Los padres son menos conscientes cuando sus hijos consumen cigarrillos electrónicos que si fuman tabaco convencional, según ha puesto de manifiesto un estudio llevado a cabo por investigadores de la UC San Francisco (Estados Unidos) y que ha sido publicado en la revista 'Pediatrics'
Los investigadores también encontraron que cuando los padres establecían reglas domésticas estrictas sobre no consumir tabaco, que se aplicaban a todos los residentes, era menos probable que sus hijos comenzaran a consumir tabaco.
“Sabemos que los hogares sin tabaco son una herramienta clave para ayudar a los niños a prevenir el tabaquismo. El consumo de tabaco por parte de los niños es preocupante y los dentistas, como todos los proveedores de atención médica, deberían preocuparse por prevenir el consumo de tabaco en los jóvenes”, han dicho los investigadores.
Durante la última década, el panorama del tabaquismo ha cambiado drásticamente, especialmente entre los jóvenes, para quienes el consumo de cigarrillos ha disminuido, mientras que el uso de cigarrillos electrónicos se ha disparado. El año pasado, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informaron que más de 1 de cada 4 estudiantes de secundaria fumaba.
El nuevo estudio utilizó datos del Estudio de Evaluación de la Población del Tabaco y la Salud (PATH) para investigar la conciencia de los padres sobre el consumo de tabaco entre los jóvenes y el papel de las reglas del tabaco en el hogar en la prevención del tabaquismo.
Además de los cigarrillos y los cigarrillos electrónicos, el estudio analizó los productos combustibles que no son cigarrillos y el tabaco sin humo. De esta forma, el trabajo encontró que era más probable que los padres supieran o sospecharan que su hijo estaba usando tabaco o un producto de nicotina si el niño era mayor, varón, identificado como blanco y vivía con un consumidor de tabaco, así como si los padres tenían menos educación. Las madres fueron señaladas como más conscientes que los padres.
Los investigadores también encontraron que los adolescentes y preadolescentes que vivían en hogares con las reglas más estrictas que prohíben el consumo de tabaco tenían entre un 20 y un 26 por ciento menos probabilidades de comenzar a consumir tabaco, en comparación con los jóvenes que viven en los hogares más permisivos.
“La baja conciencia de los padres sobre el uso de cigarrillos electrónicos oculta la creciente atención del público hacia el vapeo de los jóvenes. El consumo de tabaco entre los jóvenes es un problema de salud pública considerable, independientemente del producto de tabaco que se utilice, y los padres desempeñan un papel muy importante en la prevención del tabaquismo”, han zanjado los expertos.