Andalucía ha realizado, por primera vez en España, un trasplante de piel humana autóloga fabricada por ingeniería de tejidos en un gran quemado. La presidenta andaluza, Susana Díaz, y el consejero de Sanidad, Aquilino Alonso destacaron el hito que supone esta intervención con piel fabricada con células del paciente de la que se ha beneficiado una joven con el 70% de superficie corporal quemada
Andalucía ha realizado, por primera vez en España, un trasplante de piel humana autóloga fabricada por ingeniería de tejidos en un gran quemado y bajo los estándares europeos de fabricación de medicamentos (GMP, de sus siglas en inglés Good Manufacturing Practices). Así lo anunciaron el consejero de Salud, Aquilino Alonso, y el consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, durante una rueda de prensa en la que participaron junto a los profesionales e investigadores responsables de este nuevo hito de la sanidad pública andaluza. Mientras, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, destacaba la importancia de la intervención, a través de redes sociales. “Nuestra sanidad pública a la vanguardia en innovación”, publicó en Twitter.
Bajo la coordinación de la Iniciativa Andaluza en Terapias Avanzadas, los equipos del Departamento de Histología de la Universidad de Granada, la Unidad de Producción Celular e Ingeniería Tisular del Complejo Hospitalario de Granada y la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía Plástica y Grandes Quemados del Hospital Virgen del Rocío han trabajado durante los últimos años para hacer una realidad esta intervención, que ha permitido acelerar la regeneración de la piel y contribuir a la supervivencia de la paciente.
La novedad de este modelo de piel radica en dos elementos, según se explicó desde la Consejería de Sanidad andaluza. Por un lado, se ha realizado con una nueva fórmula, incorporando en su fabricación agarosa -una sustancia química extraída de un alga marina no usada hasta ahora en cultivos de piel-, lo que ha resultado crucial para el manejo clínico de la misma, mejorando su capacidad de adhesión y de sutura. Por otro, se ha empleado nanoestructuración por presión, lo que ha mejorado las propiedades relacionadas con la capacidad de deformación de la piel para adaptarse con la máxima precisión a la superficie sobre la que se aplica.
Según la bibliografía científica actual, sería la primera vez a nivel mundial que se realiza un trasplante de piel humana artificial nanoestructurada basada en una matriz de fibrina-agarosa producida en un entorno GMP para tratar una gran superficie de piel, como ha sido el caso andaluz, en el que la paciente se encontraba en estado crítico, con el 70% de su superficie corporal quemada.
A partir de dos láminas de piel de cuatro centímetros cuadrados cada una, se han podido fabricar en cuatro semanas 5.900 centímetros cuadrados para cubrir la totalidad de los miembros superiores e inferiores, región cervical, tórax, abdomen y hemiespalda izquierda. Un mes después del trasplante, llevado a cabo en dos sesiones quirúrgicas, la paciente tiene una buena evolución y se encuentra consciente y orientada, camina sin ayuda y con buena funcionalidad de brazos y piernas. Continúa con curas diarias y, si no hay incidencias ni complicaciones, podrá marcharse de alta en las próximas tres o cuatro semanas.
Los diferentes análisis de la piel muestran una mejoría progresiva en parámetros como el pH, la temperatura cutánea y la pérdida de agua. Todo indica, según el equipo médico responsable del trasplante, que la piel se está implantando de forma adecuada y desempeñando sus funciones correctamente.
Alonso y Ramírez de Arellano pusieron en valor este nuevo avance a nivel internacional, fruto de la colaboración entre el ámbito clínico y académico y que vuelve a demostrar que la apuesta de la Junta de Andalucía por la investigación biomédica y traslacional tiene un beneficio directo para la ciudadanía.
En palabras del consejero de Salud, “la inversión pública en investigación e innovación que se ha venido realizando en Andalucía persigue un objetivo final, que es la traslación de los avances conseguidos en los laboratorios a la práctica clínica, mejorando la salud de nuestra población con criterios de equidad y universalidad, que es fundamental en un sistema público”. También expresó que “evidenciamos que el camino para seguir avanzando en salud es la colaboración entre grupos multidisciplinares, del ámbito sanitario y académico”.
Por su parte, el consejero de Economía y Conocimiento manifestó que Andalucía cuenta con un sistema científico excelente y de calidad, con la universidad como referente, sin olvidar la labor que en I+D desarrollan el resto de agentes del conocimiento. “Para el Gobierno andaluz la investigación es una prioridad y debe estar al servicio del progreso social, en ámbitos como el bienestar, el empleo y la salud, donde trabaja uno de cada cuatro grupos de investigación científica en la comunidad”, afirmó. “Ofrecer los servicios públicos más avanzados, además de ser un derecho de las personas, constituye un factor económico de primer orden en cualquier sociedad”, concluyó Arellano.