El Real Decreto 5/2013 de 15 de marzo representa un “atentado” al ejercicio profesional, según escriben en este artículo los representantes nacionales de Medicina Privada, al romper el plan de vida de muchos profesionales jubilados en los últimos años o que lo harán próximos, al expropiarles la mitad de la jubilación
Madrid, 9 de abril 2013 (medicosypacientes.com)
“¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
Calderón de la Barca, “La vida es sueño”
Así se desarrolla la vida de un profesional médico: entra en la medicina con una ilusión para convertirla en un sueño que termina manifestándose como tal, encontrando al despertar de una realidad muy distinta de la soñada y de la ilusión con la que se fraguó.
Y viene esta semejanza con los versos de Calderón, cuando analizamos el desarrollo de la profesión médica en los últimos años.
Una vez conseguido el objetivo de terminar la licenciatura de Medicina y la especialización (un mínimo de 11 años), entra en un mercado laboral caracterizado por la inestabilidad (contratos precarios, falta de oposiciones…), pasando el resto de su vida, dedicándose a sus conciudadanos, negando tiempo a la familia, dedicación que pocas veces ha sido reconocida por los empleadores, en su mayoría el propio Estado a cuyos habitantes dedicó su trabajo, recibiendo a cambio un salario muy por debajo de lo que requiere su formación y responsabilidad. Esto hace que con frecuencia lo complemente con una consulta privada que consume gran parte del tiempo que otros profesionales dedican a la familia, al descanso, practicar hobbies,…etc.
Cuando está en plena madurez profesional, la mayoría de las comunidades autónomas los jubilan obligatoriamente a los 65 años, por un simple afán de ahorro, sin tener en cuenta el valor añadido de la experiencia y el conocimiento, expropiando el trabajo a unos profesionales que llegaron al mundo laboral tras duras oposiciones en las que invirtieron dinero (casi siempre de sus padres) e ingente cantidad de tiempo y trabajo, prescindiendo de la diversión propia de los años que invirtieron en estudio para hacer realidad un proyecto de vida que se pareciese al que inicialmente soñaba.
Cuesta comprender cómo se puede condenar a jubilarse a los profesionales médicos a los 65 años, en pleno rendimiento de sus facultades, cuando vemos como algunos políticos pueden permanecer en sus escaños hasta los 80 ó 90 años, siendo su única misión mantener el equilibrio en los pasillos del Senado. ¿Dónde está la igualdad? ¿Dónde?
Pero por si esto fuera poco, el Gobierno nos sorprende con la publicación del Real Decreto 5/2013 de 15 de marzo de “medidas para favorecer la continuidad laboral de los trabajadores de mayor edad y promover el envejecimiento activo”, mediante el cual, sin previo debate ni posibilidad de alegaciones, se cambian las condiciones de los médicos para permanecer en el ejercicio libre tras la jubilación.
Decreto que es un atentado al ejercicio profesional, que rompe el plan de vida de muchos profesionales jubilados en los últimos años o que lo harán próximos, al expropiarles la mitad de la jubilación, ya que les cambia de nuevo las reglas del juego en cuanto a las condiciones de jubilación lograda con sus propias aportaciones y con las que han hecho su proyecto de vida sin poder encontrar alternativas.
Ambos atentados contra la propiedad al trabajo profesional y, posteriormente, a la jubilación constituyen un abuso tanto a la propiedad intelectual o profesional como a los derechos adquiridos de percepción de un capital logrado a través de aportaciones realizadas durante muchos años. Atentado, fraude o estafa contra los derechos logrados a través de largos años, que son más propios de dictaduras y que no deberían darse en Estados de derecho democrático.
Desde el colectivo médico se solicita al Gobierno la paralización de la aplicación de este decreto o que, al menos, se arbitren amplios plazos de aplicación, de varios años, para no perjudicar de forma irreversible a quienes en su proyecto vital han optado por prolongar el ejercicio profesional más allá de la jubilación, y dar opción a buscar otras alternativas a los médicos más jóvenes, que quedarían advertidos del cambio de las condiciones para cuando accedan a la jubilación.
Dres. Nieto y Carmona, representantes nacionales
de Medicina Privada por cuenta ajena y propia de la OMC