Hoy, 20 de febrero, se conmemora el Día Mundial de la Justicia Social, un concepto que trasciende la justicia legal para situarse en el ámbito de la equidad y la igualdad de oportunidades. La justicia social es la base sobre la que se construyen sociedades más cohesionadas, donde cada persona pueda desarrollar su máximo potencial y donde se garantice el bienestar común. En este contexto, el Sistema Nacional de Salud (SNS) se erige como el mayor pilar de la justicia social en España, al asegurar que todos los ciudadanos, sin distinción, tengan acceso a la atención médica en condiciones de equidad y calidad.
El modelo sanitario español es la manifestación más tangible del compromiso del Estado y la sociedad con la salud de su población. A diferencia de otros modelos sanitarios en los que el acceso a la atención depende de la capacidad económica de los ciudadanos, en España la sanidad pública garantiza que cualquier persona, con independencia de su situación socioeconómica, pueda recibir la asistencia que necesita. Este es un elemento clave para la justicia social, pues la salud es el punto de partida fundamental para el desarrollo personal y profesional de cualquier individuo.
Sin embargo, actualmente el SNS enfrenta desafíos que ponen en riesgo su sostenibilidad. La crisis de recursos, el envejecimiento poblacional o el aumento de la demanda de servicios hacen imprescindible una reflexión profunda sobre cómo garantizar su viabilidad a largo plazo. Es necesario fortalecer y blindar el sistema sanitario público, asegurando la inversión suficiente para que continúe siendo un modelo de referencia internacional. La apuesta por su sostenibilidad no solo implica un compromiso económico, sino también político y social, que debe trascender intereses partidistas para convertirse en un objetivo compartido.
En este sentido, la Organización Médica Colegial ha reiterado en numerosas ocasiones la necesidad de consolidar un gran pacto por la sanidad, en el que se sumen todos los actores implicados: administraciones, profesionales sanitarios, industria farmacéutica, el ámbito académico y la sociedad en su conjunto. Solo mediante un consenso amplio será posible garantizar un SNS fuerte, estable y preparado para los retos del futuro.
Uno de los aspectos clave para la sostenibilidad del sistema es el cuidado de los profesionales sanitarios, especialmente de los médicos, quienes representan la piedra angular de la atención sanitaria y ejercen el liderazgo de los imprescindibles equipos multidisciplinares. La sobrecarga asistencial, la falta de recursos y la precariedad en ciertas áreas están erosionando la vocación y la capacidad del sistema para atraer y retener el talento. La justicia social también implica que los profesionales que sostienen el sistema reciban el reconocimiento, las condiciones laborales y los recursos adecuados para desempeñar su labor con excelencia.
En este Día Mundial de la Justicia Social, es imprescindible recordar que la sanidad pública es un bien común que debe ser protegido y fortalecido. La justicia social no es una abstracción teórica, sino un principio que se materializa en derechos concretos, y uno de los más esenciales es el derecho a la salud. Defender el Sistema Nacional de Salud y cuidar de quienes cuidan es defender la equidad, la cohesión social y el bienestar de toda la ciudadanía, una defensa que debemos ejercer bajo los principios de justicia y solidaridad, especialmente en estos tiempos convulsos en los que emergen figuras que amenazan los derechos más fundamentales de los seres humanos.
Dr. Tomás Cobo
Presidente de la Organización Médica Colegial