Médicos y Pacientes entrevista al Dr. Tomás Cobo Castro, actual vicepresidente primero del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) y aspirante a la presidencia de la corporación en las elecciones del próximo 27 de febrero
¿Qué te ha motivado a presentarte a este cargo?
Conseguir que el Consejo General sea lo más útil, lo más ágil, lo más dinámico y lo más eficiente posible a la hora de ayudar a los 52 Colegios de Médicos de España y que esto repercuta, directamente, en beneficio de nuestros colegiados y colegiadas.
¿Cuáles son los principales objetivos para la legislatura a la que aspira?
Hay un objetivo crucial: la digitalización de todos los procesos administrativos a los que el médico se enfrenta cada día. Debemos modernizar y agilizar todos ellos al máximo para que, de esa manera, facilitemos las tareas del día a día de los profesionales. La firma electrónica, los certificados médicos electrónicos, el registro médico digital en el que el profesional pueda guardar su carrera sin necesidad de acumular títulos y documentos en papel… Sin duda, debemos estar en vanguardia en esa revolución digital.
Hay tres ejes principales de acción en los que la OMC debe jugar un papel esencial: la formación médica continuada y su acreditación internacional; la cohesión de todos los colegios para la protección social de nuestros profesionales y la cobertura de seguridad para los médicos cooperantes y voluntarios.
En el ámbito de la formación médica continuada y su acreditación internacional he tenido la oportunidad de trabajar estos últimos años -desde mi posición como vicepresidente de la UEMS- y hemos conseguido desarrollar la primera plataforma en Europa que permite que la solicitud de acreditación de cursos se haga en español, en poco tiempo y con muy bajo costo. En este sentido, debemos trabajar codo con codo con las sociedades científicas para desarrollar los programas de recertificación directamente unidos a la Validación Periódica de la Colegiación.
En cuanto a la protección social, nos corresponde conseguir una acción conjunta y solidaria de todos los Colegios de España, potenciar el PAIME y actualizar la cartera de servicios, identificando las necesidades de los compañeros.
En cooperación internacional, a través de nuestra Fundación, debemos potenciar las coberturas a nuestros médicos cooperantes e impulsar el gran proyecto de la Facultad de Medicina Panafricana, que cuenta con el apoyo de la Comisión Europea y que estamos liderando.
Por otra parte, tenemos que establecer una mayor coordinación con los Colegios de Médicos para fomentar, desde el Consejo, sus iniciativas en la búsqueda de -como he dicho al principio- que seamos útiles. Los Colegios de Médicos ponen en marcha iniciativas muy interesantes que tienen que ser impulsadas y compartidas por el Consejo.
Finalmente, también debemos entablar una relación fluida con las Administraciones, con el liderazgo de los Colegios en la toma de las decisiones que afectan a la profesión y a la asistencia sanitaria. Esta colaboración también se hace extensible a nuestras relaciones con el resto de actores implicados en proteger la salud de los ciudadanos, incluyendo también a los foros y otras estructuras profesionales.
¿Cómo valora el papel de la corporación durante la pandemia?
El papel de la corporación durante este año ha sido muy complicado, dado que nos hemos encontrado ante una situación excepcional y de extrema gravedad. Pero de lo que se trata es de ayudar a los Colegios de Médicos y, por ende, a los colegiados. Estar al lado de los colegiados cuando nos necesitan… Ese tiene que ser el papel del Consejo.
Desde la Organización Médica Colegial, en abril de 2020, creamos un comité de expertos, con nombres y apellidos, con el fin de ser la herramienta que orientase las actuaciones y facilitase las respuestas a los numerosos interrogantes que se abrían en torno a la crisis sanitaria mundial.
Este órgano ha elaborado documentos que exponen el posicionamiento de la profesión médica desde el punto de vista científico a lo largo de toda la pandemia. En ese sentido, se han elaborado -y difundido a través de los canales oportunos- un total de 11 informes que abordan desde la utilización de los test diagnósticos hasta el reciente informe sobre las residencias de mayores.
Desde el inicio de la pandemia, hemos denunciado ante la Administración todo aquello que hemos considerado inadecuado o deficiente: durante las primeras semanas, el abrumador déficit de material de protección y, recientemente, por fin, tras un largo proceso y con el peso de un extraordinario informe jurídico, hemos logrado junto con el foro de la profesión médica, que el contagio de COVID 19 sea reconocido como enfermedad profesional.
En esa dirección de ayudar a nuestros compañeros cuando lo necesitan, también se ha puesto en marcha, a través de la Fundación para la Protección Social a Médicos, el servicio de apoyo psicológico a sanitarios afectados por COVID19. También el registro de médicos afectados por la pandemia que nos permita establecer acciones…
Sin embargo, todo es mejorable. Por ello, necesitaremos hacer una revisión total con perspectiva, repasar las lecciones aprendidas y trabajar para que seamos rápidos, que no lleguemos tarde y que las propuestas se materialicen en acciones reales que ayuden a médicos y médicas.
