La Organización Médica Colegial (OMC) y el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) se han reunido en la sede de la corporación colegial para buscar soluciones a la falta de acreditación de las actividades formativas que llevan a cabo los profesionales sanitarios de las ciudades autonómas de Ceuta y Melilla
En una reunión mantenida para abordar este asunto participaron Dr. Serafín Romero, presidente de la OMC; José Julián Díaz Melguizo, director general del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA); Dr. Enrique Roviralta, presidente del Colegio de Médicos de Ceuta; Dr. Jesús Delgado, presidente del Colegio de Médicos de Melilla; Manuel Cabeza, consejero técnico del INGESA; y Dr. Arcadi Gual, responsable del Área Profesional de la OMC.
En el encuentro se ha tratado la necesidad de potenciar la formación médica continuada en ambas ciudades autónomas y la coordinación de las organizaciones colegiales con la administración sanitaria para implementarla. Además, se ha analizado el problema de la falta de acreditación oficial que adolecen ambas ciudades en dicha materia y la necesidad de buscar una solución que acabe con la discriminación que los profesionales sanitarios de ambas ciudades sufren respecto al resto del territorio nacional.
Para dar salida a esta situación desde la OMC se ha planteado que sea la Acreditación de la Formación Médica Continuada (SEAFORMEC) la que pueda cubrir la acreditación a través de una encomienda desde las autoridades sanitarias. Esta propuesta fue realizada por los máximos responsables de la corporación colegial al presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, y a la consejera de Sanidad, Adela Nieto, en la reunión que mantuvieron en septiembre del año pasado.
La Formación Médica Continuada, es un derecho y una obligación del personal sanitario, y como se describe en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS), es “el proceso de enseñanza y aprendizaje activo y permanente que se inicia al finalizar los estudios de pregrado o de especialización y que está destinado a actualizar y mejorar los conocimientos, habilidades y actitudes de los profesionales sanitarios ante la evolución científica y tecnológica y las demandas y necesidades, tanto sociales como del propio Sistema Sanitario”.
Ambas partes han ofrecido la posibilidad de aportar soluciones y se ha visualizado el interés del Ministerio de Sanidad y del propio INGESA de poner en práctica vías fáciles y factibles, que a su vez no lesionen ni los intereses ni las competencias, ni de las partes ni de terceros. Regularizar esta situación ha sido desde siempre una preocupación de la OMC, que ha negociado con los Gobiernos Autónomos de Ceuta y Melilla la búsqueda de soluciones que hasta el momento no se habían conseguido. En cualquier caso, de esta reunión ha surgido el compromiso de todos los agentes de poner una solución en breve.
A partir de la sentencia del Tribunal Constitucional de 2011, la formación continuada que los profesionales sanitarios realizan en estas ciudades carece de la correspondiente acreditación, lo que impide tenerla en cuenta de cara a oposiciones, baremos, carrera profesional, etc., tanto en su territorio como fuera del mismo. De ahí que a los profesionales sanitarios de Ceuta y Melilla se les esté exponiendo a un agravio, desde hace más de cinco años, con respecto a sus compañeros de la península, al no disponer estas ciudades autónomas de competencias para acreditar dicha formación, al igual que el INGESA, que pertenece al Ministerio de Sanidad, y es el que gestiona la prestación sanitaria en estos lugares.
Dicha formación tampoco está contemplada dentro del paquete de reconocimiento de la acreditación de la formación establecido con Europa a través de SEAFORMEC y de su acuerdo con el Ministerio de Sanidad y la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS), y la Asociación Médica Americana (AMM).
Los presidentes de las corporaciones médicas de Ceuta y Melilla también aprovecharon para trasladar al INGESA las inquietudes y problemas del colectivo médico local, coincidiendo en la necesidad de aplicar con eficacia y celeridad fórmulas de incentivos que permitan fidelizar y atraer a facultativos especialistas a ambas ciudades, al tratarse de áreas de difícil desempeño y cobertura, y ante la «fuga» de los mismos, que se agravará con las próximas jubilaciones, así como acabar con la precariedad laboral.
