La asociación de médicos habilitados como agentes de control antidopaje ha anunciado que dejarán de hacer controles de sangre y orina hasta que no se solucione la reciente externalización de los servicios de extracción, recogida y envío de muestras de control antidopaje en España que ha puesto en práctica la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD)
Madrid, 3 de julio de 2015 (medicosypacientes.com)
La asociación de médicos habilitados como agentes de control antidopaje ha anunciado mediante un comunicado que no harán más controles hasta que la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD), no resuelva su situación provocada por la externalización de los servicios de extracción, recogida y envío de muestras de control antidopaje en España que ha puesto en práctica esta agencia.
Después de cerca de dos años de disputas judiciales entre dos empresas extranjeras (IDTM y PWC) para hacerse con el contrato público (2 millones de euros), la AEPSAD ha procedido a la adjudicación del contrato de toma de muestras de sangre y orina para la realización de análisis de control de dopaje, por un periodo de un año a la empresa mercantil alemana Professional Worldwide Controls GMBH (PWC).
Debido a ello, los profesionales que realizan estos controles han mostrado su malestar por la situación actual y su voluntad de no realizar nuevos controles hasta que se resuelva la situación.
Los médicos aseguran que asistieron a reiteradas denuncias interpuestas ante los tribunales entre ellas, acusándose de incumplimiento de las condiciones establecidas legalmente, y resolviendo los tribunales de justicia paralelamente, beneficiando a una y a otra consecutivamente.
Sin embargo “está en juego una muy suculenta cantidad de dinero público que no están dispuestas a perder, más si cabe, considerando que las condiciones ofertadas a médicos y enfermeros, con independencia de la empresa extranjera de externalización elegida, se reducen en cualquier caso un 84% con respecto a lo establecido por la AEPSAD cuando es ésta ?la Administración Pública-, la que gestiona, programa, asigna y abona la prestación de este servicio a médicos y enfermeros, especialmente preparados para tal cometido” afirman los médicos.
Según han expresado en su comunicado, este proceso se encuentra recurrido en la Audiencia Nacional por presuntas irregularidades administrativas y presunto trato de favor en su concesión.
A fecha de hoy, las retribuciones asignadas por la AEPSAD a los profesionales (médicos y enfermeros) preparados y rehabilitados cada dos años, con reciclaje y formación continuada realizada por el Consejo Superior de Deportes (CSD), con experiencia acumulada y demostrada desde hace décadas en los procedimientos de recogida de muestras de sangre y orina a los deportistas profesionales, con garantías de buena praxis y profesionalidad acreditada y necesaria de cara a todos los colectivos que participan de su trabajo y cometidos en el buen desarrollo de la industria del deporte en España, son acordes al grado de especialización y profesionalización de sendos colectivos.
A priori, y antes de empezar (la empresa externa alemana elegida de nuevo en el mes de mayo de 2015 para la gestión de controles antidopaje en España es PWC-Gmbd) establece unas condiciones ofertadas muy por debajo de lo contemplado por la Administración hasta ahora, (sobre las cuales se habría calculado el contrato de adjudicación a externalizar) con una disminución de las retribuciones a los profesionales implicados de un 84%, “frente a las cuales la gran mayoría de profesionales (médicos y enfermeros) no está dispuesta a aceptar, y así se ha comunicado a la empresa privada alemana, de la misma manera que ocurrió con la anterior empresa privada sueca (IDTM), que ya establecieron entonces las mismas condiciones”, ha destacado este colectivo.
Asimismo, han señalado que los estándares de calidad diseñados por WADA (WorlD Antidoping Agency) y especialmente los sistemas de traslado de las muestras, podrían verse mermados en esta externalizacion, ya que a su juicio “se pretende obviar la utilización de herramientas informáticas como la plataforma ADAMS de uso obligado por mandato de la WADA, bien conocida y usada por los deportistas y organismos estatales como el CSD y la misma AEPSAD”. Herramientas que según han explicado son imprescindibles en el manejo de las muestras médicas y para la cual han sido formados por AEPSAD que la nueva contrata “pretende sustituir por una plataforma propia que ?en su opinión- puede ser contraria a la legislación vigente”.
El mayor argumento para externalizar es de índole económica, según pone de manifiesto los médicos que ante la improvisación de esta empresa en la pretendida gestión, se preguntan si era “realmente necesario externalizar y si es conveniente para la Administración pública en el caso Estatal y particularmente para el Consejo Superior de Deportes y la AEPSAD poner en riesgo las garantías y calidad en el procedimiento antidopaje es decir, poner en riesgo el futuro de los controles de dopaje en España y la imagen internacional del deporte español”.
A su juicio, el presupuesto es acaparado por la empresa privada a costa de minorar hasta las retribuciones de los médicos y con ello la pérdida de las garantías y la calidad en el procedimiento de control antidopaje.
Ante tal situación los médicos y enfermeros habilitados como agentes de control antidopaje han decidido no participar y no realizar las correspondientes pruebas de orina y sangre hasta que no se solucione la situación actual “evitando así ser cómplices de la improvisación”.
Tal y como han hecho constar, esta empresa privada, a la que se ha adjudicado la externalización de los servicios mencionados, ofrece la puesta en marcha de los procedimientos de control antidopaje establecidos por los Organismos oficiales nacionales e internacionales, con una gestión que “consideramos insuficiente en términos de resultados, eficacia, eficiencia y calidad, al mostrar al menos, unas condiciones de retribución no acordes a la altura de los colectivos a los que debe dirigirse en España, así como una manera de proceder alejada de los estándares esperados”, reivindican.