La población que declara tener necesidades médicas no cubiertas «ha experimentado un crecimiento entre 2008 y 2012», especialmente entre las personas con menos recursos económicos y rentas más bajas, según han constatado expertos de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y de la Complutense de Madrid en el último Informe de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS)
Barcelona, 23 de septiembre 2014 (medicosypacientes.com/E.P.)
La crisis está teniendo un «efecto disuasorio» en la utilización sanitaria de las capas sociales más desfavorecidas, según han constatado expertos de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y de la Complutense de Madrid en el último Informe de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), de carácter bienal y un referente para el sector.
El documento destaca que la crisis reduce el uso de servicios no cubiertos por la sanidad pública -como la atención bucodental- por parte de personas sin recursos, e insta a las administraciones a luchar contra la desigualdad y la desprotección de los más vulnerables.
Según constatan, la población que declara tener necesidades médicas no cubiertas «ha experimentado un crecimiento entre 2008 y 2012», especialmente entre las personas con menos recursos económicos y rentas más bajas.
Señalan que el 50% de los copagos sanitarios y farmacéuticos que se han impulsado en los últimos años ha sido asumido por el 5% de las personas más enfermas: «Estas medidas han producido, por primera vez en tres décadas, una reducción espectacular del número de recetas dispensadas en las oficinas de farmacia».
«Sorprende el escaso conocimiento e interés de las autoridades sanitarias acerca del impacto de estas medidas de gran calado social», manifiestan los expertos, que critican el objetivo recaudatorio de los copagos impulsados por el Gobierno y distintas comunidades autónomas.
Argumentan que el número de recetas dispensadas en las oficinas de farmacia ha experimentado una reducción de casi el 25% en Catalunya y de al menos un 14% en 14 de las 17 comunidades autónomas, después de un crecimiento continuado durante dos décadas y como consecuencia de las tasas impuestas.
Atención inmigrantes
Además, explican que el cambio en el sistema médico que deja fuera de la cobertura pública a los inmigrantes irregulares «supone una barrera de acceso muy difícil de franquear y perjudica claramente a un colectivo ya de por sí vulnerable».
«Los efectos indeseados en la salud de los colectivos excluidos se han hecho visibles, en ocasiones, de una manera trágica», lamentan, y ponen como ejemplo el caso de un inmigrante que murió en Mallorca en 2013 después de que se le negara la atención sanitaria.
Por ello, concluyen que las políticas de austeridad y los cambios en las pautas de uso de los servicios sanitarios ha afectado a los inmigrantes y a las clases más vulnerables, que acceden menos a los servicios médicos, especialmente a los que no están cubiertos, como el oftalmólogo y el dentista.