Expertos reunidos con motivo de la celebración de la 19 Reunión Nacional de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) han alertado de que la “mayoría” de los profesionales médicos no saben prescribir ejercicio físico a los pacientes, y han destacado la importancia que tiene que se formen en esta materia.
Madrid, 27 de marzo de 2014 (medicosypacientes.com/EP)
Según asegura la presidenta de SEH-LELHA, Nieves Martell, está demostrado que el 15 por ciento de las personas hipertensas podrían mejorar el control de la enfermedad con sólo introducir “pequeños” cambios en su estilo de vida.
Además, señala que si se realiza una prescripción de ejercicio físico antes de que las personas padezcan esta enfermedad se podría retrasar o impedir que la desarrollen, al igual que otras patologías como la diabetes o la obesidad.
“No se trata de recomendar actividad física sino de prescribir ejercicio físico, al igual que se prescriben medicamentos”, señaló el tesorero y miembro de la Junta Directiva de la SEH-LELHA, Francisco Morales, quien recordó que actualmente la hipertensión afecta a entre el 40 o el 45 por ciento de los adultos, al 80 por ciento de las personas mayores de 65 años y, “lo más preocupante”, al 5 por ciento de los menores de 18 años.
En este sentido, el codirector del Curso de Formación sobre Prescripción de Ejercicio físico de la SEH-LELHA y la Asociación Española de Enfermería de Hipertensión y Riesgo Cardiovascular (EHRICA), José Abellán, organizado en el marco de la 19 Reunión, avisó de las “elevadas” cifras de sedentarismo que hay en España y que, según ha recordado, favorecen la aparición de enfermedades cardiovasculares.
De hecho, el 47 por ciento de la población española confiesa no practicar ejercicio físico, a pesar de que esta inactividad duplica el riesgo de infarto de miocardio y aumenta la incidencia de patologías cardiovasculares. Por este motivo, Abellán destacó la importancia de que el ejercicio físico se incorpore a las consultas médicas, de tal forma que los profesionales pregunten de forma sistemática a sus pacientes cuántas veces realizan actividad física a la semana y durante cuánto tiempo.
“Si un adulto no realiza más de 150 minutos a la semana de ejercicio es una persona sedentaria, al igual que si un niño no lo practica más de 420 minutos semanales. Además, se consideran también sedentarios a aquellas personas que andan menos de 10.000 pasos al día”, explicó el experto, tras alertar de que hay “datos contrastados” de que los profesionales sanitarios tienen “importantes carencias formativas” en esta materia.
No todos los pacientes necesitan realizar el mismo ejercicio físico
Ahora bien, la importancia de que los médicos sepan prescribir ejercicio físico radica en el hecho de que no todas las personas necesitan realizan la misma actividad, ni hacerlo con la misma frecuencia. Así lo señaló la profesora de Educación Física de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Murcia, Pilar Sainz de Baranda.
Por ejemplo, un paciente hipertenso sería el que menos cantidad de ejercicio físico necesitaría para controlar sus niveles de tensión, ya que le bastaría con realizar 3 días a la semana actividad física, durante 50 o 60 minutos, para conseguir un 70 por ciento de mejoría de su enfermedad.
Sin embargo, un paciente obeso debe realizar dieta y complementarla con ejercicio físico, y debería realizar 300 minutos semanales de actividad aeróbica. “Todo esto lo debe conocer el profesional sanitario porque una cosa es recomendar actividad física y otra prescribir ejercicio físico adaptado a las necesidades de cada paciente”, apostilló Sainz de Baranda.
Guía de la SEH-LELHA
Por todo ello, la SEH-LELHA ha publicado la nueva edición de la “Guía para la prescripción de ejercicio físico en pacientes con riesgo cardiovascular”, que revisa los aspectos generales de esta prescripción como, por ejemplo, los tipos de actividad, la intensidad, duración, frecuencia, volumen de ejercicio físico, ritmo de progresión del entrenamiento y la estructura de una sesión del mismo.
Asimismo, analiza las recomendaciones generales de la práctica de ejercicio físico y recoge la prescripción en pacientes hipertensos, obesos, diabéticos, dislipémicos y ancianos; al tiempo que incluye una hoja individualizada para la prescripción en cada paciente con sus objetivos a seguir.
Además, la sociedad está trabajando en tres fascículos prácticos para el médico que abordan las generalidades que hay que tener presentes en dicha prescripción, así como las variaciones que han de tenerse en cuenta en los tratamientos farmacológicos que lleven estos pacientes, y los tipos de ejercicio físico que deben realizar los ancianos, deportistas y enfermos con osteoporosis.
“El objetivo que tenemos con estos manuales y, especialmente con la guía, es concienciar al profesional sanitario de la importancia que tiene que estén formados en ejercicio físico”, zanó la profesora de Educación Física de la Universidad de Murcia