Conseguir el acceso universal al diagnóstico y tratamiento efectivo del Chagas, así como estrategias de prevención, como medida de salud pública tanto en áreas endémicas, como en España, son algunas de las propuestas para controlar esta enfermedad global y emergente debido a migraciones, expuestas durante la conferencia “La enfermedad del Chagas, un problema de Salud Global” impartida por la experta en el tema, la Dra. María Jesús Pinazo, en la sede de la OMC
Madrid, 29 de junio de 2015 (medicosypacientes.com/S.G.)
La Organización Médica Colegial (OMC) acogió el pasado jueves, tras la presentación del Anuario 2014 de la Fundación de los Colegios Médicos para la Cooperación Internacional (FCOCMI), la conferencia “La enfermedad del Chagas, un problema de Salud Global” impartida por la Dra. María Jesús Pinazo, coordinadora Técnica en Bolivia del proyecto de la Plataforma Chagas e investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal)- Hospital Clinic, Universidad de Barcelona.
El acto contó con la participación del Dr. Serafín Romero Agüit, vicepresidente de la Fundación, quien presentó el tema y del Dr. Juan Martínez Hernández, médico Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y director de la Fundación para la Formación de la OMC (FFOMC), encargado de las conclusiones finales.
Durante la conferencia, la Dra. Pinazo hizo un recorrido por su labor en Bolivia, desde 2009, contextualizando la realidad de la enfermedad en el país, su trabajo en programas nacionales para el diagnóstico, tratamiento y prevención de la enfermedad junto con las instituciones sanitarias del país y el enfoque global de la enfermedad, que con motivo de las migraciones ya es un hecho, no poco extendido, en Europa y otras partes del mundo.
Su intervención fue presentada por el Dr. Serafín Romero Agüit, quien puso en valor la ocasión de “hablar de una enfermedad que tiene como base la pobreza y como respuesta el olvido” y resaltó la importancia de “hacer una visualización de uno de los grandes problemas de salud que se encuentra, no solo en el ámbito exclusivo de la cooperación, sino en la propia salud de los espacios donde vivimos”.
El Chagas es una enfermedad olvidada producida por un parásito endémico de América, directamente relacionada con la pobreza, que se calcula que afecta a 10 millones de personas en el mundo y que produce unas 10.000 muertes al año. Ante estas cifras, el Dr. Serafín Romero manifestó su preocupación y aseguró que “es importante transmitir hoy, no tanto los conocimientos de la enfermedad, sino el cómo debe abordar un profesional de la medicina, con ese componente de médico social y comprometido, un problema de salud global como éste”.
En este sentido, la Dra. Pinazo aseguró que cuando se trabaja con una enfermedad tan gruesa como es el Chagas en contextos desfavorables se debe aunar esfuerzos con todos los profesionales locales y lograr el manejo integral de todos los componentes del aérea para un mismo fin. “En un mundo tan globalizado hay que estar preparado para este tipo de eventualidades”, resaltó la experta.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años por parte de los profesionales y de la plataforma donde trabaja en Bolivia, denunció que el 99% de los pacientes siguen sin tratamiento aún, por lo que alertó que es necesario “el acceso universal al diagnóstico y tratamiento efectivo, contribuyendo al control de esta enfermedad y rompiendo definitivamente el ciclo de olvido”.
Asimismo, destacó la importancia de hacer una llamada a la movilización para que comprometan a la sociedad civil y a los profesionales de salud en su implementación y “presionar para conseguir fondos para la asistencia y la innovación, centrados en las necesidades del paciente”, solicitó la Dra. Pinazo.
La enfermedad de Chagas es actualmente global y presenta connotaciones diferentes en cuanto a su manejo en áreas endémicas y en áreas en las que es una enfermedad emergente, explicó la doctora quien insistió en que padecer la enfermedad produce una afectación orgánica progresiva.
Según los datos que expuso, aproximadamente el 30% de los pacientes que padecen la infección desarrollan complicaciones digestivas y/o cardiológicas que requieren un manejo específico. De hecho, la morbilidad asociada a pacientes con esta enfermedad es elevada. “El manejo de pacientes con esta enfermedad ha de ser integral, no solo limitado al tratamiento con fármacos antiparasitarios”, afirmó.
Debido a las complicaciones que la afectación orgánica produce, la doctora hizo hincapié en el diagnóstico precoz y manejo adecuado de la enfermedad, “aunque no exista consenso único internacional para el manejo en las diferentes situaciones clínicas”.
En este sentido, aseguró que juegan un papel fundamental las estrategias de prevención, que a su juicio “son de extrema importancia como medida se salud individual y pública”.
Por su parte, el Dr. Juan Martínez Hernández, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y director de la Fundación para la Formación de la OMC (FFOMC), aseguró que “el Chagas, una enfermedad parasitaria directamente relacionada con la pobreza, es prevenible por la mejora de las condiciones de vida, pudiendo controlarse si desapareciesen las infraviviendas y mejorase el saneamiento en las regiones endémicas”.
En la misma línea, explicó que la enfermedad de Chagas es también “nuestro problema y no solo de las regiones del altiplano sudamericano: está presente en nuestro medio, ocasiona costes por control de transfusiones, causa patología grave que requiere atención médica y puede ocasionar transmisión maternofetal”.
Por ello, insistió en la necesidad de elevar la sospecha clínica de la enfermedad de Chagas en nuestro medio (antecedente de viaje, procedencia geográfica, sintomatología cardíaca o digestiva). Y alertó que “es precisa una acción coordinada de la UE, tanto en lo relativo a cooperación internacional en las áreas endémicas, como en vigilancia y control en nuestro medio”.
Finalmente, en cuanto a la investigación, tanto la Dra. María Jesús Pinazo como el Dr. Juan Martínez coincidieron en que son imprescindibles y necesarios “nuevos biomarcadores y nuevos fármacos más eficaces y menos tóxicos”.