Las hepatitis víricas afectan actualmente a 400 millones de personas en todo el mundo siendo prevenibles y tratables a tiempo, en la mayoría de los casos. Por ello, y con motivo del Día Mundial contra la Hepatitis, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace un llamamiento a los políticos, los profesionales sanitarios y la población para que “conozcan las hepatitis y actúen ya” e insta a los Estados Miembros para que adopten nuevas medidas para luchar contra la enfermedad y cumplir los objetivos de reducir los nuevos casos de hepatitis B y C en un 30% y la mortalidad en un 20% para 2020
Reducir la mortalidad en un 20% para 2020, objetivo mundial contra las hepatitis víricas
Estas medidas están recogidas en la primera Estrategia Mundial del Sector de la Salud contra las Hepatitis Víricas para 2016-2021 que fue aprobada en la 69 Asamblea Mundial de la Salud, en mayo de 2016.
Entre ellas, se incluye además ampliar los programas de vacunación contra la hepatitis B; mejorar la seguridad de las inyecciones, transfusiones e intervenciones quirúrgicas; ampliar los servicios de reducción de daños para los consumidores de drogas por vía parenteral, y el aumento del acceso al diagnóstico y tratamiento de las hepatitis B y C.
Bajo el lema de este año, “conozcan las hepatitis y actúen ya” la OMS insta a las personas a que se informen sobre la infección, tomen medidas para saber si están infectadas mediante la realización de pruebas, y busquen tratamiento para reducir las muertes evitables por estas infecciones prevenibles y tratables.
A lo largo del día se realizarán numerosas actividades para mejorar los conocimientos de la población sobre el riesgo de hepatitis y mejorar el acceso a los servicios de diagnóstico y tratamiento.
Las hepatitis víricas (A, B, C, D y E) son un grupo de enfermedades infecciosas que afectan a millones de personas en todo el mundo, causan hepatopatías agudas y crónicas, y matan a cerca de 1,4 millones de personas al año, en su mayoría por hepatitis B y C. Según las estimaciones, solo el 5% de las personas con hepatitis crónica saben que están infectadas, y son menos del 1% quienes tienen acceso al tratamiento.
Las hepatitis víricas afectan a 400 millones de personas en el mundo y, dada la magnitud de la epidemia, todos estamos en riesgo.
Se estima que el 95% de las personas con hepatitis no saben que están infectadas. Las pruebas para detectarlas son complejas y pueden ser caras; además, la capacidad de laboratorio es reducida en muchos países.
No obstante, las directrices sobre la realización de pruebas de detección de las hepatitis que publicará próximamente la OMS asesorarán a los países sobre la adopción de estrategias más simples que les permitirán ampliar los servicios necesarios para realizar esas pruebas.
El desconocimiento y el escaso acceso a los servicios de tratamiento de las hepatitis a nivel mundial significan que la mayoría de las personas que necesitan tratamiento no lo reciben.
Más del 90% de las personas con hepatitis C pueden curarse completamente en un plazo de 3 a 6 meses. El tratamiento apropiado de las hepatitis B y C puede evitar la aparición de las graves complicaciones, potencialmente mortales, de las hepatopatías crónicas: la cirrosis y el cáncer de hígado.
En opinión de la OMS, la ampliación del tratamiento permitirá salvar 7 millones de vidas entre 2015 y 2030, con los consiguientes beneficios económicos para las comunidades.