Ante el desacuerdo con la Administración, las corporaciones profesionales, según un comunicado del COMV, «se reservan adoptar las medidas legales necesarias para eximir de responsabilidad a los médicos en el caso de que se derive un problema de salud como consecuencia de la aplicación de estos algoritmos»
Valencia, 2 de octubre 2013 (medicosypacientes.com)
El Consejo Autonómico de Colegios de Médicos de la Comunidad Valenciana, integrado por los Colegios de Médicos de Valencia, Alicante y Castellón, se reunió el pasado lunes con el conseller de Sanitat, Manuel Llombart, con el fin de tratar directamente los temas de mayor preocupación para el colectivo médico valenciano. Tras esa reunión, el Colegio de Médicos de Valencia (COMV) ha manifestado su desacuerdo con los algoritmos planteados por la Consejería de Sanidad de dicha Comunidad autónoma.
Según ha informado el COMV, «la relevancia de los asuntos planteados (los algoritmos de prescripción terapéutica; la restitución de la carrera profesional; la integración de los médicos funcionarios -APD y cupo y zona-; y las jubilaciones forzosas) impidió su desarrollo, consumiéndose la mayor parte del tiempo en el primer punto».
Los colegios de médicos solicitaban -prosigue el COMV- a la Consejería de Sanidad la paralización de los algoritmos de prescripción, al menos hasta que se evalúe la viabilidad y coste-eficiencia de los primeros que se implantaron (los dirigidos a tratar las hiperlipidemias).
Ante el desacuerdo con la Administración, las corporaciones profesionales se reservan adoptar las medidas legales necesarias para eximir de responsabilidad a los médicos en el caso de que se derive un problema de salud como consecuencia de la aplicación de estos algoritmos.
Cartas a la Consejería
No es la primera vez que los profesionales médicos manifiestan sus dudas sobre los algoritmos de prescripción. Además de la reunión mantenida ayer, el Consejo Autonómico de Colegios de Médicos de la Comunidad Valenciana junto con más de una veintena de sociedades científicas médicas, ya había informado mediante carta al consejero en dos ocasiones (junio y agosto) de las dificultades prácticas, ralentización, complejidad administrativa, la disminución del tiempo de consulta y problemas que estaba suponiendo su puesta en marcha.
En ambos escritos los firmantes declaraban su disposición a colaborar en las medidas que contribuyan al sostenimiento de la sanidad pública, no obstante, destacaban la necesidad de una evaluación previa de los algoritmos antes de su implantación generalizada.