La enfermedad boca-mano-pie aparece generalmente durante la infancia, casi siempre en primavera y verano.
El Dr. Cristóbal Coronel, pediatra de atención primaria y presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), aborda en esta entrevista a Médicos y Pacientes la enfermedad boca-mano-pie. Se trata de una enfermedad común en la infancia, que generalmente “es un proceso leve y de recuperación sin secuelas”.
¿Qué es el virus boca mano pie?
La enfermedad boca-mano-pie es una infección vírica generalmente leve, propia de la infancia, que afecta sobre todo a niños menores de 3 años y que acuden a escuela infantil. Es muy contagiosa y, por ello, suele aparecer en forma de brotes, que son más frecuentes durante la primavera y el verano.
Los virus responsables de la misma son el Coxsackie (principalmente el serotipo 16) y el enterovirus 71.
¿Cuáles son los síntomas más habituales?
Desde que una persona se contagia hasta que comienza con síntomas (periodo de incubación) pasan de 3 a 6 días. Posteriormente, comienza con unos días de fiebre moderada y malestar general, aparece una erupción con pequeñas ampollas o pápulas (sarpullido) en unas partes concretas del cuerpo: por fuera y dentro de la boca (paladar, encías, lengua en forma de aftas frecuentemente), palmas de las manos (aunque también axilas y dedos), plantas de los pies, y nalgas o genitales. Es por eso por lo que se llama enfermedad boca-mano-pie.
Las ampollas se rompen y se curan solas en un periodo de 5 a 10 días. No suelen picar mucho puesto que suelen ser subdérmicas. Además, muchos niños la pasan sin presentar síntomas (asintomáticos).
Los síntomas principales son dolor en la boca y presencia de pequeñas ampollas, úlceras o aftas (o llagas) que los más pequeños suelen manifestar como pérdida del apetito, rechazo a la ingesta, náuseas, llanto y gran irritabilidad.
¿Cómo deben actuar los padres y cuidadores de los niños ante la sospecha de infección?
Con sentido común principalmente, que parece que se ha perdido en muchos casos, pues es una enfermedad muy común y banal en niños que asisten a la escuela infantil o al colegio. Muchos padres ya la conocen por hijos previos o información de familiares y allegados, y siguen reconsultando con mucha frecuencia.
Deben saber que la enfermedad se trasmite por el contacto con la persona infectada, a través de secreciones nasales y de la garganta, saliva, líquido de las ampollas, heces, gotitas respiratorias emitidas por el aire luego de toser o estornudar (flügge) y contacto con fómites.
El niño es más propenso a contagiar a otros durante la primera semana en que padece la enfermedad, sin embargo, el virus puede permanecer en el organismo durante semanas una vez que desaparecen los síntomas y puede seguir infectando. Además, hay muchos casos de personas asintomáticas, especialmente los adultos, que pueden trasmitir el virus sin mostrar síntomas de la enfermedad.
Con todo ello se llega a la conclusión de que una vez que el niño mejora de estado general y no tiene fiebre, ya no es motivo para excluir del colegio o escuela infantil.
¿Cómo debe tratarse?
No hay un tratamiento específico para esta afección. Lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto cercano con personas que la padecen puede ayudar a reducir el riesgo de que el niño contraiga esta infección.
El tratamiento es totalmente sintomático, para la fiebre y el dolor, anestésicos tópicos o colutorios (generalmente de ácido hialurónico como componente principal) e insistir en ofrecer líquidos frecuentes en tomas pequeñas y frecuentes asegurando la hidratación adecuada. Los niños suelen agradecer la comida blanda, fría y no ácida.
Los niños con inmunodeficiencias (disminución de las defensas contra las infecciones), los recién nacidos y menores de 6 meses de vida pueden precisar medidas especiales.
¿Cómo es la recuperación?
Generalmente es un proceso leve y de recuperación “ad integrum” sin secuelas.
En ocasiones, entre las 5-6 semanas de la aparición de las lesiones en la piel, aparecen surcos transversales amarillos en las uñas. A veces, estas se despegan desde la raíz y se caen las uñas (onicomadesis). Se suelen afectar varias uñas, preferentemente de las manos y crecen de nuevo en semanas o meses, sin ningún tratamiento.
Excepcionalmente se producen complicaciones neurológicas o pulmonares.
¿Qué consejo o recomendación les daría a los padres de un paciente que acaba de ser diagnosticado?
Que conozcan la enfermedad, que suele ser una enfermedad de poca importancia. Que habitualmente sólo provoca fiebre y síntomas leves y durante unos días.
Se trata de una enfermedad muy contagiosa, como hemos dicho anteriormente, y es posible ser contagioso durante días o semanas después de la resolución de los síntomas.Por ello, si el niño no presenta fiebre y se encuentra bien, puede acudir a clase y su exclusión resulta totalmente ineficaz para disminuir la transmisión.