La ONG Save the Children ha advertido que las bajas temperaturas, que se registran en Europa, y que pueden alcanzar los -20º en algunas zonas, ponen en riesgo las vidas de los niños que se encuentran en la ruta de los refugiados, quedando expuestos a hipotermia, neumonía u otras enfermedades respiratorias graves
“Las condiciones aquí son muy difíciles, y con la previsión de -20º, las vidas de los niños corren peligro”, según Valentina Bollenback, que trabaja en Presevo (Serbia) con Save the Children. “Las madres que he conocido aquí están angustiadas porque son incapaces de dar calor a sus hijos y mantenerles a salvo. Vemos niños con síntomas de hipotermia, con los labios y las manos moradas, con fiebres altas y problemas respiratorios. En lugar de centrarse en cerrar sus fronteras, los gobiernos europeos deberían hacer más por darle a la gente que huye de la guerra un trato humano y digno”, según su versión.
Ante esta situación, Save the Children ha solicitado a los gobiernos que prioricen la protección inmediata y las necesidades humanitarias de los niños y sus familias. “Esto incluye que se tramiten sus peticiones de protección internacional y asilo, de acuerdo con las leyes de refugiados y derechos humanos”, según concreta la ONG.
Los niños refugiados, según se asegura, están expuestos a temperaturas gélidas y son forzados a caminar largas distancias y a dormir en la calle durante su viaje. En Idomeni, en la frontera de Grecia con Macedonia, donde se espera que la temperatura baje hasta -13º esta semana, las autoridades han bloqueado el acceso al campo de tránsito donde las organizaciones están repartiendo ayuda.
Save the Children ha recordado, además, el espacio que ha adecuado en Presevo, donde madres con niños y menores solos pueden pasar la noche. La ONG también entrega chubasqueros, calcetines y zapatos para los niños, bebidas calientes y artículos de higiene en la frontera de Serbia y en otros puntos de la ruta.