El vicesecretario de la Organización Médica Colegial, Dr. Jerónimo Fernández Torrente, abordó en la Jornada-Debate sobre Homeopatía, celebrada en la sede de la corporación el pasado viernes, aspectos legislativos y de regulación sobre ésta y otras denominadas técnicas y terapias no convencionales (TTNC), ya que, según expuso, “la OMC no acepta la denominación en ningún caso de Medicina homeopática ni otro tipo de medicina que no sea la científica en la que se basan nuestros Sistemas Sanitarios Europeos, que han de ser preservados en todo caso”
Madrid, 2 de noviembre 2015 (medicosypacientes.com/S.P.)
El vicesecretario de la Organización Médica Colegial, Dr. Jerónimo Fernández Torrente, abordó en la Jornada-Debate sobre Homeopatía, celebrada en la sede de la corporación el pasado viernes, aspectos legislativos y de regulación sobre esta y otras denominadas técnicas y terapias no convencionales (TTNC), ya que, según expuso, “la OMC no acepta la denominación en ningún caso de Medicina homeopática ni otro tipo de medicina que no sea la científica en la que se basan nuestros Sistemas Sanitarios Europeos, que han de ser preservados en todo caso”.
Es por ello que, a su juicio, “cuando hablamos de Homeopatía y otras TTNC, nos movemos en un contexto de incertidumbre científica, de diversidad de competencias profesionales, de heterogeneidad de la práctica y de escasez de controles de calidad de su actividad.
Desde el punto de vista del Dr. Fernández Torrente, las TTNC presentan una serie características: que, “al propio tiempo son inconvenientes”. Entre ellas cabe destacar: ausencia de un campo asistencial delimitado, en el sentido ordinario de este concepto aplicado a especialidades médicas y áreas de capacitación específicas; fragmentación notable de técnicas y procedimientos, y, dentro de cada técnica, de métodos de aplicación de la misma, que condiciona una notable heterogeneidad de la práctica profesional; la incertidumbre como condicionante de sus actuaciones asistenciales, ante la escasez de evidencias científicas que la avalen; carencia de controles de calidad internos y externos, objetivos y contrastables, en lo referente a los aspectos asistenciales, docentes y formativos; formación fluctuante, escasamente estructurada y generalmente no acreditada, e interacción con la comunidad científica anecdótica
“La aplicación de algunos procedimientos de Terapias y Técnicas No Convencionales (TTNC) que no precisan de tratamientos curativos es un Acto Sanitario y no en sensu estricto un Acto Médico”, según defendió el vicesecretario de la OMC. Es por ello que, “los actos sanitarios deben ser realizados por profesionales sanitarios, sometidos y regulados por la Ley 44/2003 de Ordenación de las Profesiones Sanitarias. Los actos sanitarios deben realizarse en centros sanitarios debidamente autorizados según determina la Ley General de Sanidad, la Ley 16/2003 de Cohesión y Calidad del SNS y el Real Decreto 1277/2003 sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios”.
El Dr. Fernández Torrente puso el acento en lo que denominó “gran paradoja homeopática”, esto es la falta de regulación oficial académica, con carácter estatal y por los cauces legales , sobre la formación de los profesionales, además de la inexistencia de controles sobre el ejercicio profesional de la actividad terapéutica homeopática. Por otra parte, según añadió, “la inmensa mayoría de los productos y/o medicamentos homeopáticos existentes en el mercado actual no cumplen con las condiciones del procedimiento simplificado que el RD 1345 / 2007 establece.
Como remarcó, al respecto, “la razón científica debe formar parte de la razón ética, y sin la primera no puede construirse la segunda”.
Asimismo, consideró que “la responsabilidad de las Administraciones central y autonómicas estará fundamentada en las repercusiones sobre el uso y la aplicación de estas terapias / técnicas en el ámbito de los cuidados sanitarios y de la salud pública, pendientes de una regulación efectiva en una norma Estatal con rango de Ley; los riesgos de su mala utilización o utilización inadecuada , así como la regulación de los centros sanitarios donde debe aplicarse e identificar a quienes lo hacen y cómo lo hacen y la veracidad de la publicidad al respecto”.