¿Cuáles son las líneas de trabajo que debe seguir el CGCOM ante la situación derivada de la COVID 19?
Nuestra línea de trabajo más importante es la de estar al lado de nuestros compañeros que han resultado infectados y al tanto de cualquier necesidad que puedan generar ellos y sus familias. También en el caso de las familias de los compañeros que han fallecido. Para ello, nuestra Fundación para la Protección Social debe permanecer alerta.
Nuestra Comisión Asesora COVID19 debe seguir activa y elaborando los documentos científicos, prácticos y de interés, adecuados.
La reciente declaración de la COVID como enfermedad profesional para los sanitarios es un gran paso, pero no acabamos aquí. Ahora, debemos conseguir que la Medicina sea considerada una Profesión de Riesgo porque, sin lugar a dudas, lo somos.
El camino es el de avanzar en identificar necesidades y crear acciones que ayuden a los compañeros en la carrera contra la pandemia y que estas acciones lleguen a tiempo, acompañadas de un reflejo real y práctico en el día a día.
¿La estructura de la corporación o su funcionamiento necesita mejoras? ¿Cuáles?
La organización necesita modernizarse, en su generalidad, evolucionar de forma paralela a cómo lo hace nuestra profesión y la sociedad y adaptarnos a las nuevas realidades de nuestra profesión. No podemos quedarnos atrás.
La digitalización de todos los procedimientos administrativos es uno de los pasos que tenemos que dar, pero también necesitamos estar más atentos al día a día de la realidad del médico asistencial. Es fundamental conocer los problemas para poder encontrar soluciones. Tenemos el deber de dinamizar procedimientos y ser más ágiles y lo más útiles posible a la colegiación para que los Colegios de Médicos sean su igual y su referente.
¿Qué servicios cree que se deben mejorar o incorporar?
La firma electrónica digital que permita al profesional ser identificado como médico colegiado internacionalmente es un servicio que debemos instaurar, de manera inmediata, y que enlaza de manera directa con los certificados médicos electrónicos y con la receta electrónica.
Asimismo, debemos facilitar a los colegiados un registro electrónico de alta confidencialidad del médico, en el que progresivamente -desde el primer día de su colegiación hasta el mismo instante en que lo precise- se puedan volcar todos los cursos, certificados y acreditaciones que transcurran a lo largo de su carrera profesionaly que se pueda vincular a la Administración -pública o privada- cuando sea necesario, evitando así el archivo en papel de decenas de documentos y su rutinario traslado a cada solicitud.
Desde el Consejo General, debemos potenciar y cohesionar las asesorías jurídicas de los Colegios para que ayuden a nuestros compañeros de la manera más eficiente ante las (cada vez más frecuentes) agresiones y reclamacionesque sufrimos.
¿En qué campo debe centrarse más la actividad de la corporación los próximos años fuera del COVID?
El plan estratégico -recientemente presentado junto con los presupuestos- define las líneas de acción para los próximos años. Enfatizo las tres que considero claves: la defensa de nuestro modelo sanitario universal, público y gratuito, con financiación suficiente, eje de lo que considero la más elemental justicia social; promover, potenciar y dinamizar la excelencia profesional y el desarrollo profesional continuo con todas las herramientas a nuestro alcance; y el liderazgo clínico del médico en la atención multidisciplinar del paciente.
¿Qué destacaría de la labor que desempeñan las tres fundaciones con las que cuenta el CGCOM?
En el caso de la Fundación para la Protección Social, es muy importante que toda la colegiación conozca que destina, cada año, 14 millones de euros a ayudas para nuestros profesionales y sus familias en situación de vulnerabilidad. Además de esta inversión, necesitamos seguir mejorando y conseguir una fuerte cohesión de todos los Colegios de Médicos de España con el único y final objetivo de ayudar a los más frágiles. Es una acción de la más elemental solidaridad.
La Fundación para la Formación debe jugar un papel principal en nuestra organización. Debemos estar a la vanguardia en formación médica de posgrado y continuada. En esta materia, también tenemos que trabajar codo con codo con los Colegios de Médicos y con las Sociedades Científicas para facilitar, potenciar, dinamizar y, sobre todo, acreditar internacionalmente la formación médica. En la misma línea, las reuniones con los responsables de formación de todos los Colegios son esenciales. La puesta en común de las actividades formativas de todos los Colegios y compartir esos conocimientos deben ser prioridades de nuestra Fundación.
Igualmente, es importante recordar que más de 60000 alumnos pasan cada año por las aulas de los Colegios de Médicos. Nuestra Fundación tiene que impulsar la digitalización y la formación online de fácil acceso e, insisto, acreditada internacionalmente.
La Fundación para la Cooperación Internacional, por su parte, es la hermana más pobre de todas nuestras fundaciones. Aun así, a lo largo de sus diez años de actividad, hemos impulsado la creación de Oficinas de Cooperación en más de 25 Colegios y hemos organizado tres congresos internacionales.
