Los niños nacidos de madres que bebieron y fumaron más allá del primer trimestre del embarazo tienen un riesgo 12 veces mayor de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) en comparación con los no expuestos o solo expuestos en el primer trimestre del embarazo, según un nuevo estudio respaldado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, publicado en la revista en línea 'EclinicalMedicine', publicada por 'The Lancet'
El SMSL es la muerte súbita e inexplicable de un bebé menor de un año. Muchos estudios han demostrado que el tabaquismo materno aumenta el riesgo durante el embarazo. Algunos estudios también han encontrado que la exposición prenatal al alcohol, particularmente por beber en exceso durante el embarazo, puede aumentar el riesgo.
Ahora, el ‘Safe Passage Study’ de los Institutos Nacionales de Salud ofrece una visión de cómo el riesgo de SMSL está influenciado por el momento y la cantidad de exposición prenatal al tabaco y al alcohol.
“El nuestro es el primer estudio prospectivo a gran escala que investiga de cerca la asociación entre la exposición prenatal al alcohol y al tabaco y el riesgo de SMSL”, avanza la primera autora Amy J. Elliott, del Centro de Salud Avera para la Investigación Pediátrica y Comunitaria en Sioux Falls, Dakota del Sur.
“Nuestros hallazgos sugieren que las exposiciones combinadas al alcohol y al tabaco tienen un efecto sinérgico sobre el riesgo de SMSL, dado que la exposición doble se asoció con un riesgo sustancialmente mayor que cualquier exposición sola”, añade.
Para llevar a cabo el estudio, un equipo multicéntrico de científicos de Estados Unidos y Sudáfrica formó la red de Alcohol Prenatal en SMSL y muerte fetal (PASS, por sus siglas en inglés). Desde 2007 hasta 2015, los investigadores de la Red PASS siguieron los resultados de casi 12.000 embarazos entre mujeres de dos áreas residenciales en Ciudad del Cabo, (Sudáfrica) y cinco lugares de Estados Unidos, incluidas dos reservas de indios americanos en Dakota del Sur y Dakota del Norte.
Los lugares de estudio fueron seleccionados por sus altos índices de consumo prenatal de alcohol y SMSL, y para incluir poblaciones en las que las disparidades étnicas y socioeconómicas de los SMSL siguen siendo poco estudiadas.
Los investigadores determinaron los resultados de un año para aproximadamente el 94 por ciento de los embarazos. Descubrieron que 66 bebés murieron durante ese tiempo, incluidas 28 muertes por SMSL y 38 muertes por causas conocidas.
Además del casi 12 veces mayor riesgo de SMSL por fumar y beber combinados más allá del primer trimestre del embarazo, determinaron que el riesgo de SMSL aumentó cinco veces en los bebés cuyas madres informaron que habían continuado fumando más allá del primer trimestre, y cuatro veces más en bebés cuyas madres informaron que continuaron bebiendo más allá del primer trimestre.
Estos riesgos se compararon con los bebés que no estuvieron expuestos al tabaco o al alcohol durante la gestación o cuyas madres dejaron de consumir tabaco o alcohol al final del primer trimestre.
“El ‘Safe Passage Study’ proporciona información nueva importante sobre el papel de las exposiciones duales al tabaquismo y al consumo prenatal como factores de riesgo para el SMSL”, señala la coautora principal, Hannah C. Kinney, del Departamento de Patología del Boston Children’s Hospital y la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.
“Nuestros hallazgos respaldan la recomendación actual de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, el Cirujano General de Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud de que las mujeres no beban ni fumen durante el embarazo, y enfatizan la importancia de la exposición dual, que proporciona el mayor riesgo de mortalidad infantil”, continúa.
En una declaración conjunta, los líderes de los Institutos NIH que proporcionan fondos primarios para el ‘Safe Passage Study’ señalan que «estos hallazgos proporcionan aún más evidencia de la importancia vital del ambiente prenatal temprano para obtener resultados postnatales saludables».
“En la medida en que muchas mujeres dejan de beber y fumar solo después de enterarse de que están embarazadas, este estudio defiende firmemente la detección del uso de sustancias en las primeras etapas del embarazo e intervenir lo antes posible -prosiguen-. También requiere mensajes de salud pública más fuertes sobre los peligros de beber y fumar durante el embarazo, y entre las mujeres que planean quedar embarazadas”.