La Unión Europea (UE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han reafirmado su compromiso de abordar de forma conjunta los retos que comparten a nivel mundial, como frenar el aumento del hambre, hacer frente a las crisis alimentarias y mejorar la nutrición y los sistemas alimentarios, entre otros
La cooperación UE-FAO abarca un amplio abanico de ámbitos: desde la inocuidad y la seguridad alimentarias, la agricultura sostenible y el control de enfermedades y plagas, hasta la tenencia de la tierra, la gestión de los suelos y la lucha contra la pesca ilegal, la desertificación y la deforestación.
El Informe mundial sobre las crisis alimentarias (lanzado en 2016) se ha convertido en una referencia mundial para el análisis y la respuesta a las crisis alimentarias. Tras sus inicios como iniciativa del Programa Mundial de Alimentos (PMA), ha pasado a ser un esfuerzo conjunto de varios organismos, llamando la atención a nivel mundial sobre los efectos devastadores de los conflictos y las crisis prolongadas en la seguridad alimentaria.
La asociación condujo también al desarrollo y promoción de una serie de directrices, acuerdos y normas internacionales dirigidos a: mantener la inocuidad de nuestros alimentos, su producción sostenible y los animales y las plantas saludables; promoviendo prácticas equitativas de comercio alimentario; y protegiendo la vida silvestre, los océanos, la tierra y los bosques.
La asociación ha sido un importante agente de cambio en beneficio de millones de personas en países en desarrollo, emergentes y desarrollados -incluida la UE-, y ha ido ampliándose en los últimos 10 años.
En los próximos dos años, la UE y la FAO se centrarán en desarrollar la resiliencia de las comunidades para abordar el cambio climático y un mejor uso de los recursos naturales; invertir en agricultura y las cadenas de valor; así como propiciar la prosperidad y la paz, y construir un futuro más sostenible para todos.
“El apoyo constante de la UE al multilateralismo y al sistema de las Naciones Unidas es tan esencial para alcanzar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible como lo es para abordar los inmensos desafíos que siguen planteando hoy la migración forzada, los conflictos y las crisis alimentarias”, aseguró el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.
“Al trabajar juntos y aunar nuestra experiencia, estoy convencido de que podemos superar muchos de los desafíos más urgentes de hoy”, añadió Graziano de Silva.
“Estoy muy orgulloso de lo que la Unión Europea y la FAO han logrado juntos. A lo largo de los años, hemos construido una alianza sólida y estratégica, con un enfoque en áreas que son prioritarias en la agenda de las políticas de la UE. Seguimos siendo muy conscientes de que la seguridad alimentaria y la agricultura sostenible continúan siendo desafíos apremiantes. Por ello, apenas el mes pasado, en la Asamblea General de la ONU, la UE y la FAO firmaron un acuerdo por valor de 77 millones de euros para reforzar la resiliencia de millones de personas que luchan contra las crisis alimentarias en todo el mundo”, señaló el Comisario europeo de Cooperación Internacional y Desarrollo, Neven Mimica.
Entre 2007 y 2017, la Unión Europea destinó más de 1 500 millones de euros a más de 250 programas liderados por la FAO en 60 países, ampliando su apoyo a raíz de la crisis de los precios alimentarios de 2007-2008, y nuevamente en 2017, para abordar la inseguridad alimentaria y cuestiones de desarrollo agrícola relacionadas con conflictos, migración, medio ambiente y los desafíos del cambio climático.
Más del 80 por ciento del apoyo de la UE a la FAO procede del departamento de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Comisión Europea, con contribuciones adicionales del departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil y otros departamentos europeos centrados en agricultura, pesca, seguridad alimentaria, protección fitosanitaria, suelos e investigación.
La UE sigue siendo el principal asociado que aporta recursos de la FAO, representando con sus Estados miembros el 45 por ciento del presupuesto del organismo de las Naciones Unidas. En 2017, la contribución de la UE alcanzó los 239 millones de euros.
Entre 2014 y 2017, casi la mitad de las contribuciones se destinaron a África, con iniciativas también en Europa, América Latina, el Cercano Oriente y Asia.
Hay importantes logros alcanzados entre 2006 y 2017 y documentados en dos informes sobre la colaboración entre la UE y la FAO, presentados en un acto celebrado hoy en Roma para conmemorar casi un cuarto de siglo de cooperación entre la UE y la FAO.
Entre los principales se incluyen aliviar el hambre en 49 países afectados por la crisis mundial de los precios alimentarios de 2007-2008; erradicar la peste bovina – enfermedad viral infecciosa que afecta a las vacas y otros animales- en 2011. Esta fue la segunda enfermedad infecciosa oficialmente declarada erradicada en la era contemporánea, después de la viruela en los humano.
Establecer en 2015 el programa de Impacto en la seguridad alimentaria nutricional, resiliencia, sostenibilidad y transformación (FIRST), que ayuda a 32 países a mejorar las políticas y las inversiones en agricultura, seguridad alimentaria y nutrición;Brindar ayuda de emergencia a algunas de las personas más vulnerables y golpeadas por la crisis en tres continentes, incluyendo la respuesta a El Niño de 2016 en Zimbabwe, Lesotho, Colombia, Somalia, Haití, Vietnam y República Dominicana, y en 2017, evitar la hambruna en Somalia, Nigeria y Yemen;
Asimismo, crear capacidad de los países europeos en servicios de sanidad animal y ganaderos para contener la amenaza de la fiebre aftosa; desarrollar conceptos y medidas eficaces para garantizar una producción de bioenergía realmente sostenible en Europa y en el mundo.