La neumonía es la principal causa infecciosa de muerte en los niños de todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) que estima que, aproximadamente, 922.000 niños menores de 5 han muerto en 2015 por esta causa, que representa el 15 por ciento de todas las muertes de niños menores de cinco años de edad.
Estos datos se desprenden de una actualización realizada por la organización internacional, que recuerda que este problema afecta principalmente a Asia meridional y África subsahariana, y que intervenciones sencillas y cuidados de bajo coste podría aumentarse el número de niños protegidos.
Se calcula que el coste de tratar con antibióticos a todos los niños enfermos de neumonía en 66 países es de 109 millones de dólares (102 millones de euros) al año. Esta cifra incluye los antibióticos en sí mismos y las pruebas necesarias para establecer el diagnóstico de neumonía.
El Plan de Acción Mundial para la Prevención y el Control de la Neumonía (GAPP) de la OMS y el UNICEF tiene por objetivo acelerar el control de la neumonía combinando intervenciones de protección, prevención y tratamiento de la enfermedad en los niños.
El Plan busca proteger a los niños de la neumonía, entre otras cosas promoviendo la lactancia natural exclusiva y el hábito de lavarse las manos y reduciendo la contaminación del aire en interiores; la prevención de la neumonía mediante la vacunación; el tratamiento de la neumonía, sobre todo procurando que todos los niños enfermos tengan acceso a una atención sanitaria correcta (dispensada por un agente de salud comunitario o bien en un centro de salud cuando la afección revista gravedad) y reciban los antibióticos y el oxígeno que necesitan para sanar.
Varios países, entre ellos Bangladesh, la India, Kenya, Uganda y Zambia, han elaborado planes distritales, estatales y nacionales para intensificar las medidas destinadas a combatir la neumonía y la diarrea. Muchos otros han integrado en sus estrategias nacionales de salud y supervivencia del niño medidas específicas contra la diarrea y la neumonía. Y para muchos países, la agenda para después de los Objetivos de Desarrollo del Milenio ha incluido explícitamente como acción prioritaria el acabar con las muertes prevenibles por diarrea y neumonía.
Prevención y tratamiento
La OMS recuerda que “la prevención de la neumonía infantil es un componente fundamental de toda estrategia para reducir la mortalidad infantil”. Así, destaca que la inmunización contra la Hib, neumococos, sarampión y tosferina es la forma más eficaz de prevenir la neumonía.
Además es importante de una nutrición adecuada es clave para mejorar las defensas naturales del niño, comenzando con la alimentación exclusiva con leche materna durante los seis primeros meses de vida; y prevenir eficazmente la neumonía, reduce la duración de la enfermedad.