Los doctores Rosa María Marín y José Manuel Bendaña, miembros del Observatorio Nacional de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC), inciden en la relevancia que adquiere la formación del médico en el manejo del conflicto para prevenir acciones violentas, en una entrevista realizada con motivo del Día Nacional contra las Agresiones a Sanitarios, que se celebra este jueves
La secretaria general del Colegio de Médicos de Córdoba, Dra. Rosa María Marín, destaca que desde la puesta en marcha en 2010 del Observatorio de Agresiones se han logrado importantes avances “aunque debemos seguir alerta y seguir denunciando los actos violentos en el ámbito sanitario, no permitir ni un solo insulto sin denunciar al Juzgado”. Además, subraya la importancia de lograr “la unificación de sentencias por parte de los jueces tipificando las agresiones físicas como delito de atentado a la autoridad, con el objetivo de seguir trabajando para que incluso las agresiones verbales sean también tipificadas igual”.
Sobre la coordinación existente entre la Administración sanitaria y las corporaciones colegiales en lo referente a las agresiones que se producen en el ámbito sanitario, la Dra. Marín explica que “en nuestro Colegio de Córdoba hay bastante sintonía con la Delegación de Salud, Igualdad y Política Social en casos de agresiones a personal sanitario, atendiendo al médico agredido y, por parte de la Administración facilita la vuelta al puesto de trabajo”.
Asimismo, expone que la reforma del Código Penal, que supuso que un médico de la sanidad pública sea considerado autoridad y, por tanto, que las agresiones sean penadas en base a ello, “es una medida algo disuasoria, ya no sale gratis la agresión al médico. Las personas deben pensar antes de emplear un trato vejatorio o agresivo con su médico”. En este punto, reconoce que la asignatura pendiente sigue siendo el profesional de la privada, para los que es necesario “exigir la misma ‘vara de medir’ que cuando se desarrolla la profesión en la Sanidad Pública. Es decir, que las agresiones tanto físicas como verbales se tipifiquen como delitos de atentado a la autoridad, en ambos ámbitos”.
Por su parte, el Dr. Bendaña, secretario general del Colegio de Médicos de Ourense, comenta que “es muy importante que el médico agredido en cualquiera de que sea la forma de agresión solicite informe médico de asistencia también por daño psíquico, además de seguir insistiendo ante los legisladores del daño que produce en la continuidad de la asistencia sanitaria del profesional agredido para que este tipo de agresión sea considerada también delito”.
Otro aspecto relevante es el ámbito de las agresiones es lograr que se aplique la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, “porque la responsabilidad de la seguridad en el trabajo recae en el empleador y debe ser éste quien se ocupe y preocupe de la seguridad de sus trabajadores, como en cualquier otra empresa”.
La idea es que la sanción se aplique a aquel que deja de vigilar, “sería una forma de penalizar a la empresa que no adopta las medidas necesarias en cuanto a seguridad, sobre todo cuando se dan casos de reiteración en las agresiones en un mismo centro sanitario”.
El Dr. Bendaña recalca que “la formación del médico en el manejo del conflicto y la consulta difícil, así como la información de derechos y deberes y educación sanitaria de la población” son medidas que ayudan a prevenir las agresiones.
