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Hiperplasia prostática

 

Madrid, 22 de octubre 2012 (medicosypacientes.com)

La próstata es una glándula masculina, que se encuadra dentro del aparato urogenital. Está situada por debajo y detrás de la vejiga, y enfrente del recto. Está compuesta por unas células que producen líquido seminal, que sirve para mantener y nutrir los espermatozoides.

La próstata es estimulada en su función por las hormonas masculinas; a medida que disminuyen estas hormonas, se reduce la producción de líquido seminal, y la próstata comienza a crecer -hiperplasia- con el fin de intentar mantener esa producción. Esto ocurre a partir del final de la tercera década de la vida.

El síntoma más frecuente de la hiperplasia prostática es la disminución del flujo del chorro de la orina, o dicho de otra forma, la disminución de la potencia de la micción, pues el aumento de tamaño hace que la próstata presione sobre la uretra, como si nosotros presionáramos sobre un tubo de manguera, disminuyendo el diámetro de su luz. Esto trae como consecuencia que:

-Se orine con más frecuencia

-Haya que hacer más esfuerzo para comenzar a orinar

-Se tenga la sensación de no haber descargado totalmente la vejiga

-Haya que levantarse varias veces en la noche para evacuar

-Se escapen gotas de orina

El diagnóstico debe ser médico, y el doctor valorará la importancia de los síntomas con una exploración y una escala de los síntomas que padece la persona. Dentro de la exploración, el médico podrá hacer un tacto rectal para comprobar el tamaño y consistencia de la próstata, una ecografía transrectal y una analítica que incluirá entre otras sustancias la PSA, que es una proteína llamada antígeno prostático que produce habitualmente la próstata; y a veces un estudio del flujo urinario. El médico valorará los síntomas prostáticos, ya sean con un componente más irritativo o más obstructivo, lo que le proporcionará una clave para utilizar, si es necesario, el medicamento más adecuado.

La inmensa mayoría de los aumentos de la glándula prostática no tienen componente cancerígeno, y el pequeño porcentaje que lo es, se descubre tras haber analizado los niveles de PSA con síntomas prostáticos y con una biopsia.

Rara vez una hiperplasia prostática benigna necesita cirugía, sólo en casos de retenciones urinarias importantes. En cambio, podemos paliar los síntomas de disconfort que produce esta enfermedad no tomando bebidas alcohólicas, ni cafeína, no ingiriendo líquidos a última hora del día, no aguantando mucho tiempo sin orinar, y tras haberlo hecho, intentarlo de nuevo si aún se tiene algún síntoma de tener contenido en la vejiga. Practicar ciclismo precipita los síntomas prostáticos, aunque existen sillines que no presionan la próstata.

Dr. Juan Manuel Garrote Díaz.
Médico de familia

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