salud», afirmó Jiménez.

«Ni en nuestra peor pesadilla podíamos imaginarnos que la sanidad pública sufriría tal ataque por parte del Gobierno de Rajoy y de la ministra Mato». «Es inadmisible que en una situación de crisis económica demuestren una insensibilidad tan grande hacia las personas que están sufriendo enfermedades muy graves», añadió.

«Aunque el Gobierno diga que el copago tendrá un coste limitado, son muchos y por mucho tiempo los medicamentos que tienen que tomar las personas afectadas» por determinados tipos de cáncer o hepatitis a cuyos tratamientos afectará la medida, «por lo que la carga económica se multiplica de tal forma que habrá personas que no podrán hacerle frente», señaló Jiménez.

«Nos dijeron al principio que el copago era lograr un uso racional del medicamento en España, pero ahora estamos viendo su verdadero objetivo: que la gente tenga que pagar sus tratamientos».

A su juicio, «el Gobierno está demostrando una vez más su incapacidad para hacerse cargo de la gente que lo está pasando mal» y «el hecho de que en España vaya a haber personas que no van a poder acceder a un tratamiento porque existe una barrera económica, demuestra que el Gobierno ha caído lo más bajo que podía caer».

Por su parte, el portavoz de Sanidad en el Congreso, José Martínez Olmos, ha explicado que aplicar el copago a los medicamentos dispensados de manera ambulatoria en los hospitales, tal y como publica hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE), «afectará a personas que siguen un tratamiento contra el cáncer o la Hepatitis C, haciendo que junto a otros copagos, esta nueva decisión de Mato se pueda constituir como una nueva barrera de acceso a medicamentos que son necesarios para este tipo de pacientes».

Calificó además de «muy grave e injusta» la inclusión en el copago farmacéutico de los medicamentos que se retiraban, hasta ahora sin coste, en los servicios de farmacia de hospitales para tratamientos oncológicos, de fertilidad o contra la hepatitis y la esclerosis múltiple.

Martínez Olmos criticó también el «ocultismo» que ha vuelto a practicar en esta ocasión el Gobierno al aplicar este nuevo hachazo, ya que «la ministra Mato compareció ayer en la Comisión de Sanidad del Congreso y no fue capaz de anunciarnos la medida».

 

También recordó que, ya en diciembre de 2012, el PSOE alertó de las intenciones de Sanidad de extender el copago a los medicamentos que se dispensan ambulatoriamente en los hospitales, una modificación que el Gobierno introdujo «de tapadillo» a través del Real Decreto Ley 28/2012 sobre pensiones.

«El Partido Socialista, como ya hemos dicho en numerosas ocasiones, rechaza cualquier tipo de copago, porque supone un cambio cualitativo de enorme magnitud en el modelo de acceso tanto a los fármacos como a los servicios, lo que genera inequidad y desigualdad entre ciudadanos», concluyó Martínez Olmos.

 

 

 

 

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