La eurodiputada María Irigoyen participará en la Jornada sobre los derechos de los pacientes en la Sanidad Transfronteriza, que se celebrará el próximo 11 de octubre, promovida por la Organización Médica Colegial (OMC). Irigoyen destaca la importancia de aclarar las normas sobre el acceso a la asistencia sanitaria en otro país de la UE, ya que, según los datos que maneja, sólo un 30 por ciento de ciudadanos están al tanto de sus derechos en esta materia
Madrid, 4 de octubre 2013 (medicosypacientes.com)
-El próximo 11 de octubre se celebra en Madrid la Jornada «La aplicación en España de la normativa europea sobre los derechos de los pacientes en la asistencia sanitaria transfronteriza» ¿Cuál considera que es el valor de la misma, a punto de la transposición de la directiva en nuestro país?
-En mi opinión, era necesaria la adopción de un marco comunitario para la asistencia sanitaria transfronteriza, con el objeto de aclarar las normas sobre el acceso a la asistencia sanitaria en otro país de la Unión Europea y el papel de los Estados, tanto de los de origen, que tienen que hacer el pago, como de aquellos en los que se recibe tratamiento. Pero sobre todo, la Directiva garantiza una atención sanitaria más accesible, de mayor calidad y más segura.
No obstante, nuestro objetivo último debe ser más ambicioso y perseguir que el nivel de igualdad alcanzado en todos los Estados haga innecesarios los desplazamientos de los ciudadanos a otro país.
-¿La sanidad transfronteriza es muy demandada en el conjunto de la UE?
-Como norma general, los pacientes prefieren recibir tratamiento en su país y, a ello, se le suma el desconocimiento sobre los derechos existentes en materia de reembolso de la asistencia sanitaria transfronteriza (tan solo un 30 % de los ciudadanos europeos están al tanto de sus derechos, según cifras del Eurobarómetro).
Así, la demanda de asistencia sanitaria transfronteriza se sitúa en torno al 1 % del gasto público en salud, unos 10.000 millones de euros.
Pero ha de tenerse en cuenta que la evolución demográfica y la movilidad en Europa generará un continua demanda de la prestación sanitaria transfronteriza. Más que nunca, deben cumplirse, con el fin de garantizar una aplicación plenamente satisfactoria, los criterios y condiciones que impone el nuevo marco legislativo.
No obstante, en el caso de España, al ser un país receptor de turismo, puede deducirse que se producirá un incremento de la demanda de asistencia.
-¿Cuál es el perfil del paciente tipo consumidor de este tipo de asistencia?
-Tal y como he señalado anteriormente, la mayoría de los pacientes prefiere recibir tratamiento lo más cerca posible de su lugar de residencia. Pero según un estudio de la Universidad de York sobre los pacientes británicos que reciben tratamiento en el extranjero, el 87 por ciento indicaba que su motivación era la perspectiva de tener que esperar más tiempo para recibir tratamiento en Inglaterra.
-¿Qué promedio del presupuestos público anual suelen gastar los Estados miembros de la UE en este tipo de asistencia sanitaria? ¿Hay muchas diferencias entre lo que invierte cada país?
-Como he destacado previamente, hasta ahora, el gasto en asistencia sanitaria transfronteriza ha representado en torno al 1 por ciento del gasto público en salud, es decir, unos 10.000 millones de euros.
En diciembre de 2010, España junto a otros países paralizó en el Consejo la propuesta inicial de la Comisión, al considerar que tendría un coste excesivo para el sistema público de Salud. Y es que la normativa proponía que el país de residencia se hiciera cargo del coste de la asistencia médica desplazada, lo que provocaba un gasto enorme dado el alto número de pensionistas comunitarios instalados en nuestro país.
-¿Cómo podría repercutir la sanidad transfronteriza en la sostenibilidad del sistema sanitario de un Estado miembro?
-De haberse aplicado la directiva, tal y como proponía la Comisión, el sistema sanitario español hubiera tenido que hacer frente a un coste adicional de unos 2.000 millones.
No obstante, el texto finalmente aprobado no plantea graves dificultades para la sostenibilidad de los sistemas sanitarios de los Estados miembros, tal y como queda contemplado en el artículo 8 de la Directiva (Asistencia hospitalaria y especializada) y en particular con el sistema de autorización previa.
-En mayo de 2014 se celebran elecciones al Parlamento Europeo, ¿Qué relevancia se le da la salud en el programa electoral de un eurodiputado?
-La salud es una cuestión que nos preocupa a todos y que nos afecta en nuestra vida diaria. Soy una firme defensora del sistema sanitario público, universal, gratuito y de calidad que el gobierno está tratando de poner fin con falsos argumentos de eficacia y ahorro, a pesar de ser uno de los más equitativos, menos costosos de la Europa occidental y más eficientes del mundo.
No obstante, creo que se puede mejorar los servicios sanitarios y las políticas de salud en España – en especial las necesidades de financiación del sistema, la suficiencia de recursos y la transparencia en la gestión- pero no a cualquier coste y dejando de lado derechos fundamentales.
A nivel europeo cabe destacar que la salud no es solamente un valor en sí misma, sino también un potente motor de crecimiento. Por ello, es necesario elaborar mecanismos comunes para hacer frente a la escasez de recursos con el fin de contribuir a sistemas de salud sostenibles e innovadores; mejorar el acceso de los ciudadanos de la UE a una asistencia sanitaria mejor y más segura; promover la adopción de las mejores prácticas y desarrollar enfoques conjuntos para hacer frente a emergencias sanitarias.



