Unos 27.900 casos de muerte prematura podrían atribuirse en España a concentraciones de partículas finas, 1.800 a concentración de ozono y más de 8.900 a de NO2, según datos recogidos en un reciente informe dedicado a España en el que la Comisión Europea efectúa un amplio análisis de los principales indicadores medioambientales del país, y del que se desprende que el aire de nuestro país "sigue siendo un motivo de preocupación"
Ante estos resultados, el ejecutivo comunitario ha reclamado a las autoridades españolas que apliquen “rigurosamente” las medidas adicionales que han prometido a este respecto, al tiempo que ha recomendado a las autoridades españolas la introducción de restricciones “proporcionadas y específicas” al tráfico de vehículos en zonas urbanas.
En concreto, Bruselas ve prioritario para este año acelerar la reducción de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOX) y de dióxidos de nitrógeno (NO2) y añade que “para ello será preciso”, por ejemplo, recortar las emisiones del transporte en zonas urbanas y “probablemente imponer restricciones proporcionadas y específicas al acceso de vehículos a esas zonas”.
Estas conclusiones forman parte del informe dedicado a España en el que el Ejecutivo comunitario efectúa un amplio análisis de los principales indicadores medioambientales del país. El documento, en concreto, subraya que el transporte individual “agrava los problemas estacionales de calidad del aire y congestión del tráfico en las principales áreas metropolitanas de España”.
Este hecho conlleva “costes sanitarios y económicos”, añade el informe, que recuerda que en unos 27.900 casos de muerte prematura podrían atribuirse en España a concentraciones de partículas finas, 1.800 a concentración de ozono y más de 8.900 a de NO2, según datos de la Agencia Europa de Medio Ambiente.
“Para hacer frente a este problema, en los dos últimos años las autoridades españolas han adoptado medidas adicionales, que deben aplicarse rigurosamente”, enfatiza la Comisión Europea en su documento. “En cuanto a la superación de los valores de NO2, las medidas que está aplicando o planificando, si se aplican correctamente, pueden hacer frente de forma adecuada a las deficiencias detectadas”, añade el texto.
En este sentido, el Ejecutivo comunitario ha asegurado que “seguirá de cerca la aplicación de esas medidas” para comprobar su eficacia a la hora de “corregir la situación lo antes posible”. “El objetivo es establecer medidas adecuadas para que todas las zonas sean conformes” en términos de calidad del aire.
Se adjunta informe íntegro en PDF.