Datos de Naciones Unidas indican que más de medio millón de personas en Haití requiere ayuda humanitaria urgente, mientras la escalada de precios en alimentos de primera necesidad empeora la situación día a día. Además, el 49,3% de la población haitiana no recibe la nutrición suficiente, según datos de la Agencia para la Agricultura y la Alimentación de Naciones Unidas
Por ello, la ONG Solidaridad Internacional alertó de la “gravísima crisis” que vive el país, donde más de dos millones y medio de personas necesitan ayuda para mejorar su alimentación. Mientras, la moneda local -el gourda- experimenta una inflación que impide el acceso a productos básicos.
La situación ha empeorado desde que comenzaron las protestas el pasado mes de mayo, cuando salió a la luz un informe que relaciona al actual presidente, Jovenel Moise, con un caso de corrupción con fondos de la compañía petrolífera venezolana Petrocaribe. Ante el aumento de las movilizaciones sociales de rechazo y la represión, se ha incrementado la violencia callejera, hasta el punto de que muchos días resulta difícil salir de casa para hacer compras imprescindibles, según el personal de Alianza por la Solidaridad en el terreno.
Datos de Naciones Unidas indican que más de medio millón de personas en el país requieren ayuda humanitaria urgente, mientras la escalada de precios en alimentos de primera necesidad empeora la situación día a día. Entre abril y junio, más de cinco millones de haitianos no pudieron llevar alimentos a su mesa, informó la Dirección General de Protección Civil Europea y Operaciones de Ayuda Humanitaria (ECHO).
En este contexto, también se complica el trabajo de las organizaciones humanitarias en Haití, pues la movilidad desde las ciudades a la zona rural tiene que realizarse con medidas de seguridad extremas para evitar asaltos. Al mismo tiempo, las cosechas sufren los efectos de sequías y huracanes, cada vez más virulentos por efecto del cambio climático.
El personal en el terreno alerta de que la situación “es una bomba de relojería que puede estallar en cualquier momento”, porque “son recurrentes las huelgas de funcionarios que no cobran, como docentes, policías o agentes de protección civil”.
Pese a las dificultades, Alianza por la Solidaridad ha iniciado la distribución de ayudas a pequeña escala, con un proyecto del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, en toda la zona sudeste y noreste de Haití.
Gracias a este programa, se está atendiendo a unas 2.000 familias, a las que se distribuye arroz, aceite, judías y dinero en efectivo. La ayuda se dirige sobre todo a personas en mayor riesgo de desnutrición, como personas con discapacidad o mujeres embarazadas.
A través de un convenio con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), también se ha puesto en marcha otro programa en el sudeste destinado a 725 familias vulnerables, que reciben dinero, semillas, útiles agrícolas o formación por la realización de trabajos.