Instó a un análisis de “la situación actual de las TTNC en nuestro país, necesario para el abordaje de sus implicaciones profesionales, éticas y jurídico-legales”, y es que, como afirmó, “la mejor garantía para las administraciones, los ciudadanos y los pacientes, es una profesión vertebrada adecuadamente, consciente de sus limitaciones, legalmente autorizada, que tenga las normas deontológicas y de autorregulación exigibles y que al mismo tiempo esté sujeta a un control externo”.
Junto al Dr. Fernández Torrente participaron el Dr. Francisco J. Bautista Sosa, médico homeópata, secretario de la Federación Española de Médicos Homeópatas y presidente de la Sección Colegial de Homeopatía de Las Palmas; Dr. Gonzalo Fernández Quiroga, director académico del Máster de Medicina Homeopática de la Universidad de Barcelona-Academia Médico Homeopática de Barcelona; Dr. José Ignacio Torres Jiménez, médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria; y Dra. María José Más, coordinadora de Neuropediatría de la Xarxa Santa Tecla. Tarragona. Como moderador, actuó el vicepresidente de la OMC, el Dr. Serafín Romero.
El Dr. Bautista Sosa hizo un repaso por las principales normativas relativas a este tipo de terapias, hizo alusión a un Acuerdo de la Asamblea General del Consejo General de Colegios de Médicos, de 12 de diciembre de 2009, por el que “se aprueba, por unanimidad, la consideración del acto homeopático, como acto médico.”
Describió la homeopatía como un método terapéutico médico que precisa diagnóstico clínico; evaluación pronóstica; prescripción del tratamiento más adecuado; y control de la evolución. “Su ejercicio -añadió- debe ser regulado oficialmente como acto médico como salvaguarda del derecho a la protección de la salud, evitando la pérdida de oportunidad terapéutica”.
Tras manifestar sentirse amparado por los estatutos de la OMC y su código deontológico, el Dr. Bautista solicitó su apoyo para la regulación oficial de la homeopatía como acto médico.
La intervención del Dr. Gonzalo Fernández Quiroga se centró, en síntesis, en una serie de demandas, entre ellas, que la homeopatía deberá ser ejercida por médicos; se mostró a favor de seguir promoviendo los baremos/capacitación; instó a que la formación se adapte al Plan Bolonia y pidió interlocución con el resto de agentes, teniendo en cuenta que lo que les une es “una gran vocación médica y el bienestar de los pacientes”.
Por su parte, el especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Dr. José Ignacio Torres Jiménez defendió la práctica de la homeopatía a partir de sus experiencias personales a lo largo de 20 años. Periodo en el que afirmó haber recetado medicamentos homeopáticos en el Centro de Salud “con gran satisfacción de mis pacientes”.
Las ventajas que el Dr. Torres encuentra en esta terapia son: seguridad; efectividad; “su rapidez y duración es directamente proporcional a lo preciso del tratamiento, e Individualización del tratamiento: síntomas físicos, emocionales y sufrimiento social”, según afirmó.
Desde su punto de vista, la aportación de la homeopatía se centra en: medicina personalizada, medicamentos más seguros, y mejor relación médico-paciente. En definitiva, concluyó, se trata de “un método terapéutico global que es lo que cualquier buen médico de Familia busca para sus pacientes; comprender para ayudar”.
La última de los ponentes en esta mesa de debate, Dra. María José Más, disertó sobre “práctica médica y homeopatía”, expresó sus dudas acerca de esta técnica así como sobre los productos homeopáticos. “Ninguno de los que somos médicos podemos dejar de dudar ante la homeopatía”, insistió. Apostó, decididamente, por la “Medicina de la convención, basada en teorías probadas, y no en la incertidumbre”.