El ministro de Sanidad, Salvador Illa, aseguró este jueves que “ya es hora de que España afronte el debate de la eutanasia y garantice el derecho a morir dignamente sin obligar a nadie”
El titular de Sanidad hizo estas declaraciones en la inauguración de la Jornada ‘Eutanasia, una ley inaplazable. Alzheimer y demencias, una realidad insoslayable’ celebrada esta tarde en el Congreso de los Diputados.
Durante su intervención, recordó que el pasado 11 de febrero se aprobó la toma en consideración en la Cámara Baja. “Es la tercera vez que se supera este trámite parlamentario y esperemos que esta vez sea la definitiva para dar respuesta a la demanda social”.
“Existe un amplio apoyo social y no podemos permanecer impasibles ante el sufrimiento insoportable que padecen algunas personas”. En cuanto a los cuidados paliativos, Illa destacó que “nuestra situación es clara: la eutanasia no sustituye a los cuidados paliativos”. “Somos partidiarios de que ambos debates se lleven a las Cortes e incluso que ambos puedan ir en paralelo”, sostuvo.
Ante el inicio de la tramitación de la Proposición de la Ley Orgánica de Regulación de Eutanasia en el Congreso los Diputados, entidades y profesionales vinculados al alzhéimer y las demencias presentaron, junto a expertos del ámbito jurídico y bioético, un posicionamiento conjunto para que las personas con alzhéimer y otras demencias no sean excluidas de la nueva ley.
El manifiesto ‘La enfermedad de Alzheimer y otras demencias y la nueva ley de eutanasia’ ha sido elaborado por AfAB (Asociación de familiares de enfermos de Alzheimer de Barcelona), DMD-Cat (Derecho a Morir Dignamente-Catalunya), Fundación Pasqual Maragall, Fundación Provea (Pro Vellesa Autònoma), Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona (OBD), y la doctora Raquel Sánchez-Valle, neuróloga y jefa del Servicio de Neurología del Hospital Clínico de Barcelona. Además, el texto cuenta con el apoyo de la Ceafa (Confederación Española de Alzheimer) y DMD-Federal (Asociación Derecho a Morir Dignamente).
En el texto presentado se afirma que la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas con deterioro cognitivo cumplen con los criterios que establece la ley para estar incluidas: son graves, crónicas e invalidantes y llevan asociadas un sufrimiento físico o psíquico constante, sin posibilidad de curación o mejoría aceptable, y en ellas existe un pronóstico de vida limitado, en un contexto de fragilidad progresiva.
En este sentido, Isabel Alonso, presidenta de DMD-Cat, apuntó que “lo que determina la voluntad de morir no es sólo el diagnóstico o el deterioro de la calidad de vida, sino la experiencia de sufrimiento, la preocupación, angustia, temor o inseguridad por un futuro en situación de dependencia, en función de cada persona y sus valores”.
Cuidados Paliativos
Otro aspecto que recoge el documento es la exigencia de la mejora sustancial en los cuidados paliativos al final de la vida y que este hecho no debería confrontarse con la despenalización de la eutanasia.
Ademas, la Proposición de Ley de Eutanasia recoge dos aspectos claves en la enfermedad de Alzheimer y otras demencias: la incapacidad de hecho y la existencia de un documento de instrucciones previas, también conocido como documento de voluntades anticipadas o testamento vital.
Respecto a la incapacidad de hecho la doctora Raquel Sánchez-Valle, apunta que “las personas que se encuentran en fase de deterioro cognitivo leve o demencia leve tienen capacidad para tomar decisiones relevantes sobre su salud y su persona y, por tanto, han de poder decidir sobre la eutanasia”.
Por ello, todas estas organizaciones piden que se blinde el testamento vital realizado por una persona con capacidad cognitiva para que se respete su decisión cuando llegue al deterioro de la enfermedad.