Los países de la Unión Europea pretenden unir fuerzas para combatir la resistencia a los antimicrobianos en el cuidado de la salud y el sector veterinario, que causan la muerte, anualmente, a más de 25.000 europeos, según se expone en el último informe elaborado por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, donde se advierte del riesgo para la salud humana y animal. Asunto que fue también objeto de una reunión de máximas autoridades sanitarias, promovida por la presidencia holandesa de la UE
“El aumento de bacterias resistentes planea como amenaza real para nuestro sistema de salud”, según alertaba la ministra de Sanidad holandesa, Edith Schippers, quien instó a los Estados miembros a una acción común enfocada a luchar contra este grave problema de salud pública. Dicha advertencia era lanzada al mismo tiempo que se difundía el contenido del último informe del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, en inglés) y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria y Nutrición (EFSA, en inglés), donde se pone de manifiesto que la resistencia a los antimicrobianos supone un riesgo para la salud humana y animal Precisamente, este riesgo fue considerado por la Comisión Europea como una de las principales prioridades en su agenda política en materia de seguridad alimentaria.
El comisario de Salud y Seguridad Alimentaria, Vitenis Andriukaitis, afirmó, al respecto, que “las infecciones causadas por el plomo resistencia a los antimicrobianos afectan cada año en la UE a cerca de 25.000 muertes – pero la amenaza no se limita a Europa. Este es un problema global que requiere una solución global”.
“La Unión Europea ha sido durante mucho tiempo a la vanguardia en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos y es un líder en el campo. Nuestras agencias de la EFSA y ECDC, mediante la combinación de su experiencia en la salud humana y animal, están armando muchas de las piezas de este rompecabezas complejo y proporcionar a los responsables políticos de todo el mundo con el valioso asesoramiento científico”, señaló Andriukaiti.
Además de los altos niveles de resistencia que se muestran en toda Europa, el informe, basado en datos suministrados por los Estados miembros en 2014, encontró que existen importantes diferencias regionales, observándose los niveles más altos de resistencia a los antimicrobianos (RAM) en Europa oriental y meridional.
El uso excesivo e indebido de los antibióticos y otros agentes antimicrobianos promueve el aumento de la resistencia entre esos mismos microbios que causan las infecciones y enfermedades y que, en principio, debían suprimir, y amenaza con revertir un siglo de progreso en la salud humana y animal. Aparte de las consideraciones sobre la salud humana, la aparición de microbios resistentes a los antibióticos y otros agentes farmacéuticos amenaza la salud de los animales y, por lo tanto, tiene un impacto en los medios de vida rurales y la seguridad alimentaria.
Reciente reunión en Amsterdam de máximas autoridades
De ahí la importancia destacada por Edith Schippers, ministra de Sanidad, y Martijn van Dam, ministro de Agricultura, de Holanda ” de que todos los Estados miembros se comprometan en esta acción”, según pusieron de manifiesto, conjuntamente, la pasada semana en una Conferencia ministerial dedicada a la lucha contra la resistencia bacteriana a los antibióticos, dentro de los objetivos de la Presidencia holandesa de la UE. En torno a ella se reunieron las máximas autoridades sanitarias europeas, además de la directora general de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan; el comisario de Salud de la Comisión Europea, Vytenis Andriukaitis; y la vicedirectora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Maria Helana Semedo, participaron en la conferencia.
Edith Schippers, alertó durante la reunión del riesgo mundial que supone la resistencia antimicrobiana. “Vayamos de las palabras a los hechos. Debemos evitar el escenario, dentro de diez años, en el que nos volvamos a encontrar y tengamos que admitir que hemos fallado”, expuso. Schippers solicitó a las autoridades una mayor atención para prevenir las infecciones y alcanzar un mejor uso de los antibióticos. También resaltó la necesidad de desarrollar nuevos antibióticos y alternativas de tratamiento y mejorar los procedimientos diagnósticos, de manera que los medicamentos pueden prescribirse de la manera más eficiente posible. En este sentido, también consideró que “las posibilidades existentes para la cooperación europea ante las amenazas de salud transfronterizas deben usarse más apropiadamente”.
En el mismo sentido se pronunció el ministro holandés de Agricultura, Martijn van Dam. “No se trata solo de abordar una estrategia común en las áreas de Sanidad y Agricultura, sino de promover la cooperación entre países individuales. Las bacterias no respetan las fronteras”, apuntó.
Dicha conferencia representa la antesala de los dos encuentros -uno formal y otro informal- que los ministros de Sanidad y Agricultura de la Unión Europea mantendrán la próxima primavera. La intención es llegar a conclusiones efectivas con las que hacer frente a las más de 25.000 muertes que cada año tienen lugar en Europa como consecuencia de las resistencias antimicrobianas. Sobre ellas pesan también 1.500 millones de euros en costes evitables, como resultado de los días de hospitalización.