viernes, abril 26, 2024

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El orgullo de pertenencia marca la celebración del Centenario de la FPSOMC en el COM de Baleares

El Colegio de Médicos de las Islas Baleares ha celebrado el acto conmemorativo con motivo del centenario de la Fundación de Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC), un encuentro en el que tanto beneficiarios, familiares, colegiados, personal de la Fundación y de la corporación médica encargados de la protección social mostraron su orgullo de pertenencia a este colectivo que lleva 100 años de solidaridad de todos hacia compañeros y sus familias en situaciones de dificultad

En el acto intervinieron el Dr. Serafín Romero, presidente de la FPSOMC y OMC; Dr. Antoni Bennasar, presidente del Colegio de Médicos de Baleares; y Fina Santiago Rodríguez, consejera de Servicios Sociales y Cooperación del Gobierno de Islas Baleares. También participaron Manuel Piñeiro, responsable de la gestión de las prestaciones de la Fundación en el Colegio de Médicos y los beneficiarios Maria Goretti y su hijo Rafael Dorado.

 
Al acto también asistieron por parte de la OMC y FPSOMC, los doctores Juan Manuel Garrote y Jerónimo Fernández Torrente; así como autoridades políticas y sociales de Baleares, entre ellas Juli Fuster, el director general del IB-Salud; Margarita Gili, decana de la Facultad de Medicina de las Islas Baleares; Macía Tomás Salvá, presidente de la Real Academia de Medicina; y portavoces de los distintos partidos políticos del parlamento Balear.
 
La Dra. Manuela García Romero, secretaría general del Colegio de Médicos de Baleares, fue la encargada de conducir el acto, en el que puso en valor las ayudas que la Fundación a lo largo de los 100 años de historia destina para ayudar a los médicos y sus familias en riesgo de vulnerabilidad social.
 
El presidente de la FPSOMC y OMC, el Dr. Serafín Romero, agradeció, en primer lugar, a “tantos y tantos médicos que con sus aportaciones solidarias han hecho posible que esta Fundación siga 100 años después, aquí”. Y, en concreto, puso en valor la labor de las personas que han gestionado la protección social en el Colegio de Médicos, como el caso de Manuel Piñeiro, que lleva 40 años gestionando las ayudas de la Fundación en la institución colegial: “Sois -dijo- las manos que han hecho que esta Fundación siga de manera solvente; ponéis voz y cara a las personas que pasan por una situación complicada, siempre con una sonrisa para aliviar a un compañero que sufre problemas”. 
Tras resaltar la labor de la Fundación a través de las ayudas a la asistencia, a la educación, conciliación, y protección, promoción y prevención de la salud del médico, entre otras, puso algunos ejemplos de situaciones que ha el mismo ha vivido cerca de compañeros necesitados en momentos difíciles. Contó como que pudo ver con su mirada como un compañero que sufría problemas de alcohol y como “salía adelante con los recursos de todos”, y la sonrisa de su familia a la vuelta de la clínica.
 
También aludió a la tranquilidad que la Fundación dio a su “amigo”, secretario y presidente, por entonces, del Colegio de Médicos de Córdoba, enfermo terminal, para que su hija pudiera continuar sus estudios universitarios. “Esto es lo que hace grande y diferente a esta Fundación de todos, por lo que merece la pena luchar para mantenerla otros 100 años más”.
 
Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos de Baleares, el Dr. Antoni Bennasar, hizo una mención especial al Dr. Josep Tomás Montserrat, bibliotecario perpetuo y memoria viva de la institución colegial quien ha rescatado la historia de los médicos mallorquines fallecidos, “víctimas de la terrible pandemia de gripe de 1918 que asoló prácticamente todo el mundo y que solo en Mallorca provocó la muerte de casi 4.000 personas, el 5% de la población”.
 
El presidente destacó la extraordinaria labor del entonces Patronato de Huérfanos, que dio origen a la creación de los Colegios de Médicos. “Esta extraordinaria obra ha sido y es uno de los pilares de la razón de ser de los Colegios Oficiales de Médicos y la labor del Patronato en nuestro colegio se ha mantenido de forma sólida y constante desde sus inicios, beneficiando a decenas de viudas huérfanos y médicos de nuestras islas que percibieron una luz de esperanza en el oscuro trayecto que se presagiaba tras la muerte o enfermedad de un ser querido”.
 
Finalmente, expresó su satisfacción por la celebración de este Centenario y el éxito de la solidaridad humana. “Debemos felicitarnos por el acompañamiento en la incertidumbre o en el pesar, situaciones que en la actualidad, en estos tiempos que nos ha tocado vivir, son más necesarias que nunca”.
 
Manuel Piñeiro, responsable de la gestión de las prestaciones de la Fundación en el Colegio de Médicos de Baleares durante 40 años habló de la atención y ayuda al médico colegiado y de la gestión administrativa y emocional de la Protección Social. Dijo que lejos de lo que puede parecer un trabajo rutinario, la labor profesional en la gestión de las ayudas “me ha hecho crecer humanamente y ha sido para mí un privilegio y una satisfacción”.
 
Tras resaltar que todas estas ayudas de orfandad, becas, protección de médicos con discapacidad, ayudas de jubilación, viudedad o  huérfanos enfermos “no son expedientes administrativos, tienen nombre, cara y voz y por tanto te dejan huella”, señaló algunos ejemplos vividos como “médicos en fase terminal de su enfermedad que han venido al Colegio a consultar como quedaban sus hijos protegidos para después acabar tomando un café en el bar de la esquina y despidiéndonos sabiendo ambos que no volveríamos a ver”.
 
El testimonio de los beneficiarios corrió a cargo María Goretti Riesco, viuda de médico, y de su hijo Rafael Dorado. María Goretti, que es trabajadora del Colegio desde hace más de 20 años, expresó su agradecimiento por las ayudas de orfandad y las becas, gracias a las cuales, su hija Karla y Rafael han podido cursas sus estudios universitarios.
 
Por su parte Rafael Dorado, hijo de cardiólogo y nieto de médico de Familia, manifestó lo que significa para él la Fundación cuyo soporte “fue de vital importancia durante el shock inicial familiar, pero lo realmente especial y lo que nunca olvidaremos es el sentido de pertenencia de no dejarnos tirados”.
 
Señaló que la Fundación y los médicos “nos trataron y nos tratan como parte de su familia y eso para nosotros significa que hay personas que recuerdan y honran la memoria de mi padre, algo único y digno de remarcar en este mundo actual”.
 
Finalmente, la consejera fue la encargada de clausurar el acto en el que puso en valor la presencia de representantes parlamentarios que denotan “la importancia y recorrido de la figura del médico”.
 
Tras felicitar a la Fundación por sus 100 años de existencia puso de manifiesto que “detrás de ese siglo de andadura hay una vocación de persistencia y de renovación de un colectivo que subraya la importancia de la solidaridad”, labor que también comparten las administraciones públicas. Explicó que aunque el Estado de Bienestar ha evolucionado, desgraciadamente la Administración no llega a todos y “son las ayudas de la Fundación las que complementan en sectores de educación, de conciliación, de asistencia, de discapacidad o salud mental a las ayudas públicas”.
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