Debemos seguir haciendo esfuerzos que ayuden a todos los médicos cooperantes y voluntarios, distinguiendo cuatro ejes de acción: registro de profesionales voluntarios y cooperantes que sirva para impulsar todas las acciones en terreno; identificación del colegiado o colegiada que salga al terreno a través del Certificado de Idoneidad (documento esencial para trabajar en cualquier país); formación específica en Cooperación Internacional; y, por último,reforzar la seguridad del cooperante y voluntario a través de seguro de accidentes, de viaje y de responsabilidad civil profesional.
Código de Deontología ¿Qué principios y valores destacaría y cuales habría que incorporar?
El Código de Deontología Médica es la clave para poder entender la razón de la autorregulación de nuestra profesión y, por tanto, base para comprender la existencia de los Colegios de Médicos. Es el verdadero sentido de la colegiación universal. El Código Deontológico es el que la propia profesión se impone, además del Código Civil y Penal que obliga al resto de la ciudadanía.
Los valores son los que son innatos a nuestra profesión… Por encima de todos: nuestra vocación de servicio a los demás.
Sin duda, debemos adaptarnos a la modernidad y el Código de 2011 está, en este momento, en proceso de actualización. El papel de la Comisión Central de Deontología -y la directa colaboración con las comisiones deontológicas de los Colegios-es, una vez más, la llave. Las nuevas tecnologías y la revolución del big data son áreas que requieren una visión deontológica.
¿Qué opinión tiene del cuerpo de doctrina del profesionalismo?
Teniendo en cuenta que el “Profesionalismo Médico” es el conjunto de valores, principios éticos y conductas que sustentan el compromiso de los profesionales con el servicio a los ciudadanos, el CGCOM no puede más que estar comprometido plenamente con el concepto y con los valores del mismo.
Y de estos valores del Profesionalismo, quisiera destacar cuatro por la implicación en la práctica diaria del médico: el compromiso con a) la integridad en la utilización del conocimiento y en la optimización de los recursos; b) la compasión como guía de acción frente al sufrimiento; c) la mejora permanente en el desempeño profesional para garantizar la mejor asistencia posible al ciudadano; y d) la colaboración con todos los profesionales e instituciones sanitarias en aras de la mejora de salud y el bienestar de la población.
El Profesionalismo Médico nos recuerda que debemos situar siempre los intereses del paciente, autonomía, bienestar y justicia social por encima de los del médico.
Recientemente, hemos estado a la altura, una vez más. El comportamiento de la profesión médica, de todos y todas nuestros compañeros y compañeras durante la pandemia, trabajando con material de protección insuficiente, poniendo en riesgo su propia salud, física y psíquica, cumpliendo horarios leoninos para compensar la deficiencia de personal… da muestra de lo que es el profesionalismo y la vocación de servicio a los demás, dando incluso la vida como los 107 compañeros fallecidos en activo y que siempre, sin duda siempre, permanecerán en nuestro recuerdo.
¿En qué organizaciones y asuntos internacionales debe hacer hincapié?
En las próximas semanas, firmaremos la renovación del convenio del Ministerio de Sanidad con la UEMS-que agrupa a un total de 1700000 médicos especialistas de toda Europa-. Esto nos permitirá seguir potenciando la formación médica de posgrado y la formación médica continuada y su acreditación internacional, en total armonía con nuestros compañeros europeos. El hecho de que ocupemos una de las vicepresidencias de esta institución indica el grado de liderazgo que ostentamos en la misma. Asimismo, nuestra organización participa activamente en la UEMO y ha impulsado la creación de una plataforma de acreditación de formación médica común con la UEMS.
En la AMM, hemos logrado una dinámica que nos ha posicionado como un país líder de la organización y que se iba a concretar en la Asamblea General en Córdoba el pasado mes de noviembre de 2020. Este evento, desafortunadamente y como consecuencia de la pandemia, no se pudo llevar a cabo presencialmente.
Nuestra relación con la CONFEMEL es histórica y se afianza progresivamente con los años. El papel de la OMC como puente entre las instituciones médicas europeas y las entidades médicas iberoamericanas es esencial. En ese sentido, ya hemos promovido un acuerdo de colaboración en formación y acreditación médica entre UEMS y CONFEMEL. Lo firmaremos próximamente.
La Relación Médico-Paciente como Patrimonio Inmaterial cultural de la Humanidad ¿Cómo valora esta iniciativa y pasos a seguir?
Muy positivamente. En ese denso entramado diplomático y administrativo, debemos continuar impulsando una iniciativa que ha sido compartida por todas las instituciones nacionales e internacionales.
¿Qué mensaje les diría a los presidentes que tienen que votar el próximo 27 de febrero?
Les trasladaría un mensaje de modernidad. Tenemos que actualizar, dinamizar y agilizar nuestra organización. Debemos impulsar la igualdad de género en todos los ámbitos de la profesión. Nos corresponde trabajar para conseguir que sea una institución a la vanguardia del siglo XXI, pegada a la realidad del día a día de nuestros compañeros y compañeras, que es la realidad que comparto cada día y que quiero contribuir a mejorar desde la presidencia.
