El Colegio de Médicos de Burgos agradece la postura que adoptó del consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Antonio Sáez Aguado, al no admitir la dimisión de la responsable del área quirúrgica del Hospital Universitario de Burgos. Un gesto que demuestra que se sigue consensuando con los profesionales, “verdaderos protagonistas” de la gestión hospitalaria
Así lo entiende el presidente del Colegio de Médicos de Burgos, el Dr. Joaquín Fernández de Valderrama que espera “que en el futuro los profesionales sigan teniendo el protagonismo que la realidad sanitaria les concede dentro de la gestión de la misma”.
Del mismo modo, el Dr. Fernández de Valderrama rechaza “que una vez más los políticos utilicen la sanidad como arma arrojadiza en sus peleas cotidianas”. Es por ello, que lamenta tales actos y recuerda que la sanidad debe estar en manos de los profesionales, al tiempo que espera que no se utilice a la misma en la “peleas políticas”.
El Colegio de Médicos de Burgos tiene en cuenta las palabras que expresó durante su visita al HUBU el responsable de Sanidad, quien destacó que “el futuro de la sanidad debe ir acompañado de una mayor participación de los profesionales en el gobierno de la sanidad”. De este modo, entiende acertada la decisión tomada y reitera que “la sanidad no puede quedar solo en manos de políticos y gestores”, como recalcó el responsable de la Junta.
El consejero de Sanidad, Antonio Sáez, rechazó la dimisión que presentó la subdirectora médica quirúrgica del Hospital Universitario de Burgos (Hubu) tras los acontecimientos suscitados por un escrito en el que daba consejos para suavizar las listas de espera quirúrgica.
En rueda de prensa, Sáez sostuvo que el escrito tenía una “redacción defectuosa” y se interpretó “de forma torticera”. Explicó que siempre ha defendido que el personal sanitario debe tener más protagonismo en la gestión de la sanidad, por lo que ha aceptado la petición de la comisión para rechazar el escrito de dimisión.
Otra de las claves a la hora de adoptar esa decisión es que las listas de espera del centro se están gestionando con “normalidad” y siguiendo criterios profesionales, ya que el escrito que provocó el escándalo era “un documento de trabajo interno que nunca se llegó a difundir”.
