La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) ha expresado un "rotundo rechazo" a la contratación de médicos sin homologación, sin formación especializada o de otras especialidades en Atención Primaria y Continuada. En este sentido, ha instado a que se adopten las medidas necesarias de que se dispone para actuar ante las situaciones que se encuentren al margen de lo determinado por la ley
La falta de profesionales médicos es un problema que se repite año a año y que, evidentemente, tiene difícil solución porque en él inciden diferentes situaciones y es de una complejidad manifiesta. No es un problema que se resuelva con “hacer más médicos”. Podemos considerar que esta falta de profesionales siempre se producirá en ciertas circunstancias y momentos. A pesar de ello, no se planifica ni se regula, por lo que su gestión es tremendamente difícil, según ha expuesto esta Sociedad Científica en un comunicado.
La situación actual de déficit de médicos para cubrir un número desconocido de plazas de algunas especialidades y, en especial, en la atención continuada y sustituciones en Atención Primaria (AP), no es nueva y se repite año a año. Pero sí que nos sorprenden las soluciones que algunas gerencias asumen para subsanarlas. Éstas pasan desde la contratación de médicos extracomunitarios sin titulación homologada, al intento de contratación de graduados de Medicina sin formación especializada o de postgrado, incluso disposición a contratar a médicos especialistas de cualquier especialidad para que trabajen en AP. Muchas de estas decisiones (si no todas) pueden calificarse de imprudencias cuanto menos (temerarias a veces) de contratación a médicos incumpliendo la legalidad vigente.
La SEMG se muestra convencida de que la homologación de títulos de Medicina extracomunitarios debe garantizar un nivel académico equiparable al exigido en la Comunidad Económica Europea, que no genere agravios comparativos con los médicos y estudiantes de Medicina de nuestro país.
Como parte de la solución al problema de la relativa escasez de profesionales en algunos servicios públicos de salud no se puede obviar una pieza fundamental: mejorar las condiciones salariales y de precariedad laboral de los médicos españoles y facilitar su permanencia en el mercado laboral con medidas diversas e imaginativas que irían desde aumentar la estabilidad en el empleo, a la abolición de la exclusividad en el SNS, etc.
La SEMG reconoce su obligación como sociedad científica de velar por el cumplimento de la Ley, con el objetivo último de mantener la seguridad de los pacientes, garantizando la calidad de la asistencia sanitaria que reciben. El principio básico para que esto sea así es la exigencia a todas las autoridades sanitarias de nuestro país, nacionales y autonómicas, de que respeten la legalidad vigente en materia de homologación de títulos y de poner fin a la contratación irregular de médicos extracomunitarios sin la preceptiva homologación de sus títulos de especialista que garantice la calidad de su formación y la igualdad formativa y de capacitación con los médicos de la Comunidad Económica Europea.
Y siguiendo con el ámbito de la legalidad, cuyo cumplimiento debería ser obviamente exigible por el bien de pacientes y ciudadanos, no es tolerable la contratación de especialistas de una especialidad para cubrir a otra. Ni médicos de familia pueden cubrir sustituciones de anatomo-patólogos, cardiólogos, anestesistas, oftalmólogos, etc., ni por supuesto a la inversa. Sólo el proponerlo pone a flote el menosprecio a la especialidad que aporta mayor número de profesionales en nuestro país, y el ejecutar la oferta debe tener consecuencias por incumplimiento manifiesto del marco legal actual. Además, en el terreno práctico sería difícil resolver incongruencias como la supervisión de los residentes (de primer año) en su actividad profesional, pero independencia de acción de aquel que todavía ni ha llegado a ser residente, el recién graduado de Medicina, hecho que terminaría cuestionando el sistema de formación de especialista.
Ante la situación antes descrita, desde esta Sociedad Científica se insta a que se adopten las medidas que la ley dispone para actuar ante las situaciones que se encuentren al margen de lo determinado por la legislación y que, bajo nuestro punto de vista, al menos incumplen los criterios deontológicos que marcan el ejercicio de la profesión médica entrando en un ejercicio claramente ilegal de la misma.
Del mismo modo, se exige el respeto a una especialidad tan consolidada como la Medicina de Familia y ofrece su colaboración para abordar de forma reflexiva la situación de base y apoyar en la adopción de medidas que sin duda podrían aportar mejoras para la ciudadanía y los profesionales, apoyándose en una asistencia de calidad y refrendo como la que avala el prestigio del SNS y la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC).