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Luis Cayo: “La Sanidad y el SNS son demasiado importantes como para dejarlo en manos de los políticos”

“La Sanidad y el Sistema Nacional de Salud son demasiado importantes para dejarlo en manos de los políticos”. De esta manera contundente se ha expresado el  presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), Luis Cayo, en una entrevista para Médicos y Pacientes, realizada con motivo de la campaña puesta en marcha por la Fundación para la Protección Social de la OMC (FPSOMC) sobre Discapacidad

 

 

Madrid, 26 de diciembre de 2014 (medicosypacientes.com/A.G.)

En la entrevista Luis Cayo aborda los principales problemas de las personas con Discapacidad en nuestro país, hace un crítico balance de las consecuencias de la crisis sobre este colectivo, habla sobre la labor de la Fundación de la OMC y demanda una respuesta “política-social excepcional para una situación excepcional”.

El máximo representante del CERMI valora de manera positiva la labor de la Fundación para la Protección Social a lo largo sus casi cien años de actividad, un hito que califica de “mérito histórico y ejemplo de responsabilidad social sostenida y continuada en el tiempo, antes de que este concepto se hubiera acuñado, y que representa de una manera clara la conciencia social de la profesión médica”.

Finalmente analiza su participación dentro del Consejo Social de la OMC, al que se incorporó en 2013, una acción que “nos anima a la defensa del SNS como estructura esencial para el bienestar de la ciudadanía, incluidas las personas con discapacidad y sus familias”.

¿Cuál es la labor principal del CERMI y la labor principal que realiza en España?, ¿y los objetivos del CERMI para el próximo año?

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) es la expresión de la sociedad civil organizada en torno a la discapacidad para la incidencia política. Su cometido esencial es influir allí donde se toman las decisiones para que las personas con discapacidad y sus familias ganen posiciones en términos de derechos, inclusión y bienestar. Trabajamos para que la discapacidad esté en la agenda política del país.

Acaba de cambiar de titular el Ministerio de Sanidad ¿Qué le pide al nuevo Ministro?

Un ministerio que tiene, entre otras más, las atribuciones de Sanidad, corre el riesgo de descuidar el resto de competencias por la concentración que siempre significa la atención a la salud. Al ministro desde el primer momento le hemos recordado que su responsabilidad es triple, sanidad, servicios sociales e igualdad, y que las dos últimas no son meros apéndices, sino ejes básicos de la acción política del Departamento. Su dirección política ha de repartirse equilibradamente, sabiendo que lo que sufre hoy España es una crisis social sin precedentes, por lo que la respuesta ha de ser sustancialmente social.

¿Qué políticas y medidas pueden apoyar al sector fundacional, en concreto el dedicado a la Protección Social?

La agenda social es inmensa. En CERMI, si somos algo como sector, es el ser muy propositivos, tenemos en mente una política pública de discapacidad, y por extensión una política pública de inclusión social; enunciarla saturaría esta entrevista. España experimenta una situación social excepcional que requiere una respuesta política social también excepcional, a la altura del momento. No sirven las recetas de siempre, necesitamos políticas muy ambiciosas y muy innovadoras. Apuntaría en todo caso, que se cuente con la sociedad civil organizada, con los movimientos sociales, que queremos corresponsabilizarnos.

Dentro del colectivo de personas con discapacidad, ¿cuáles son los segmentos que necesitan más ayudas y prestaciones?, ¿Por qué?

Todas las personas con discapacidad, por el simple hecho de tener una discapacidad, están en riesgo de presentar una situación estructural de exclusión social. La discapacidad es un factor que condiciona, impidiendo o dificultando enormemente el acceso a los bienes sociales básicos y a los derechos humanos mínimos. Pero si a esto se añaden, otros factores, como el género (mujer), la residencia en el medio rural, el estigma (caso de la salud mental), o la poca frecuencia o prevalencia, entre otros, el potencial de exclusión se multiplica. Ese es el núcleo duro que hay que tener más presente.

¿Cree que se están llevando a cabo las suficientes políticas de integración? Es la integración la asignatura pendiente en la gestión de la discapacidad?

Más que de integración, ahora hablamos y practicamos la inclusión; no se trata solo de matices terminológicos, comportan un cambio de modelo y hasta de paradigma. Dicho esto, necesitamos políticas y legislaciones enérgicas para que las personas con discapacidad dejen atrás las desventajas objetivas que padecen por la hostilidad del entorno social. La acción pública ha de acompañar activamente a las personas con discapacidad en su proceso de inclusión, eliminando discriminaciones y proporcionado apoyos efectivos.

¿En qué situación se encuentran las personas con discapacidad en la actualidad respecto a antes de la crisis? ¿Los recortes y ajustes presupuestarios han perjudicado a las personas con discapacidad?

Desde luego, eso es evidente. Nunca hemos estado, como personas con discapacidad, en una situación idílica, aceptable siquiera, nuestra exclusión es sistémica y estructural, antes y durante la crisis, pero esta, el impacto de la misma, ha sido devastador en esta parte de la población. La crisis se ha cebado con las personas con discapacidad y sus familias, poniendo en riesgo cierto las débiles, fragmentarias y discontinuas estructuras de bienestar y los apoyos con los que veníamos contando.

¿Qué valoración hace del trabajo, a lo largo de casi un siglo, de la Fundación para la Protección Social de la OMC?

Que haya cumplido un siglo, es de por sí un mérito, en un país como España donde las iniciativas de carácter social son tímidas y con recorridos más bien cortos. La Fundación es un ejemplo de responsabilidad social sostenido y continuado en el tiempo, mucho antes de que este concepto se hubiera siquiera acuñado. La profesión médica ha tenido siempre conciencia social y la ha volcado en instrumentos como esta Fundación.

La Fundación destina un tercio de sus ayudas a las personas con discapacidad ¿Conoce su Programa de Protección Social? ¿Cómo se podría mejorar?

Tengo nociones genéricas del objeto y la trayectoria de la Fundación. He conocido algunos de sus programas dedicados a la inclusión de las personas con discapacidad, y mi juicio es muy favorable. Sería improcedente dar consejos, como si estuviera en posición de superioridad. En todo caso, me permito sugerir que la Fundación busque alianzas con el movimiento de la discapacidad, que plantee proyectos colaborativos, el éxito estará asegurado.

¿Qué opinión le merece la campaña puesta en marcha por la Fundación #discapacidadFPSOMC? ¿Qué otras iniciativas se pueden poner en marcha para darle mayor visibilidad a la discapacidad?

Creo que es una manifestación de creación de valor compartido digna de elogio. Que la profesión médica a través de su estructura colegial despliegue líneas de solidaridad activa con el entorno de personas con discapacidad de la propia clase médica, me parece un acierto. La inclusión de las personas con discapacidad es una responsabilidad pública, pero también de la sociedad civil, de las profesiones colegiadas, de las familias y de los individuos. La profesión médica colegial así lo ha entendido y lo ha puesto en práctica.

El CERMI, junto al CGCOM y otras instituciones, forma parte del Consejo Social de la OMC ¿Qué líneas de trabajo están desarrollando actualmente y cuáles son los fines que pretenden lograr?

En efecto, desde hace unos pocos meses el CERMI se ha sumado al Consejo Social de la OMC. Ha sido una experiencia intensa y sugestiva, y con amplias expectativas de despliegue futuro. Sin duda, nos anima la defensa del sistema público de salud como estructura esencial para el bienestar de la ciudadanía, incluidas las personas con discapacidad y sus familias. También influir en la gobernanza de este sistema para que dos dimensiones ineludibles de ese sistema, la profesión médica, por un lado, y los usuarios cualificados, las personas con discapacidad, por otro, tengamos un peso específico en su orientación, desarrollo y gestión. La sanidad, el sistema de salud, son demasiado importantes como para dejarlos en manos de los políticos.

¿Qué mensaje le gustaría lanzar desde CERMI y a través de la FPSOMC a la sociedad y las instituciones?

Que perciban a las personas con discapacidad como una parte de la diversidad humana, de la diversidad social, cuya inclusión aporta valor a la vida en comunidad; la hace más rica, variada y digna.

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