El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Dr. Juan José Rodriguez Sendin, ha expresado la necesidad “imprescindible” de establecer cuanto antes un Baremo de Daños Sanitarios porque “no tenemos medidas reales” para paliar una situación que lleva a los profesionales al ejercicio de una “medicina defensiva”. Así lo manifestó en la XII Jornada de la Asociación Española de Medina de los Seguros (AMES) en la que se analizó el “Presente y futuro de la medicina pericial”
Madrid, 7 de octubre 2013 (medicosypacientes.com)
El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Dr. Juan José Rodriguez Sendin, ha expresado la necesidad “imprescindible” de establecer cuanto antes un Baremo de Daños Sanitarios porque “no tenemos medidas reales” para paliar una situación que lleva a los profesionales al ejercicio de una “medicina defensiva”.
Así lo manifestó en la XII Jornada de la Asociación Española de Medina de los Seguros (AMES) en la que se analizó el “Presente y futuro de la medicina pericial”. La Mesa redonda en la que participó el presidente de la OMC para hablar de la “Responsabilidad profesional del médico”, fue coordinada por los doctores Julio Sánchez Fierro, vicepresidente del Consejo Asesor de Sanidad del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y Manuel Molina, director general de Seguimiento y Control de Centros Sanitarios de Gestión Indirecta de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
En ella también participaron los doctores, César Borobia, presidente de honor de AMES y todo un referente en la valoración del daños sanitarios; Andrés S. Santiago, Jefe del Servicio de Medicina Legal Hospitalaria del Hospital Clínico San Carlos; y Luis Bernardo de Quirós, director Médico del área de Responsabilidad Sanitaria de PROMEDE. Y el abogado Carlos Martinez, de la asesoría jurídica del Colegio de Médicos de Madrid.
El presidente de la OMC, Dr. Rodriguez Sendin, que centró su intervención desde la perspectiva de la responsabilidad del médico, dijo que lo más importante es “trabajar por la seguridad de los pacientes” porque “en torno al acto médico, intervienen un montón de agentes que inciden en el resultado final del proceso”, aunque, a veces, se cometan equivocaciones, algo que “es algo humano, pero que no tiene ningún tipo de intencionalidad”.
Tras señalar la magnitud del problema de los errores sanitarios, cuyo número de muertes al año por esta causa duplica al de muertes por accidentes de tráfico, el Dr. Rodriguez Sendin afirmó que se deben, solo de forma infrecuente, a conductas inadecuadas de un profesional individual. “En general ?afirmó- ocurren por una interacción de múltiples factores en un Sistema Sanitario que es muy complejo y que evidencia el problema de que los sistemas no son suficientemente seguros, por lo que no hay una solución fácil ni simple”. Por ello, abogó por establecer políticas de detección de errores y eliminación o reducción de los procesos adversos con el objetivo prioritario de “la seguridad de los pacientes”.
Para el Dr. Rodríguez Sendin, la situación actual a la que se enfrentan los médicos con “menos recursos y una sociedad que cada vez tolera menos el riesgo relacionado con la actividad médica, provoca “cierta inseguridad” en los profesionales que hace que actúen, a veces, desde la perspectiva de una “medicina defensiva, sin valores, que no arregla nada y lo complica todo” y que lleva a la ocultación de los errores, con la consiguiente repercusión en los pacientes.
Ante una situación en la que “se incrementan las prácticas innecesarias con el consiguiente incremento de gastos sanitarios que inciden en la sostenibilidad del sistema”; en la que proliferan las demandas y se incrementan las cantidades a satisfacer en el caso de una condena, a la vez que existe un aumento simultáneo de las agresiones a médicos, el Dr. Rodriguez Sendin expuso una serie de interrogantes sobre las consecuencias de la misma y sobre de quien es la responsabilidad.
“¿Quién sufre y paga el encarecimiento y efectos de la medicina defensiva?, ¿quién gana y quien pierde con el establecimiento de una industria de la demanda por supuestos daños sanitarios?, ¿cuáles son los límites de la responsabilidad del médico?, ¿Quién gana y quien pierde con los escándalos sanitarios infundados?, ¿quién indemniza a la multitud de afectados por una asistencia sanitaria y del SNS generada por prácticas deshumanizadas, ineficaces y costosas?”, se preguntó.
El presidente de la OMC insistió en el objetivo clave de mejorar la seguridad de los pacientes, “algo que podemos hacer para evitar que, como consecuencia de la medicina defensiva, perjudiquemos al paciente”. También propuso investigar y estudiar la epidemiologia de los errores y “reconocerlos para corregirlos”, así como modificar la legislación para establecer “Baremos de daños sanitarios”.
