Barcelona, 6 de febrero 2013 (medicosypacientes.com)
El Colegio de Médicos de Barcelona acogió el pasado lunes la presentación del estudio «Necesidades de información en el cáncer de mama y de atención a la supervivencia», llevado a cabo por el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, Universidad de Barcelona, y desarrollada en el marco del Plan Director de Oncología de Cataluña. En el trabajo se pone de manifiesto una serie de deficiencias y carencias en cantidad y calidad de información a las pacientes y, en particular, sobre los efectos adversos que, según el informe «es variable y suele quedar en segundo plano».
En la presentación, Társila Ferro y Joan Prades, investigadores del estudio que ha promovido la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), señalaron que «este trabajo con las mujeres nos ha permitido reafirmar que proporcionar información adecuada y educación sanitaria con antelación es un elemento clave para incrementar la participación activa y capacitación de las pacientes en su cuidado a la vez que mejorar la vivencia», ha comentado Ferro, tras señalar que un ejemplo concreto de «necesidad de información» es el tiempo que transcurre entre la sospecha de cáncer de mama y la confirmación diagnóstica.
Si la información en todas las etapas del proceso asistencial durante la enfermedad es importante para una cogestión de la enfermedad, no lo es menos en lo referente a la vida tras el tratamiento del cáncer. Y la realidad es que, según el estudio, existen aspectos vinculados a la calidad de vida que no obtienen una suficiente cobertura en atención sanitaria.
Es por ello por lo que los investigadores recomiendan promover la anticipación de la información y educación sanitaria relativa a los posibles efectos adversos, tanto en la etapa aguda como en la supervivencia. Este factor capacitaría a las pacientes para planificar su cuidado y obtener el máximo nivel de salud posible ante los riesgos o efectos adversos que puedan presentarse.
«La importante mejora de los tratamientos ha permitido que la supervivencia en cáncer de mama haya aumentado considerablemente en los últimos años. Pero, una vez superada la fase de tratamiento, ¿qué necesitan las pacientes? ¿Saben lo que les va a ocurrir a partir de entonces? ¿Han sido informadas sobre las limitaciones que pueden surgir en la vida diaria y en el trabajo, o sobre los problemas que pueden presentarse en el medio o largo plazo?», ha cuestionado la vocal de la Junta Directiva de FECMA, María Antonia Gimón.
En este sentido el estudio destaca que el tiempo que transcurre desde la finalización del tratamiento hasta la primera visita de seguimiento es una etapa de transición muy relevante, que no es contemplada como tal, y donde los sentimientos más frecuentes son el miedo, inseguridad y desamparo.
El trabajo también habla de que la condición de superviviente de cáncer puede ser un factor discriminatorio y comportar desigualdades desde la perspectiva social. Así, recomienda el establecimiento de marcos laborales donde puedan desarrollarse medidas de flexibilización que promuevan el retorno al trabajo y tener en consideración otros cambios normativos en las actividades socioeconómicas en las que las pacientes participen.
Se trata de un estudio cualitativo en el que las propias mujeres -pertenecientes a las asociaciones de FECMA y de 13 comunidades autónomas- han manifestado sus necesidades y que está en línea con la recomendación de la Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional de Salud (SNS) de desarrollar estudios y estrategias para mejorar la calidad de vida de los pacientes tratados de cáncer.
Se adjunta el estudio íntegro de FECMA