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La SEMI aboga por la formación y el vínculo médico-paciente en la atención al paciente transgénero

Los médicos internistas han destacado la importancia, con motivo de la celebración del 41 Congreso de la SEMI Virtual, de la formación y el vínculo médico-paciente en la atención clínica a los pacientes transgénero

Y es que, tal y como han señalado, es necesario formar al médico internista en la atención al paciente de perfil transgénero, a pesar de que existe poca evidencia respecto a estos pacientes. «Actualmente, apenas existe literatura sobre estos pacientes y, probablemente, por esta razón suponen un reto», ha dicho la del Grupo de Formación de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), Dra. Gemma Ortiz.

La atención al paciente de perfil transgénero tiene un doble reto: el establecimiento de una buena relación médico-paciente y aspectos relacionados con la atención médica. En referencia al vínculo médico paciente, Ortiz ha destacado que el médico internista ve en pocas ocasiones a estos pacientes de este perfil, a los que es más probable que visite un médico de cabecera o de urgencias.

Por ello, prosigue, la comunicación del médico internista con el paciente trans puede no resultar sencilla. Puede tener dudas de cómo dirigirse al paciente en el primer encuentro, como hombre o mujer, y un tropiezo en este comienzo puede derivar en que no se establezca un buen vínculo médico-paciente inicial y que no haya una continuidad en la relación.

A pesar de estas dificultades en la práctica asistencial, el papel del internista en el manejo del paciente transgénero es el mismo que el de la población general de la misma edad. «Sin embargo, debe tener en cuenta ciertos factores, más allá de los que tendría, dado que son pacientes con tratamientos complejos y puede haber interacciones con sus tratamientos hormonales más allá de las que a menudo se tienen en cuenta», ha añadido.

Los pacientes transgénero, para realizar su cambio de sexo, no solo tienen que someterse a cirugías importantes y complejas, sino también tomar tratamientos hormonales de larga duración. Algunos de los problemas médicos con que pueden encontrarse los médicos internistas u otros especialistas a la hora de atenderlos es que estos pacientes sufran interacciones medicamentosas con los tratamientos hormonales que tienen que recibir.

En este sentido, la experta ha señalado que la historia clínica es importante que quede muy bien documentado qué tratamientos hormonales están tomando a fin de evitar estos episodios. Asimismo, la retirada de estos tratamientos hormonales puede influir en el desarrollo de enfermedades tromboembólicas, bien una tromboembolia pulmonar (TEP) o una trombosis venosa profunda (TPV), ictus o infartos, debido a la pérdida de la protección estrogénica.

Esta protección estrogénica la tienen las mujeres de forma natural hasta la menopausia, por lo que es posible que las mujeres trans que provienen del sexo masculino tengan más riesgo de enfermedades cardiovasculares precoces.

Otra posibilidad es que se presenten tipos de neoplasias ligadas al género, como mama o próstata, en pacientes en los que no se piensa que puedan tenerlas debido al cambio de sexo. Los pacientes transgénero, debido a la gran transformación que deben realizar para sentirse bien consigo mismas, también pueden padecer patología psiquiátrica de tipo ansioso-depresiva.

Estas personas deben realizar un proceso personal de aceptación y llegar al punto de decidir si quieren transformar su cuerpo mediante cirugías que son complejas y dolorosas. Además de trabajar su autoaceptación, deben hacer entender a su entorno durante su niñez y adolescencia cómo se sienten, que no se identifican con el cuerpo en el que han nacido y que necesitan un cambio de sexo.

Actualmente, existen modelos de asistencia integral dedicados a la promoción de la salud de las personas transgénero. «En el momento en que se crean estos modelos, estos dispositivos asistenciales aumentan el conocimiento y, de hecho, el paciente trans suele confiar en estos equipamientos y en sus profesionales y se están convirtiendo en la puerta de entrada al sistema sanitario para estas personas», ha explicado Ortiz.

La contrapartida, prosigue, es que se debe comprender que el hecho de que los profesionales sanitarios en general no tengan suficientes conocimientos sobre este colectivo no es excusa para que pueda quedar desatendido. «Por ello, deberíamos preguntarnos qué necesidades tienen los modelos como ‘Trànsit’ para seguir creciendo y para optimizar la asistencia a este tipo de pacientes», ha zanjado Ortiz.

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