El Dr. Sanchez Fierro expuso que, en la actualidad, para establecer los baremos por daños sanitarios se aplican, por analogía, los mismos que para los accidentes de tráfico, con la “consiguiente dificultad para resolver casos de daños sanitarios como los ocasionados en partos o por problemas neonatales, en los que no existe un elemento análogo para aplicarlos”.
Anunció que el Ministerio de Sanidad ha realizado un Baremos de Daños Sanitarios con diecisiete propuestas, que “son básicas y en las que tendremos que profundizar” y que ha remitido al Ministerio de Justicia para su consideración ante la reforma judicial y de procedimiento en lo referente a la pericia médica. El objetivo es que este “Baremo de Daño Sanitario” tenga carácter vinculante como ocurre, por ejemplo, en Portugal, aunque reconoció desconocer “el destino de nuestras propuestas”.
El Dr. Borobia centró su intervención en “la cualificación necesaria de los peritos médicos”. Señaló que en cuanto a la capacitación actual para el ejercicio de esta actividad, el grado de Medicina, aunque es una condición necesaria, “no es suficiente para resolver los problemas concretos de la técnica pericial, entre otras razones, porque no se explican en el grado”.
Señaló que en cuanto a los ejemplos de formación pericial, en un nivel superior al grado, como las especialidades de Medicina Legal, Medicina Forense y Medina del Trabajo, que se centran en los derechos y obligaciones del médico, en cuestiones penales y en incapacidades laborales, respectivamente, “la actual legislación, y sobre todo, la que se presume aparecerá en pocos meses puede dar lugar a una práctica desaparición de muchos de estos contenidos formativos, necesarios para la práctica pericial”.
Por todo ello, abogó por una “regulación de la formación del perito médico en la que se establezcan unos mínimos de conocimientos y de habilidades, lo suficientemente profundos como para poder desarrollar la actividad pericial y lo suficientemente limitados en el tiempo y en el coste para que no supongan un freno en la rápida incorporación en el mercado de trabajo”.
Por su parte, el Dr. Luis Fernando de Quirós defendió la existencia de un cuerdo de peritos acreditados para buscar la mejor solución a estos problemas de baremo de daños sanitarios, así como el trabajo en equipo de todos los especialistas que trabajan en estos temas con el objetivo de evitar que los procesos se judicialicen.
Miguel Sánchez expuso la diferencia entre médico “testigo perito” y el médico “perito”. El primero, dijo, es aquel que como médico que ha atendido a un paciente que está incurso en un proceso judicial de reclamación por daños sanitarios, puede ser llamado a declarar en un juicio y tiene el deber de acudir para testificar sobre su informe clínico; no cobra por ello y no tiene que emitir informe pericial. El segundo, el médico “perito” es el profesional que, en base a la documentación clínica aportada en el proceso y a la exploración del paciente, emite un informe y cobra por ello.
Miguel Sánchez felicitó al ICOMEN y a su presidenta, Sonia López, que también participó en esta jornada, por la puesta en marcha de un sistema/convenio de arbitraje para casos de negligencias médicas, que vincula a las partes que se suscriban, y que tiene como objetivo “evitar que los médicos se vean inmersos en un proceso judicial penal o, en el mejor de los casos, en un proceso civil”.
El Dr. Santiago, expuso los pormenores del Servicio de Medicina Legal Hospitalaria del Hospital Clínico San Carlos que lleva operando desde hace 25 años y cuyas funciones se centran en la asesoría a los órganos directivos y de gestión, formación y docencia, elaboración de protocolos y guías de procedimientos para profesionales y pacientes, análisis de reclamaciones y asesoramiento a los profesionales inmersos en denuncias por daño sanitario.
Todo ello tiene como fin de “prevenir los riesgos laborales” y ha dado como resultado ?dijo- una disminución de las reclamaciones judiciales y patrimoniales. Expuso datos genéricos de las intervenciones que generan el mayor número de reclamaciones, con Traumatología, Ginecología y Obstetricia como las especialidades que encabezan la lista. Y puso como ejemplo del trabajo que realiza el Servicio de Medicina Legal Hospitalaria el caso de una mujer que, tras cuatro años de haberle realizado en el hospital una mastectomía, presentó una reclamación por que tenía una ajuga dentro de un brazo. El doctor Santiago dijo que se le extrajo la ajuga y se comprobó que era una aguja de coser.