Madrid, 20 de marzo de 2013 (medicosypacientes.com/E.P.)
Según ha explicado María Seguí durante la presentación en el Ministerio de Sanidad del “Informe sobre la situación mundial de la Seguridad Vial 2013”, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el procedimiento para que los médicos denunciante ante Tráfico estos casos ya existe, aunque tal vez no es conocido por los médicos.
“Todo médico que tenga delante suyo a un paciente que por enfermedad permanente o transitoria, o por estar tomando una medicación que interfiera con la conducción, sienta la convicción de que esa persona no debiera conducir, tiene ya un mecanismo en marcha que es la comunicación al jefe provincial (de Tráfico) para iniciar el proceso de revocación permanente o temporal de la licencia de conducción”, ha señalado.
Sin embargo, la directora de Tráfico ha reconocido que actualmente este procedimiento no se conoce adecuadamente, así como que “muchos médicos plantean la disyuntiva de la confianza del paciente y la confidencialidad de esos datos”. Por ello, ha avanzado que Tráfico trabaja en dar a conocer el procedimiento.
“Desde hace ya unas semanas estamos trabajando con diferentes colectivos para mejorar el proceso y para involucrar definitivamente a los médicos asistenciales de manera que contribuyan positivamente a proteger la salud de sus pacientes, revocándoles de una situación de riesgo como puede ser la de conducir sin estar en óptimas condiciones”, ha apuntado María Seguí, quien ha avanzado que la DGT informará sobre estas gestiones cuando acuerde medidas más concretas.
Por otro lado, preguntada por la posibilidad de establecer un límite 0,0 de alcohol durante la conducción, Seguí ha señalado que hay que avanzar paso a paso y, en esta línea, ha apuntado que primero hay que asegurarse de que se cumple la tasa de 0,5 por ciento antes de abordar nuevas iniciativas.
España es el décimo segundo país del mundo con mayor seguridad vial
Entre los datos de este segundo informe sobre la Situación Mundial de la Seguridad Vial 2013, la directora de Tráfico ha destacado que España se sitúa en el duodécimo país del mundo, entre los países de similar motorización y exposición al riesgo, en fallecidos por 100.000 habitantes; concretamente 5,4 fallecidos. Está por delante de países como Francia, Austria o Australia, Bélgica, Canadá o Estados Unidos.
Dicho informe también revela que España es uno de los 28 países que dispone de una legislación adecuada para reducir la accidentalidad viaria basada en los cinco factores de riesgo fundamentales en los accidentes de tráfico como son el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol, la no utilización del casco en motocicleta, el uso del cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil, que han ayudado a reducir durante los últimos nueve años el número de fallecidos y las lesiones causadas en dichos accidentes.
Este estudio, en el que han participado 182 países y que aporta datos del año 2010, constata que sólo 1 de cada 7 países, entre los que se encuentra España, cuenta con leyes generales de seguridad vial.
Según se recoge en este documento, los gobiernos están adoptando medidas exitosas para reducir la mortalidad por accidentes de tráfico, pero todavía no son suficientes tal y como demuestra el dato de que cada año en el mundo fallecen 1,24 millones de personas en accidentes de tráfico. Esta cifra supondría, según la OMS, que de no tomar medidas urgentes los accidentes de tráfico se convertirían en la quinta causa de muerte en el 2030.
España, respecto al anterior informe publicado por la OMS en 2009 -que recoge datos de 2006- ha mejorado en resultados. En relación con el número de fallecidos, nuestro país se encuentra dentro de los 88 estados del mundo que han reducido el número de fallecidos en las carreteras. Se ha pasado de 4.104 fallecidos por accidente de tráfico en 2006 a 2.478 en 2010, un descenso que ha seguido produciéndose en años posteriores.
Atención a los usuarios vulnerables
En cuanto a los usuarios no motorizados de la vía pública, el informe constata que el 27% de las muertes por accidentes de tráfico afectan a los peatones y a los ciclistas. En España, este porcentaje no es tan elevado, pero en dicho informe sí se refleja un aumento del número de peatones y ciclistas fallecidos respecto al número total de fallecidos en accidente de tráfico. Si en 2006, los peatones fallecidos representaban el 15% del total de fallecidos de accidentes viarios, en 2010 este porcentaje asciende al 19%. En el caso de los ciclistas fallecidos el incremento es menor, se ha pasado de un 2% del total de fallecidos en 2006 a un 3% en 2010.
Estos datos de usuarios vulnerables llevan a la OMS a advertir a los gobiernos de la necesidad que tienen de integrar en sus políticas de transporte otras formas de desplazamiento no motorizadas, con el objetivo de que todos los usuarios puedan convivir pacíficamente en la vía y realizar una movilidad segura y sostenible.
Esta misma línea, tal y como recoge el informe de forma detallada en uno de sus capítulos, es la que está siguiendo nuestro país. Las administraciones, desde los distintos ámbitos de competencia están promoviendo los desplazamientos a pie o en bicicleta. Son numerosas las iniciativas que se están llevando a cabo en distintas ciudades españolas para que los usuarios se desplacen en bicicleta (sistemas públicos de alquiler o creación de carriles bici) o la ampliación de calles peatonales o zonas tranquilas donde la prioridad la tiene el peatón.
Respecto a la aplicación de la normativa, la OMS recuerda a los gobiernos la necesidad de promulgar, en aquellos países que todavía no tengan, leyes integrales en los cinco factores de riesgo de accidente. Asimismo, añade la necesidad que tienen los dirigentes políticos de invertir recursos financieros y humanos suficientes para comprobar que la ley se cumple, componente esencial para reducir los accidentes y fallecidos, y la divulgación de campañas de comunicación y sensibilización para que los ciudadanos entiendan la necesidad de cumplir las normas.
España es uno de los 35 países que han promulgado en el periodo 2006-2010 nuevas leyes de seguridad vial. La observancia de las misma y su cumplimiento ha mejorado respecto al anterior informe, en aspecto tales como el uso del casco o del cinturón de seguridad, cuya utilización ha aumentado en un punto, situándonos en 8 en un baremo de 0 a 10. El uso de los sistemas de retención infantil sigue aumentando en dos puntos. Si en el primer informe su uso estaba en un 6, en el informe presentado hoy su uso es del 8.
En lo que respecta a la velocidad y al alcohol, España sigue situándose tanto en legislación como en cumplimiento de la norma en posiciones de notable. Además, España es uno de los 59 países que tienen limitada la velocidad en centros urbanos a 50 km/h o menos. La OMS reconoce que la reducción del límite máximo a 30 km/h en zonas de gran concentración de peatones y ciclistas es una forma eficaz de reducir las lesiones entre estos usuarios de la vía.
En el caso del uso del móvil en la conducción, España cuenta con normativa de prohibición de hablar o manipular un dispositivo móvil mientras se conduce pero no incluye dicha normativa hablar con el modo “manos libres”.
Interés por la asistencia Post-Accidente
Por último, el informe recoge información más pormenorizada sobre la asistencia post-accidente. A los datos recogidos de si existe un sistema de atención prehospitalaria formal y a disposición del público o de un número de teléfono nacional de acceso universal, se han incluido indicadores sobre si los países cuentan con registro de heridos o discapacitados, además de los fallecidos.
Este segundo informe (el primero se publicó en 2009), sirve de referencia para el seguimiento del decenio de Acción para la Seguridad Vial (2011-20209) firmado por todos los gobiernos del mundo y cuyo objetivo consiste en estabilizar primero y después reducir la tendencia al aumento de las muertes ocasionados por accidentes de tráfico.
Se adjunta el Informe Mundial sobre Seguridad Vial 2013.