El presidente de la Organización Médica Colegial, Dr. Juan José Rodríguez Sendín participó en una mesa redonda sobre las “consecuencias de la libertad de expresión” en el marco del I Encuentro de Medicina Digital, organizado por el Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM). Durante su intervención se refirió en reiteradas ocasiones al contenido del Código Deontológico, al que considera “un canto a la defensa de la libertad del paciente y del médico”
En concreto, son ocho los artículos en los que viene reflejado el término de “libertad” dentro del Código Deontológico, como recordó el Dr. Rodríguez Sendín. También habló de limitaciones a la libertad, que, en cierto modo, como indicó “es una manera de garantizar la libertad de un tercero”.
La libertad, según expuso, no es un valor absoluto, “ha de ser bien entendida y participada”. De ahí, como señaló que “la libertad del médico tiene que estar al servicio del conocimiento y de la evidencia clínica”. En este sentido, animó a seguir defendiendo esta última.
Según recomendó, “la necesaria libertad del médico la tenemos que vincular como derecho fundamental, aunque nunca debe anteponerse al interés colectivo ni al de los pacientes ni tampoco ser utilizada como interés particular en el ámbito privado”.
El Dr. Rodríguez Sendín aludió a los extraordinarios cambios que se están produciendo en la sociedad, al igual que en la Medicina, en los pacientes, y también entre los médicos. En ese sentido, recordó que “los códigos de conducta son mecanismos para intentar orientar a las personas”.
Finalmente, señaló que los “efectos colaterales” que pueden causar las palabras o los silencios del médico, “pueden ser más graves que los del medicamento peor indicado”.
Por su parte, el abogado y profesor de derecho sanitario y bioética José Mª Antequera recordó que en el ámbito sanitario son muy frecuentes las situaciones relacionadas con la libertad de expresión, que se han amplificado en los últimos años a través de las redes sociales.
Este experto indicó que los médicos tienen derecho a la libertad de opinión de igual forma que el resto de ciudadanos, aunque teniendo en cuenta algunos límites, como el que que representa el secreto profesional. Antequera abogó, al respecto, por la necesidad de resolver la tensión entre derechos y obligaciones en los centros sanitarios. “Se trata de concretar si ha de prevalecer la opinión del médico o los derechos de los servicios sanitarios”.
A su juicio, los médicos también tienen que saber gestionar las tensiones entre los derechos fundamentales. Como dijo, al respecto, todos los derechos son importantes “pero muchas veces hay que sacrificar un derecho para proteger otro”.
Por su parte, la directora de comunicación del ICOMEM, Marisa Barrios, expuso varios ejemplos muy mediáticos de manifestación de libertad de expresión, de su repercusión en redes sociales y posteriores consecuencias. Lo que se publica en redes sociales, como dijo, “tiene una repercusión relevante”, de ahí -añadió- “la necesidad de ser prudentes con lo que se dice para evitar consecuencias no sólo en el plano profesional y deontológico, sino también a nivel de imagen corporativa e imagen personal que se reflejan a través de estas nuevas herramientas”.