Casi un 54 por de los nuevos diagnósticos de infección por Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) se produce por transmisión sexual entre hombres. Se trata del único segmento de población en el que las nuevas transmisiones siguen aumentando, un dato que sugiere cierta pérdida de respeto al VIH, desde que pasara a convertirse en una enfermedad crónica, según las conclusiones del V Congreso de GeSIDA
Madrid, 22 de noviembre 2013 (medicosypacientes.com)
Casi un 54 por de los nuevos diagnósticos de infección por Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) se produce entre hombres que practican sexo con otros hombres (HSH). Se trata del único segmento de población en el que las nuevas transmisiones no sólo no retroceden, sino que siguen aumentando, un dato que sugiere cierta pérdida de respeto al VIH, desde que ha pasado a convertirse en una enfermedad crónica, según las conclusiones del reciente V Congreso de GeSIDA, en el que participaron más de 600 especialistas en VIH de nuestro país y algunos de los más reconocidos expertos internacionales en el ámbito de la infección por el VIH. El evento, celebrado en Sitges (Barcelona) finalizó con una llamada de atención sobre el importante crecimiento de las transmisiones entre hombres por vía sexual. En la sesión plenaria, los expertos coincidieron en calificar la prevalencia del VIH y las enfermedades de transmisión sexual (ITS) en esta población de verdadera «emergencia de salud pública» que requiere «actuaciones inmediatas».
El director científico del CEEIS CAT (Agència de Salut Pública de Catalunya), Dr. Casabona, advirtió que, a día de hoy, no se han aplicado las medidas básicas de prevención y control con el rigor y proporcionalidad que la situación epidemiológica requiere. «No se conseguirá disminuir el impacto de la epidemia hasta que no se definan intervenciones».
«En los distintos niveles asistenciales hay que tener en cuenta los aspectos biomédicos, conductuales y estructurales de forma integrada», advirtió este experto, priorizándose los servicios integrales de proximidad. «Atención Primaria también puede jugar un papel decisivo en mejorar el diagnóstico precoz de esta infección», subrayó este experto.
En relación con el uso preventivo de los tratamientos antirretrovirales, este experto opinó que pueden ser herramientas eficaces que implican, no obstante, un importante reto de implantación, pues su incorporación a las estrategias de prevención debe realizarse con suficiente información basal y capacidad de monitorización para evitar posibles efectos adversos clínicos y conductuales. Según datos presentados en dicho Congreso, si este tipo de medidas no van acompañadas de otras intervenciones, en particular de programas de cribado del VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), se reduce notablemente su impacto.
El Dr. Casabona recordó, asimismo, que es importante disponer de más información de eficacia preventiva del tratamiento antiretroviral en las relaciones genito-anales y en usuarios de drogas por vía parenteral, y que es crucial seguir generando información epidemiológica que permita diseñar intervenciones adaptadas a la realidad local y evaluables.
A juicio de este experto, «en España se empezó tarde la prevención entre los usuarios de drogas mediante programas de intercambio de jeringuillas». «Existe el riesgo de que volvamos a llegar tarde con la epidemia de VIH y otras ITS como la sífilis entre los HSH». «La Salud Pública científica es algo más que las campañas y la información y la situación económica del país es una amenaza importante para que se agraven estas epidemias», según indicó. «Al final siempre nos sale más caro y costosos socialmente no creer en la prevención. En la prevención del VIH y otras ITS entre HSH no es que todo valga -explicó-, pero con rigor científico debe probarse todo lo que puede valer».
Casabona presentó, además, la «Cascada de Servicios» de Cataluña, una herramienta imprescindible para monitorear el acceso al diagnóstico y el tratamiento. Según estos datos, en Cataluña, la carga viral poblacional ha ido disminuyendo en los últimos años, pero solo la mitad de las personas infectadas tendría la carga indetectable y el 44% de los HSH infectados no sabría que lo están.
En este contexto, y con el incremento de las conductas de riesgo que, al igual que en otros países, el colectivo HSH está experimentando, las perspectivas de futuro inmediato son pesimistas. Casabona remarcó, finalmente, la necesidad de realizar estudios poblacionales y de coste-efectividad de las intervenciones biomédicas, que permitan, entre otras cosas, establecer criterios de priorización y uso de la terapia para la prevención y la profilaxis pre-exposición.
