El presidente de la Organización Médica Colegial, Dr. Juan José Rodríguez Sendin, ha participado en la XLIX Jornada de Fuinsa (Fundación para la Investigación en Salud) sobre “Alternativas Terapéuticas Equivalentes” en la que ha cuestionado la reciente medida al respecto llevada a cabo por la Comunidad Valenciana y ha asegurado que “no debemos buscar pacientes para un fármaco, sino los fármacos más adecuados para cada paciente”
Madrid, 19 de junio 2013 (medicosypacientes.com)
El presidente de la Organización Médica Colegial, Dr. Juan José Rodríguez Sendin, ha participado en la XLIX Jornada de Fuinsa (Fundación para la Investigación en Salud) sobre “Alternativas Terapéuticas Equivalentes” en la que ha cuestionado la reciente medida al respecto llevada a cabo por la Comunidad Valenciana y ha asegurado que “no debemos buscar pacientes para un fármaco, sino los fármacos más adecuados para cada paciente”.
El Dr. Rodriguez Sendin participó en una mesa, moderada por el Dr. Alfonso Moreno, presidente de Fuinsa y del Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud, en la que también participó el Dr. Carlos Lens, subdirector general de Cartera Básica de Servicios del SNS y Farmacia del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
El presidente de la OMC, aseguró que el Decreto Ley 2/2013, de la Comunidad Valenciana sobre Actuaciones Urgentes en Prestación farmacéutica en el que se estable casos de prescripción en base algoritmos es “inaceptable” desde el punto de vista de la libertad de prescripción del médico que “nunca debe poner por delante del beneficio del paciente los resultados económicos”.
Señaló que los equivalentes terapéuticos pueden ser una herramienta de trabajo para la prescripción y dispensación siempre que se hayan comprobado previamente y según la evidencia científica, por un protocolo previo discutido y aceptado por la comunidad científica”, pero eso no puede imponerse porque “la opción a elegir con frecuencia no es la estándar” y “no se puede acabar por decreto con la variabilidad que es lo que nos ha permitido progresar científicamente”.
Señaló que “elegir un fármaco no es tan sencillo porque existen -dijo- muchos determinantes que sólo el médico puede establecer” y puso como ejemplo los tratamientos para la esclerosis múltiple remitente recurrente, para los que existen diversos fármacos de primera y segunda línea, todos más o menos igual de eficaces y/o efectivos, con diversos efectos, por lo que “el tratamiento lo decide y ajusta el neurólogo que individualiza en función de criterios clínicos y personales”.
Aseguró que “en ningún caso se puede decidir en función del precio porque “prescribir barato no quiere decir prescribir bien” y “el paciente no puede ser solo un atributo del fármaco, sino al revés”, por lo que lo que “por encima de todo, a la hora de tomar la decisión, el diagnóstico debe ser determinante”.
Señaló, además otros inconvenientes de la asociación de la decisión terapéutica a algoritmos, como la burocratización y la disminución que ello conllevará de tiempo efectivo de consulta. También cuestionó algunos errores que conlleva decisiones de este tipo, entre las que señaló el este tipo de funciones le corresponde al Estado y dijo que “igual que nosotros no planificamos las CC.AA, estas no deben planificar los que tratamientos que deben hacer los médicos, aunque deben de pedirles explicaciones sobre los mismos” y añadió que “en las formas es donde se ha perdido la razón”.
No obstante, apuntó algunos aciertos de esta medida, entre los que destacó que abre el debate sobre la racionalidad de la prescripción porque “la libertad de prescripción no es un valor absoluto” y, tras señalar que “no puede ser que despidamos a la ética porque estamos en crisis”, dijo que “los cambios económicos, políticos y culturales, el avance de la ciencia y el desarrollo de la tecnología crean una nueva deontología médica y obligan a la comunidad médica a reflexionar sobre su lugar y sobre su práctica”.
El Dr. Rodriguez Sendin reivindicó la medicina como profesión contra lo que denominó “la dictadura de los mensajes económicos” que no son buenos para el paciente porque se encuentra con “ambientes tecnocráticos y deshumanizados, donde prevalece la burocracia y la rentabilidad”, y cuestionó que se incentive a los profesionales por resultados económicos y defendió la “autonomía e independencia responsable” de los profesionales y una formación e información independiente.
Finalmente, recordó el reciente manifiesto de la Organización Médica Colegial, del 25 de mayo, en el que la corporación reitera que “el médico ha de poder ejercer la prescripción con libertad”, “situando en primer lugar los intereses del paciente, con criterios de estricta eficiencia, compatibles con la eficacia del tratamiento”, y “sin más limitaciones que las derivadas de la normativa establecida por el Ministerio de Sanidad para el conjunto del SNS”. http://www.medicosypacientes.com/articulos/equivalentes31513.html
Por su parte, el Dr. Carlos Lens, se mostró a favor de “respetar las normas que nos hemos dado a través de leyes y reglamentos” y expresó su deseo de que se llegue a un acuerdo en el Proyecto de Ley por el que se modificará la Ley 29/2006 de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios y, si se establecen elementos de concreción respecto de los equivalentes terapéuticos, se haga a través de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).
En este sentido, aplaudió la enmienda legislativa de CiU que en esta jornada ha anunciado Concepció Tarruella, portavoz de Sanidad de este grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados, para que sea la AEMPS la encargada de establecer las medidas generales al respecto.
El Dr. Lens pidió un “ejercicio de coherencia” para que “si invertimos mucho dinero en la formación de unos profesionales médicos que tienen un gran reconocimiento dentro y fuera de nuestras fronteras, respetemos aquello que hacen bien y no pongamos tantos corsés”.
“Además -afirmó- no podemos poner fronteras para tratar a nuestros pacientes porque si cambian de residencia, es necesario que le mantengan el tratamiento y sólo el médico, que sabe bien la situación de cada paciente, debe pautar el tratamiento adecuado”.
Hizo referencia a los “altísimos precios” de los medicamentos que han salido al mercado en la última década, muchos de los cuales, mantienen el mismo precio que hace diez años y, tras preguntarse “¿por qué ocurre esto si ya hemos financiado la innovación”, dijo que eso ocurre porque no hay competencia y porque lanzar un biosimilar es más costoso que un genérico. “Ahora ?afirmó- toca al proveedor reconocerlo y actuar en consecuencia”.
Para el Dr. Lens, “los sanitarios no deberíamos dejar que los gestores arreglen el tema a la hora de buscar tratamientos, de buscar eficacia” y abogó por buscar un equilibrio de entre más asistencia, más calidad de vida en función de esa asistencia, pero tratando de que sea un poco más sostenible”.