La localidad de Telde (Gran Canaria) le ha dedicado una calle al Dr. Marcos Gómez Sancho, precursor de los cuidados paliativos en España y un referente a nivel mundial en este ámbito
El médico que desde Gran Canaria introdujo la atención de los cuidados paliativos en España explicó que interpretaba la decisión de ponerle su nombre a una calle en Telde “como un reconocimiento a todos los profesionales que se dedican a los cuidados paliativos en Gran Canaria, y más concretamente, a sus compañeros del Hospital Doctor Negrín”.
La alcaldesa, Carmen Hernández, le definió como “un gran profesional de la Medicina, que ha trabajado y se ha dejado la piel durante toda su carrera para garantizar el bienestar de los pacientes”.
El Dr. Marcos Gómez Sancho, que fue presidente de la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial, nació en Segovia. Su extenso currículum profesional y más de 40 años dedicados a la Medicina en Las Palmas de Gran Canaria avalan una trayectoria dedicada a la práctica y a la formación médica. Licenciado en Medicina y Cirugía por la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid, es especialista en Anestesiología y Reanimación por la Universidad de Sevilla. Posee el título de Medicina General de la Comunidad Europea y Máster en Cuidados Paliativos y Tratamiento de soporte del enfermo neoplásico, por la Universidad Autónoma de Madrid.
Fue el creador y director de la Unidad de Medicina Paliativa del Hospital El Sabinal. Eso fue en 1989 y él mismo se encargó de recordar que fue junto con otra unidad en un hospital de Vic, en Barcelona, el primer sitio del país donde se implantaron estos cuidados hace 30 años.
“Aquí nacieron los cuidados paliativos en España, algo de lo que todos tenemos que estar extraordinariamente orgullosos”, destacó en su intervención. De El Sabinal pasó al Doctor Negrín, donde desde la fundación del hospital y hasta su jubilación, el Dr. Gómez Sancho ocupó la jefatura del Servicio de Cuidados Paliativos del centro.
El doctor explicó que estos cuidados tienen como objetivo que “las personas que están al final de la vida tengan una atención profesional y humana integral”, porque recalcó, “cuando un hígado está mal, no se muere el hígado, sino la persona que tiene el hígado, que tiene miedo”. En ese sentido, recordó que el año pasado el Gobierno canario presentó una estrategia en cuidados paliativos que él mismo coordinó durante dos años y que en los próximos tres destinará 4,3 millones de euros para que todos los canarios tengan una atención digna al final de la vida.
“Cuando se cumpla, Canarias volverá a estar a la cabeza de los cuidados paliativos en España”, argumentó y lamentó que cada año mueran 75.000 personas “con un sufrimiento intenso y perfectamente evitable si hubieran tenido acceso a estas unidades, eso es una inmoralidad y una indecencia que no se puede permitir”.