Jordi Ludevid, reconocido arquitecto y ex presidente de la Unión Profesional Española y del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España presenta hoy institucionalmente su libro “Una ciudad de profesiones”. Según asegura para “MédicosyPacientes” “las profesiones necesitan de una urgente y moderna revalorización” y, en su opinión, “las ciudades deben recuperar el brazo artesanal con sus profesionales”
La presentación del libro que en palabras del autor hace “un gran elogio y una gran reivindicación de las profesiones y de las ciudades” contará hoy con la participación de la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet; y la vicepresidenta del Congreso, Ana Pastor, entre otros expertos.
Para Ludevid “la profesión médica es como la hermana mayor de las profesiones. Al fin y al cabo, Hipócrates de Cos fue médico. Pero si la misión de la medicina es la salud, la misión de la arquitectura es la habitabilidad de las personas”.
¿Qué encuentra el lector en “Una ciudad de profesiones”?
He procurado ofrecer la crónica de un largo viaje, apasionante y apasionado, de una investigación de dos años, a través del hecho profesional, que va desde el pasado al futuro y que va desde dentro hacia fuera de cada profesión. Muchos de los hallazgos que el viaje nos ofrece, resultan extremadamente sorprendentes. Por ejemplo, en un sentido amplio, una mayoría de votantes de las grandes ciudades europeas son ya profesionales.
¿Qué le llevó a escribir este libro?
No hay apenas literatura sobre el hecho profesional general y tampoco la hay sobre su fundamental relación con el civismo y la ciudadanía, y creo que era necesario cubrir esta laguna. Por otra parte, ya puestos, consideraba mi deber hacer un gran elogio y una gran reivindicación de las profesiones y de las ciudades, los dos mundos en los que yo he vivido a todas las escalas y que conozco bien.
¿Cómo responden los profesionales a emergencias sociales y las pandemias?
Los sanitarios en la pandemia, los psicólogos en el atentado de Atocha, los arquitectos en los terremotos de Murcia, los gestores que siempre están ahí…en fin…las profesiones siempre responden, pero solo las recordamos cuando “truena”.
¿En qué medida considera imprescindible que en la toma de decisiones políticas se cuente con los profesionales?
La eficacia de cualquier nueva regulación descansa en los profesionales que van a aplicarla. Ellos son los depositarios del “conocimiento práctico” acumulado, del arte profesional. Yo no me la jugaría nunca ignorando su criterio. Sería muy insensato.
En su publicación sostiene que sin los profesionales no se podrá afrontar los Retos Globales, los ODS ni las nuevas Agendas Urbanas. ¿Qué medidas se pueden desarrollar para cambiar esto?
Algo muy importante y decisivo nos está pasando completamente desapercibido, algo muy familiar, como sin duda lo es el hecho profesional, que como consecuencia resulta a menudo invisible. Las ciudades deberían recuperar el brazo artesanal hoy perdido y deberían hacerlo a través de sus profesionales, es decir de sus artesanos de “bata blanca” según la feliz expresión del sociólogo Richard Sennet. Para empezar y para avanzar, nos ayudaría mucho conseguir que se aprobara un “Estatuto del Profesional europeo” que encabezara una nueva y más positiva visión en apoyo del profesional contemporáneo.
¿Qué propuestas realiza el libro en materia de economía real, ciudadanía y cohesión social?
El Estatuto del Profesional debería ser un freno a la precarización y a la burocratización, las dos lacras de hoy en día. Es muy urgente avanzar mediante un decálogo socioeconómico a favor de los profesionales autónomos o free lance cuyo número aumenta vertiginosamente y cuyos derechos están todavía muy menoscabados. Y una nueva relación ciudades – profesiones podría establecerse por convenio mediante una Mesa Municipal de Profesiones, que jugando a favor de ambos, tuviera la mirada puesta en la salud, la habitabilidad, la seguridad jurídica, la educación, la comunicación y la sostenibilidad.
¿Qué tienen en común la profesión médica y arquitectónica?
Siempre he visto a la profesión médica como la “hermana mayor” de las profesiones. Al fin y al cabo, Hipócrates de Cos fue médico. Pero si la misión de la medicina es la salud, la misión de la arquitectura es la habitabilidad de las personas. Claro está, salta a la vista, que las seis misiones profesiones están mancomunadas y que sin habitabilidad la salud se pierde, se resiente o está en riesgo severo. Las cuarenta profesiones reguladas españolas, tienen mucho en común, mucho más de lo que parece.
¿Qué cosas se pueden hacer en pro de la salud por parte médicos y arquitectos?
Específicamente compartimos el paradigma de la “ciudad saludable”, ahí estamos siempre juntos y ahí podemos compartir reflexiones y propuestas. Al fin y al cabo, no hay salud ni habitabilidad sin los profesionales sanitarios y sin los profesionales de la habitabilidad. Pero más allá de eso también compartimos nuestro interés y compromiso por las políticas llamadas de ciudadanía.
Lo reitero, las profesiones necesitan de una firme, urgente y moderna revalorización. ¿O acaso no nos damos cuenta que el sueño de los DDHH, de los ODS, o de la economía digital no será posible sin ellos? Entonces, ¿porqué no cuidar de aquellos que cuidan de nosotros?